Nicolás, Nicolás; ¡a Cumaná quién la ve Nicolás!

La convulsionada ciudad luce desprotegida, abandonada a su suerte; ¡perverso, malvado, histórico destino de traición y muerte!, ayer contra Antonio José, ¡El Gran Mariscal!, hoy contra todo un pueblo que busca sosiego, bienestar, esperanza…

Por estos días, inicios de Octubre, la noticia del arribo de 15 mil toneladas de trigo panadero a puertos de Anzoátegui y consecuente arrime a la planta procesadora "Monaca", Cumaná, colmó de alegría la ciudad, su gente, sus rostros. −¡Era el sentimiento en cada rostro de la ciudad!− Los inadvertidos opositores, callaron, miraron al cielo, a la tierra, pasaron por otros caminos, para no reconocer, para negar, para no ver a ambos lados de la avenida Universidad la majestuosa fila de "gandolas" que por días transportaban el trigo, ¡bendito trigo! Hoy se ven otras gandolas, ¡cargan la harina de trigo panadero!, las llevas a otro destino ya procesada. En Cumaná, ¡se ve pan por todos lados!, vendedores ambulantes, nuevos panaderos, panaderías viejas, todos hacen y venden el tan preciado y necesario alimento. El problema desde entonces, y a partir de esta harina panadera, todos panaderos informales y formales, aumentan los precios en la práctica diaria mientras disminuyen el tamaño y calidad de la pieza de pan.

−¡El problema está en la harina, todos los días aumenta de precio! Dicen ellos.

¿Quién la trajo, quién la distribuye, quién aumenta de precio?...

Panaderías, abastos, supermercados, farmacias… comerciantes todos, ya no emiten facturas, ¡no les da la gana!. ¿Cómo te quejas, con quién te quejas? Todos parecen enchufados, aliados, familiares… amigos y colaboradores del gobierno. La SUNDDE es, en el mejor de los casos, parte de ellos o inexistente.

La carne, el pollo, la harina de maíz, los huevos… de precios acordados, no hay, no existe, no se encuentra. En UNICASA, ¡un día vendieron una vaca!, luego; el resto nadie sabe dónde fue. ¡Carne, pollo, hay pero en mercado de libre albedrío! ¡El cochino incomprable! ¡Los huevos, cuando se consiguen, es mejor no comprarlos, porque no se sabe cuánto tiempo llevan escondidos y en qué estado de descomposición están!... ¡Ni siquiera los huevos del TUNAR, empresa productora de alimentos, publicitada y ampliamente beneficiada por el gobierno nacional! Los de Alimentos Polar son comercializados en combos, en apariencia; ¡violando todos los precios acordados!

Pero no sólo la empresa y empresarios privados hacen de las suyas. La llamada "COMERCIALIZADORA", empresa distribuidora de alimentos para los Consejos Comunales a cada mes, tras de cada entrega, parecen elevar los precios de las "bolsas CLAP" al doble −bolsas con 9 kilos de alimentos x Bs S 398, este mes, no cajas CLAP− hoy con el agravante desespero de condicionar este suministro a la compra de una bolsa de leche −un kilo en polvo tal vez−, por Bs S 347 adicionales, duplicando, en 24 horas, el precio ya duplicado del mes anterior para la "bolsa CLAP".

Desde esta perspectiva Presidente; Cumaná, luce abandonada, sin rumbo ni dirección −¡como ayer, dejada a la suerte de un fatídico destino!− y se percibe, se intuye, se huele una pérdida de la guerra en todos los frentes. Contra los comerciantes inescrupulosos, contra el hambre y la miseria, contra la salud, contra la vida, contra la desesperanza… contra los enemigos internos de la Patria que soñamos junto a Chávez, que deseamos. ¡La Patria Buena, Noble y de oportunidades!

Intuitivamente; se desmantela la Ciudad, la Universidad, la institucionalidad del Estado. ¡Se instala vertiginosamente el Estado-Nación fallido necesario para la intervención humanitaria! Por lo pronto y con extrema rapidez; la ciudad, la gente, la sociedad cumanesa, después de 20 años, parece encaminarse hacia el más grande, significativo y perverso triunfo de los enemigos internos y externos: ¡Quitarnos la Navidad y con ella la esperanza de un destino mejor!

En la conversa necesaria de la tarde anterior con Camila, desde su ingenua picardía de niña de 11, pregunta sobre el "Dicho", los "Dichos". ¡No sé muchos, tal vez ninguno completo! Recuerdo, le cuento sobre el refranero Presidente Herrera, su afición y deleite por el "Toronto". Sus días de Presidente, en horas del descanso necesario como mortal, despreocupado, sentado a orillas de nuestro Mar Caribe, allá; en la "enramada" de "Chico Lencha", su compadre "Lencho", deleitando Torontos y cochino frito. ¡Eran otros tiempos con su adversidad característica, menos peligrosos, menos vertiginosos! ¡Eran tiempos difíciles también, eran los tiempos del fin de la Venezuela Saudita, del ta barato dame dos!

¡Tenemos tiempo que no hablamos!

¡Desde aquí, sin que nadie se entere; tómese un descansito Presidente! ¡Desencláustrese y dese una vueltica inesperada por Cumaná! ¡Ella, Cumaná, y los que en ella vivimos el día a día, la desesperanza por la falta de una u otra cosa; del trasporte público en manos de los perreros, de gobierno, de todo, requiere de autoridad, de hombres mortales con mirada, decir y hacer despreocupado, decisivo y decidido!

¡Ay Cumaná; quién verá por ti!



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Felipe Marcano


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