No sé si al hablar del informe de Maduro a la ANC debo hacer referencia a los cantos de sirenas, esos que atraían a los navegantes hacia los arrecifes o la perdición. Pero lo cierto es que cada vez que el presidente habla y ofrece algo, esto que ofreció este día, que tanto volvió a entusiasmar antes de ayer a gente buena y sin duda muy preocupada por el destino nacional y hasta de la que tripula el barco que se arrecuesta peligrosamente a los arrecifes, que es lo mismo de cada día, lo que dijo haría meses atrás, y lo dijo otras tantas veces más atrás, observo con preocupación y dolor como hay de aquella que nuevamente se deja convencer y razona:
-"Ahora si es verdad que se viene lo bueno. Tiene un plan certero y eficaz. No lo exhibe, pues como el torero debe mantener la espada tras el estoque para que el brillo de aquella no distraiga ni ponga en aviso a la bestia."
Gente opositora cree pedestremente que no hay en el mundo cabida para gente como esa. Con tanta buena fe y capaces de los mayores sacrificios a cambio de poco o nada. Pero si los hay. Si existen de esos que escucharon anteayer y ayer al presidente decir lo mismo que dijo hoy y parecieran destinados a escucharlo mañana sin que nada cambie, y se quedan sin querer creer lo que ven, han visto y verán según su razonar que no es ligero, pero atrapados en el sentimentalismo y hasta amor por las personas, no sin motivo, pues eso es el resultado de años habiendo luchado juntos, que cada oferta que es la misma de antes, pero ahora si es verdad que se viene con todo; y a cambio de nada, no hay muchos pero si los hay. Juro que los hay: Les veo, leo y siento, tanto que en veces me entran las dudas y pareciera moverme entre la realidad y la fantasía.
Cuando mi amigo se decidió como a desahogarse y se lanzó en denuncias y solicitudes de respuestas del gobierno nacional y de la ANC de la cual forma parte, por la indolencia, corrupción y burocracia que les atrapa, asunto en el cual como que lo dejaron solo, por lo menos muchos de quienes uno espera otra actitud optaron por callar, el presidente, quien no deja de exhibir la habilidad que se aprende o a la gente se le pega en esas plazas de la política mundana, hizo suya aquella denuncia y la llevó de allí en adelante a todo sitio donde concurrió y le toco hablar que es como decir a todas partes. Entonces el gobierno pareció como enfermo, según el diagnóstico no de mi amigo sino del presidente mismo y, como tal, portador de todos aquellos males. Mi amigo, atraído por aquel como canto de sirena, dicho así porque no sabemos a ciencia cierta de que cosa se trata, se ha sentido respaldado y positivamente respondido en el discurso presidencial. Tanto es así que en su último artículo al comentar aquella expresión del presidente, como una de las tantas que usa en su habitual iracundia, que asumiría el control de PDVSA porque allí sigue campeando la corrupción, tanto que parece estorbar los intentos de reactivar la producción de petróleo, reaccionó emocionado y hasta llegó casi pedirle destitución del presidente de la empresa, aunque se limitó a decir que éste debe renunciar. En efecto dijo mi amigo, "Lo valiente, lo patriótico fue que se atrevió a decir, que están dominadas por mafias que se roban todo y que está cansado de eso y lo va a derrotar. Nadie se había atrevido a llegar tan lejos. El presidente de PDVSA, por lo menos, debe renunciar. Otro atrevimiento del presidente fue solicitar que los ministros vayan a rendir cuenta ante la ANC."
Uno se asombra. ¿Es la primera vez que mi amigo escucha eso? Solamente, desde su reclamo en la ANC, que el presidente replicó en el llamado "Congreso Bolivariano de los pueblos" o algo parecido a eso, lo que lleva más de un mes, nada ha pasado. ¿Acaso siquiera, por lo menos que se sepa, ha ordenado alguna investigación sobre el ministerio de Alimentación? El ex alcalde Guanta, Jonathan Marín, hace meses se fugó con la cabuya en la pata y que se sepa nadie le investiga y al contrario pareciera intentarse eso quede en el olvido. Son los gringos quienes últimamente denuncian a corruptos, que por la actitud del gobierno si parecen serlo. Las reiteradas denuncias contra quienes manejan el programa Claps, cuyos productos terminan en manos de los bachaqueros, nadie las escucha y menos las procesa. El sonado asunto de los perniles al gobierno le resbaló y al contrario se intentó descalificar a los denunciantes como desleales, enemigos de la revolución, agentes de la CIA y hasta guarimberos. ¿Qué pensar cuando denuncias que envuelvan a personajes cerca de los primeros anillos y contra altos funcionarios incompetentes y de mala fe, pasan al olvido o se distraen?
Entonces el discurso de Maduro a la ANC trajo reacciones de distinto tipo. Uno se soslayó, para no generarse más amarguras, viendo a mucha gente antes tan exigente, aplaudiendo frenéticamente frases y ofrecimientos repetidos, hasta dentro del mismo discurso, aunque este al parecer estuvo dividido en tres lotes. Ante cada oferta, ya antes ofrecida meses atrás y quedada en el olvido, los asambleístas reaccionaban como si fuese esa, no "la última vez", como dice la canción, sino la primera y daban muestras de emoción y hasta asombro. Y había de soslayarse para no mandarle malos mensajes al cuerpo. Eso fueron unos cuantos si no la mayoría. Unos pocos, como mi amigo, se mostraron cautelosos y discretos, hasta tomando apuntes. Pero más tarde, creyeron hallar en ese discurso lleno de cosas repetidas, ofrecidas antes, como hasta las medidas económicas, particularmente la referida al salario que mi amigo pocas horas antes le recomendó no siguiese aplicando, como otras tantas cosas, en lo que para nada el presidente le prestó atención, salvo ofertas dudosas como luchar contra la corrupción y el burocratismo, lo que nada cuesta prometer, como antes lo ha prometido sin que nada suceda. Y asombra como mi amigo valora exagerada y emocionalmente que el presidente "exhorte", vamos a decirlo así, para como decimos los cumaneses "no envenenar el agua", a la ANC cite a los ministros a rendir cuentas y responder a lo que sea menester. Es decir, algo que es derecho constitucional de la ANC, con lo que hasta ahora este órgano no se ha atrevido a cumplir y obligación de todo funcionario del Estado, para el constituyente debemos verlo como un gesto trascendente, un atrevimiento y digno de celebrar, como para ocultar otros males, del presidente de la república.
Para otros, entre estos me incluyo, quizás porque no tengo mucha vela en ese entierro y siendo trabajador al servicio del Estado esperaba se me cumpliesen muchas cosas, entre ellas lo relativo al contrato de trabajo que con nosotros firmó el patrón que es el gobierno, de un Estado que administra cuidando que los patronos se llenen hasta saciarse el buche, no encontró en ese discurso nada que el presidente no haya dicho antes. No quería incurrir en el lugar común pero después de meditar detenidamente, caí en la tentación que el discurso de Maduro fue "una crónica de una muerte anunciada". Porque es lo mismo de antes. Volvió lo que mi amigo no quería, que el presidente hablase de subir salarios para impactar sin importar que los precios antes que los trabajadores comencemos a cobrar se pongan por encima, lo que significa un volver con el mismo sainete de los precios acordados. Pero mi amigo, para mi asombro, ahora creyó oír algo diferente. ¡Qué vaina con los sentimientos, en veces, cómo que nos engañan!
¿Es acaso la primera vez que escuchan esa oferta? ¿Es suficiente el juicio subjetivo según el cual esta vez puso como más énfasis, para creer que ahora sí es verdad? ¿Cómo olvidar ofertas como aquellas de Sacudón y Revolcón? ¿Cuántos ministros ha destituido, de los demasiado que hay, en una administración hasta reconocida por él mismo como incompetente? ¿Cómo reaccionar ante la oferta de volver con la patraña de los Precios Acordados? Como los sé de buena fe, unos cuantos no a todos, me pregunto, ¿será que esta cualidad induce a la sordera y al olvido prematuro? ¿No será que el Alzheimer se ceba en la gente buena, que como las ve abiertas y descuidadas, con la guardia baja y creyendo en todo el mundo, allí centra su ataque?