Lucas Leal

En una entrevista por Globovisión, a la una de la tarde del 18 de enero de 2019, el ciudadano Simón García (alias Lucas Leal), ex combatiente en la Lucha Armada de los años 60, quien fue dado a conocer entre los militantes del Partido Comunista de Venezuela por su participación en la fallida insurrección militar de Puerto Cabello (El Porteñazo de junio de 1962), luego ex dirigente del Movimiento Al Socialismo por el estado Carabobo, no volvimos a saber de él, porque se sumergió en el anonimato político con el acceso a la presidencia de la República del presidente Hugo Chávez.

Aún estaba en el anonimato el pasado 20 de mayo de 2019, cuando los venezolanos votamos y fue electo Nicolás Maduro. Ahora se despierta de su largo letargo político y debuta en un programa opositor dirigido por un ex izquierdista y ex dirigente del PPT…Vladimir a la 1.

En su nuevo rol público de opositor al chavismo y al socialismo bolivariano, Lucas Leal –es preferible llamarlo así- pide al presidente Maduro la renuncia, por cuanto ha usurpado la presidencia y no es reconocible como Presidente de la República. Lo pide dramáticamente apelando a la conciencia del Presidente para evitar la destrucción de Venezuela, sin darse cuenta, el pobre Lucas, que precisamente su postura es el ansiado camino del fascismo para despedazar al país.

¿Quiere Lucas despedazar al país?

Creo que sí, Dándole rienda suelta al montaje de un gobierno en el exilio con apoyo norteamericano y europeo, de los corruptos y delincuentes internacionales del cartel de Lima, coordinados con el fascismo criollo.

¿Así reinaugura Lucas su nueva vida política visible?

No es la primera vez que Lucas Leal le pide la renuncia a un Presidente.

Por allá, por los años 60, Lucas, en las calles de Valencia pintaba las paredes con atomizadores o creyones de cebo con negrohumo, las letras RR, (Renuncia Rómulo). Renuncia que jamás presentó Betancourt.

Hoy, vuelto un veterano adulto mayor, Lucas sin haber asimilado lecciones de la vida, le pide la renuncia a Maduro, desmarcándose de otros veteranos políticos como Eduardo Fernández y Claudio Fermín. Pero fijémonos en las diferencias de épocas y pensamientos políticos de los tres personajes: Claudio, Eduardo y…Lucas.

Claudio y Eduardo, genuinos representantes de la democracia representativa nacida el 23 de enero de 1958, pero perturbada por la traición a la patria que significó el "Pacto de Punto Fijo" y su entrega a la causa norteamericana para enfrentar al comunismo, ideología a la que adhería Lucas y que en la calle defendía la soberanía de Venezuela ante la entrega puntofijista.

Ellos, Claudio y Eduardo defensores de los intereses de USA en Latinoamérica, fueron derrotados en buena lid, con votos, por Chávez en las elecciones de 1998. Sin embargo, con incontrovertible fidelidad a su pensamiento democrático, hoy advierten al país sobre la legitimidad del Presidente Maduro y piden a la oposición fragmentada y extraviada y ahora golpista, regresar a la verdadera lucha política para ganar el poder, rechazando el asalto armado y golpe de estado que propone Lucas.

No puede negar Lucas, que las ideas estructurales del proyecto político-ideológico enarbolado por el MAS, fueron logradas por Chávez, comenzando por la nueva Constitución. Pero Lucas se fue de ese Movimiento del cual fue alto dirigente desde el año 1971 y se retiró, al igual que Pompeyo y Teodoro, sus fundadores, cuando Leopoldo Puchi, siendo Secretario del MAS, aceptó la solicitud de participar en el gobierno del recién electo Hugo Chávez hecha en el hotel Caracas Hilton, justamente en la fiesta aniversario del Movimiento el 19 de enero de 1999, cuando Chávez aún no había jurado la presidencia, para ciertamente sacar del poder a las oligarquías protectoras de los intereses norteamericanos en Venezuela.

Fue el momento en que Pompeyo, aludido por Chávez en el discurso de felicitación aniversaria a la organización, decide no contestar y retirarse por la puerta de atrás del acto para ir a presentarle saludos al presidente saliente Rafael Caldera, quien cumplía años coincidencialmente con el MAS. Luego Pompeyo abandonaría en junio de 1999, (sin renuncia ni destitución) el cargo de Ministro habiendo sido ratificado por Chávez, faltando a la importancia revolucionaria que significaba la construcción de una política de fronteras para la integración y volverse furibundo opositor de Chávez.

Con menos estridencia lo hizo Lucas Leal.

Se fue del activismo, para aparecer hoy, dieciocho años después plenamente identificado con la política norteamericana y su plan de destruir a la república Bolivariana de Venezuela. Posiblemente como albaceas de Teodoro, según la crónica de la última visita que le hiciera Lucas, publicada en wasap, pocos meses antes de su muerte.

Lucas, sin necesidad de apelar a tu dramatismo, opino que formas parte de esa legión de cadáveres insepultos (lo dijo Rómulo Betancourt en su oportunidad). Es triste terminar la vida así, renegando de las ideas que dieron origen a tu ser político.



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Feijoo Colomine


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