Ahora si, por fin, después de varios intentos e igual números de fracasos, la oposición encontró la formula de tumbar a Maduro. No pudieron las guarimbas, los paros, la guerra económica, las "pruebas" de su nacionalidad colombiana, el abandono del cargo denunciado por ese desbarajuste llamado Asamblea Nacional, ilegal por estar en desacato, ni el abominable hecho ocurrido este 4 de agosto cuando creyeron jugarse la ultima carta intentando asesinar al presidente y a todo su tren ejecutivo.
Ahora asoman una amenaza más efectiva, según ellos. Van a llamar a la rebelión, pero utilizando como única arma sus peludas nalgas, que ya en otra oportunidad enseñaron con fervorosa pasión pueril. Si, porque esa fue la impresión que dieron, un juego de niños mimados que decían: "Maduro, si no te vas te caemos a peo". La manera más infantil de protestar, inédita en nuestra cultura.
Pero a pesar que en aquella oportunidad tuvieron otro fracaso, pues a peos más grande se ha enfrentado Maduro que a las inofensivas flatulencias que puedan salir de los intestinos de esa clase de protestas, insisten en esta oportunidad en pelarse el trasero y presentarse en plena calle usando como única prenda de vestir los llamados "cacheteros", ropa interior que descubre ciertos atributos de quienes los usan.
La cosa va tan en serio que un diputado de la AN, en desacato, durante su intervención para protestar por la detención del magnicida fracasado Juan Requesens, se quitó su fino traje para en pleno hemiciclo quedarse en "cacheteros" mostrando su esquelética figura, demostrando su inmadurez política y falta de argumentos. Es como una especie de mensaje que ahora las protestas de la oposición se realizaran de forma más pacifica pero tan solo en "cacheteros" y mostrando los glúteos. Lo cumbre es que el referido diputado justifica su acto diciendo que "el honor de un hombre no esta en su ropa", pero se le olvida que despojarse de ella en publico y quedarse en cueros constituye una inmoralidad y falta de respeto a las buenas costumbres.
Seria bueno saber si opositoras como María Corina , Lilian Tintori y Delsa Solórzano, por nombrar solo tres, se unirán, a este tipo de protesta, una idea que les permitiría abultar el numero de manifestantes que por curiosidad los acompañarían y así no se verían tan escuálidas sus concentraciones.
