"La tercera línea, una lucha renovada y frontal contra todas las formas de corrupción y la formación de una nueva ética patriótica y ciudadana." Nicolás Maduro
Porqué somos tan corruptos, de dónde viene la viveza, el querer sacar provecho económico a todo, en extraer medicinas para venderlas, porqué la droga, porque la ineficiencia, son muchas preguntas. El problema moral desde un alto funcionario hasta el común de la gente es de índole cultural, de la concepción que se pueda tener de la vida, de lo que Erick From decía del Ser o Tener, de los errados valores materialistas que arrastramos como modelo social.
Lo moral es también un hondo problema espiritual, ético, de frustración personal queriendo satisfacer necesidades materiales de la noche a la mañana perjudicando a terceros. Cómo un Estado puede solucionar esto; muchos opinan que con cárcel, expropiación de los bienes mal adquiridos, expulsión del cargo público. Eso sería parte de la solución como institución, aunque pueda avanzarse más. La prevención es vital. En lo que respecta al Estado, entiéndase alcaldías, gobernaciones, instituciones públicas y ministerios ha de filtrarse muy bien los perfiles profesionales y éticos del personal que se contrata, no puede seguir dándosele cargos a personas porque son muy políticos, o amiguitos y mucho menos familiares.
El Estado debe ser muy exigente a la hora de la asignación de cargos de confianza y medios, evitar a como de lugar que personas con poca capacidad para administrar recursos y gerenciar empresas, a la larga son potencialmente corruptos, no sólo porque roben sino que por su mala gestión y dirección quiebre una empresa o la conduzca mal. Cuántos ministros, militares y presidentes de institución se lucran con el erario público, cuántos no terminan estancando un proyecto y hasta destruyéndolo. Los ha habido por montones en la Cuarta República y en esta.
No es difícil filtrar bien con métodos precisos la selección de personal. Deben existir controles profundos y eficientes en las gestiones y administraciones en todas las áreas administrativas del Estado, las empresas privadas las tienen sino no botaran personal que caen en delitos de robo y hasta ineficiencia.
Debe reeducarse en la concepción del trabajo público y el servicio. Entendemos que hemos heredado una administración pública con una nómina enorme que se ha acrecentado en 20 años con la creación de tantos ministerios e instituciones. Cuántos empleados públicos hay en el Estado: ¿Tres millones o más? Cómo se puede controlar esa cantidad de personas, cómo un superministro con tantos cargos a la vez sea eficiente en los controles, si es que realmente existe, cómo va a estar pendiente en los detalles, con qué personal de confianza realmente cuenta para garantizar los objetivos y la sana administración.
Está realmente la Contraloría de la República ejerciendo sus funciones porque a la vista está de las enormes pérdidas que el Estado ha tenido por malversación de fondos; ejemplo máximo de ello es PDVSA, las empresas públicas paralizadas, proyectos aprobados sus recursos sin arrancar. No es tan fácil tomar el toro por los cachos, pero debe hacerse, detenerse este cáncer de la corrupción.
Hugo Chávez fue muy frontal contra la corrupción, se hizo muchos avances y aun así su emblemático Ministro Rafael Ramírez hacía guisos en sus narices, la ex fiscal de la República Luisa Ortega Díaz creaba su red mafiosa dentro del Ministerio Público y así una larga lista. Entiendo que el problema de la corrupción es un caso personal, dependerá de cada persona, funcionario tanto de seguridad como civil, el Estado y gobierno debe replantear el Estado que tiene, saber trancar as entradas que motivan a la corrupción, crear fuertes y efectivos mecanismos de control en todo.
Con respecto al pueblo llano es más triste porque la crisis ha sacado a flote ese capitalismo salvaje que tenemos dentro como; por ejemplo traté de comprar un kilo de Yuca, el vendedor tenía punto y me dice: "En efectivo 70,00 Bs y en punto 200,00" le dije que no, me fui meditativo, qué hace que esa persona haga eso, qué lo motiva a robarme 130 mil así no más sin cargo de conciencia sin pudor. En la panadería fui y compre un campesino, parecido más a canilla, a 140 mil, al día siguiente a 180 mil, porqué, dónde están los criterios financieros para que lo aumentase de un día a otro. En un abasto pequeño fui a comprar otro producto a 140 mil, al día siguiente ya me estaba cobrando 230 mil por sus gestos me percaté que no fue sincero, me estaba atracando.
Qué es lo que hace que un comerciante juegue con los precios sin criterios reales de economía, qué piensa que acaso, pienso que son niveles de codicia nunca antes visto. Qué piensa una persona o grupos de ella cuando extraen productos de una caja de CLAP, o roba un camión de los mismos para revenderlos, qué piensa un compatriota cuando vende a triple del precio productos del CLAP, y así tantas cosas. Cómo se soluciona esto, algunos dirán cárcel para todos ellos, pero cuántas se necesitarían.
Es un grave problema ético espiritual, son las heridas de las que habla el Presidente Maduro, peor aún dónde está la labor espiritual de las distintas religiones como las de la Iglesia católica, dónde está la labor de los miembros familiares, del liderazgo revolucionario en conciencia en el pueblo.
Están los empresarios marcando ejemplo o los empleados ven a diario cómo gestionan y comprar mercancía bachaqueada para revenderlas a precios altos. Qué decir de los funcionarios que deben velar por la seguridad del pueblo y que muchos se benefician lucrativamente del bachaqueo, la economía informal, los comercios y hasta el tráfico de influencia y comercial en los puertos y empresas del Estado. Es una batalla de conciencia colectiva donde la re educación al pueblo es una tarea prioritaria.