"El Orgullo de quienes no pueden edificar es destruir": Alexandre Dumas

Es evidente que la opinión pública de nuestro país está cada vez más descontenta con el actuar de nuestra clase política opositora. Ese malestar latente de nuestra sociedad, -ocasionado por la injerencia de países extranjeros, por el comportamiento lacayo de la oligarquía venezolana y por la crisis económica- ya ha quemado largas horas de debate, que han ocupado a intelectuales, científicos sociales y, también por qué no decirlo, al gobierno de turno. Hoy, cuando el espíritu de la protesta está adquiriendo cada vez más adeptos, y las calles y los medios de comunicación se inundan de ejemplos en donde la "ciudadanía" hace escuchar su voz en la calle, producto de su conciencia política y en respaldo de los beneficios y asistencia social de la gestión gubernamental, aparecen situaciones paradójicas (por ponerle un apelativo) a lo que está sucediendo en el país: La Oposición llama a la ABSTENCIÓN.

Algunos expresan que la recuperación socioeconómica de Venezuela solo puede hacerse con Democracia, y ésta presupone la participación de todos en la construcción de un futuro promisorio, lo cual no podrá alcanzarse aferrándose a privilegios indebidos sino sometiéndose al escrutinio popular. Entonces, ¿por qué llaman a la abstención?

Otros resentidos están llamando a participar electoralmente en los comicios del próximo 20 de mayo porque, a su juicio, la abstención da espacio a las irregularidades en el proceso. No están llamando a votar por ningún candidato en particular, sino a participar electoralmente.

Muchos dicen que el llamado a no votar es una línea impuesta por la administración estadounidense para crear el caos en la nación a través de la promoción de acciones injerencistas e intervencionistas.

La Oposición amenaza con torcerle el cerebro a Venezuela, lo que aparece muy peligroso. Es más, casi inadmisible. Un Opositor no puede ser votado para Presidente de una Venezuela que ha decidido ser libre, soberana, independiente, digna; y no quiere seguir asfixiada por los mismos dinosauros y politiqueros fascistas de siempre, que cada vez lo hacen peor y sin proyecto de país.

El país se desangra y la Oposición sólo ve cómo podría entrar para atornillarse en el poder. Aquí en Venezuela, en esta época, no tiene cabida. Y evita su responsabilidad en la crisis económica. Un opositor opinaba: Y aunque las elecciones suelen ser oportunidades para renovar las políticas públicas, no hay esperanza de un cambio.

Decía Charles de Gaulle: "He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos". Y podríamos agregar, menos en manos de los politiqueros.

La Oposición podría torcerle el pescuezo a la estabilidad económica de los venezolanos. Y eso es inaudito. ¿De qué van a vivir los pobrecitos? Ellos tienen derechos. Por ejemplo, el de seguirnos metiéndonos la mano en el bolsillo, especulando y destruyendo nuestra economía. ¡Está prohibido votar por la Oposición!

"La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto. Si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio": Ronald Reagan

La Oposición podría también torcerle el pescuezo a la impunidad. ¿A quién se le ocurriría tamaño esperpento? Sería mejor acabar con las Cortes, como propone la MUD. Sería mejor para que los políticos presos estuvieran libres. No importa si existe una Comisión de Acusaciones, por ejemplo, que continuaran garantizándole impunidad controlada.

"En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno": Konrad Adenauer

Venezuela es un país con una tasa de votantes relativamente alta, sobre todo en las generaciones más adultas, y que movimientos anti-sistema tienen escasa aceptación dentro de la población.

Independiente de este apoyo al sistema democrático, socialista y chavista, podemos observar, contrariamente, que la aceptación y la evaluación de los gobernantes y dirigentes opositores han tenido un comportamiento errante. Tal situación, es en sí compleja, puesto que la estabilidad de los regímenes políticos se funda en la confianza y la legitimidad que el pueblo entregue a quienes lo gobiernan.

"El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido": Winston Churchill

La evaluación negativa que hace el electorado de sus representantes opositores genera desafección política, y por tanto, que las personas sientan que no tiene sentido participar y actuar políticamente, debido a que éstas no tienen un efecto real en el mejoramiento de sus condiciones de vida. En otras palabras, no tienen pueblo.

La situación difícil que atraviesa el país gracias a la guerra económica podría explicar en parte la aparente apatía de los jóvenes a votar. Otros prefieren irse del país. Habrá que esperar a ver los frutos de la inscripción automática, y de los movimientos estudiantiles de este último año.

El rol de los políticos en los procesos de integración y cambio social es fundamental, en ellos radica la representación de los intereses del pueblo y la búsqueda del bien común, pero tal representación debe estar fundada, como diría Nicolás Maquiavelo, en la virtud. Tal cualidad, es la que al parecer se ha perdido; tanto es así que algunos representantes de países garantes del Diálogo ya no quieren continuar de la farsa de la corriente opositora.

"Es imposible construir una nación solo entre buenos": Francisco de Roux

Toda esta experiencia es muy positiva para el país y los errores seguramente serán corregidos.