Yo soy un chavista crítico, siempre lo he sido y lo seguiré siendo. La crítica y la autocrítica forman parte de una metodología científica para la búsqueda de la verdad. Es completamente cierto que sin la crítica y la autocrítica, ni pensamiento reflexivo, no puede haber un proceso revolucionario, sino en todo caso una creencia indiscutida, basada en la obediencia a un Ser Superior y Omnipotente, como ocurre en las religiones, lo cual es un problema espiritual y no terrenal.
En relación a las elecciones del 20M el pueblo chavista va votar masivamente por Nicolás Maduro, pero no es un cheque en blanco al Presidente sino el cumplimiento, por la mayoría del pueblo, de la parte que le toca, para que después del 20M se cumpla lo prometido. La gente espera el desmantelamiento ofrecido, por el Presidente, de las mafias económicas del queso, los huevos, los pollos, la carne, la mantequilla, el aceite, el papelón, la azúcar, las harinas, el arroz, la pasta, las verduras, las frutas, las medicinas y de los artículos de aseo, limpieza e higiene.
El pueblo chavista sabe que los dueños de la producción y distribución de estos productos están viviendo en el paraíso terrenal del liberalismo económico porque no hay nadie que le ponga coto a sus desmanes con los precios desestabilizadores que aumentan cada minuto. El Presidente Maduro está obligado a cumplir su palabra empeñada. Después del 20M es su turno de aplicar la justicia, y hacer lo que tenga que hacer, para detener los crímenes del capitalismo, contra una población indefensa, ante la escalada de precios imparable que pulveriza las buenas intenciones gubernamentales contempladas en las diferentes ayudas sociales.
Nicolás Maduro cuenta con el apoyo de los millones de electores, que resisten con dignidad la guerra económica, porque ha triunfado en la conciencia de la mayoría de los votantes la conveniencia de sufragar por una alternativa diferente al capitalismo salvaje sin injerencia extranjera. Al mismo tiempo esas mayorías demandan, con un contenido crítico, la constitución de un gobierno democrático que tenga la fortaleza, eficiencia y decisión, sin vacilaciones, para desmantelar las mafias económicas de la producción y distribución.
El comportamiento electoral de las mayorías chavistas ha puesto de manifiesto su profundo carácter crítico y autocrítico, como lo revelan los resultados de las cuatro últimas elecciones, desde el 6/12/15, lo cual debe ser tomado muy en cuenta por los analistas políticos.