El presidente Nicolás Maduro ha dicho en una cadena nacional que solicitará apoyo financiero a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para costear los vuelos del Plan Vuelta a la Patria (1), impulsado por el Ejecutivo Nacional, que según ha traído de vuelta a miles de Venezolanos que han sido blanco de xenofobia o discriminación en varios países del resto del continente a donde se han visto forzados a migrar debido a la grave crisis que padecemos y que cada vez se agudiza más.
Maduro dice que solicitará a la ONU el apoyo de 500 millones de dólares y traer de vuelta a quienes siguiendo una oferte falsa se fueron a otros países, haciendo gala de tópicos propios de una cúpula que les da igual hablar de "ofertas falsas" aludiendo hacia otras partes como si una mayoría de venezolanos le habría elegido a él presidente en el 2013 para que llevara de cabeza al país a la peor crisis económica en nuestra historia o más concretamente como si lo hubiésemos elegido para que suspendieran de facto nuestra Constitución del 99, quebraran el aparato productivo, entregaran el 12% del territorio nacional a transnacionales mineras con el proyecto del Arco Minero del Orinoco, convirtieran nuestra soberanía en territorio de Zonas Económicas Especiales, llevándonos a un régimen político autoritario con características peculiares al que incluso es difícil poder encasillarle en categoría alguna.
La primera discriminación o maltrato lo estamos padeciendo quienes vivimos de nuestros trabajos, de un gobierno que se hace llamar "obrerista" y "revolucionario" pero que lleva adelante la estructuración de políticas regresivas más agresivas incluso que los gobiernos de la llamada cuarta república, como por ejemplo la vulgar bonificación de nuestros salarios, la pretensión de eliminar los convenios colectivos (más allá de lo que digan para justificar las tablas salariales establecidas y calculadas en petro), la eliminación de los tabuladores, le negación de las organizaciones sindicales, que entre otras tantas consecuencias de lo que ha sido el rumbo escogido por el cogollo psuvista, han logrado que seamos unos desplazados dentro de nuestro propio país de la posibilidad de poder tener una vida mínimamente digna.
Pero si de repatriar se trata, y como algunos sectores de la vida política hemos intentado demostrar que el verdadero peso de la crisis no obedece precisamente a esperpentos mediáticos ni a una "guerra económica" en los términos que lo propagandiza el gobierno, si algo amerita llevar a cabo acciones con perspectivas de lograr traerlos de vuelta y ponerlos al servicio de la problemática relacionada con la alimentación o medicinas, son los 500.000 millones de dólares fugados hasta el año 2013 a través de distintos mecanismos, entre ellos el recordado CADIVI, en donde se encuentran envueltos grandes empresarios y el Estado, conocido como "Desfalco a la nación" (2) y ante lo cual las más altas autoridades institucionales en todo momento se han hecho de la vista gorda, desoyendo las propuestas de investigación o de auditoria que hemos realizado desde organizaciones como Marea Socialista, pero ya es sabido que la proscripción o la retaliación han sido las respuestas que hemos recibido.
¿Quiere el gobierno que de verdad los millones de venezolanos que se han ido empiecen a considerar la posibilidad de volver? No lo creemos así, si nos violan sistemáticamente todos los derechos dentro de nuestras propias fronteras, menos les va a importar la suerte de quienes se han ido. Lo del "plan vuelta a la patria", que obviamente para nada hace parte de algo pensado a resolver el problema de fondo, es otro eufemismo de quienes se mueven en el marco de un plan global del capital financiero mundial al que se han asimilado a velocidad de vértigo con su entreguismo, a la vez que recurren a la represión contra quienes se han levantado contra la grave situación que vivimos. No tenemos salida con Maduro y su combo, lo que sin duda tiene que colocarnos a los trabajadores y los sectores populares en el terreno de la lucha política y construir alternativas en ese sentido es un reto de vida o muerte.
