Con motivo de la orden de detención decretada por un juez ecuatoriano contra Ricardo Patiño, quien fuese Canciller de Rafael Correa y por haber hecho un llamado a lo interno de su partido a combatir el Gobierno de Lenin Moreno, el primero declaró a los medios que el actual presidente ecuatoriano "es un impostor profesional". Russia to day. 20-04-19.
Pero además de lo anterior, el ex Canciller agregó que Moreno "Durante diez años se pasó alabando el Gobierno que teníamos, del cual era vicepresidente", y recordó que "llegó a calificar a Rafael Correa como el mejor del mundo". Patiño habla de los años que Moreno fue vice presidente, más nada dice cómo llegó a ese nivel, qué se valió para eso.
Y fue a más, pues aseguró que Moreno "fue captado por la CIA". Y que, "Todo esto que está haciendo, tratar de desbaratar completamente lo que habíamos construido, no queda duda que porque él no tiene la inteligencia, la cabeza para armar una cosa de esta naturaleza, si no que es algo organizado desde la Embajada había sido programado con la CIA norteamericana".
Nosotros, en artículo titulado "Propongo premio Tonto de Capirote para Rafael Correa. Vuelve base militar de Manta, Ecuador", con fecha 03-09-18, el cual pareció por Aporrea, en concordancia con lo dicho ahora por Patiño, señalamos como Moreno, " la noche cuando se celebraba el triunfo allá en Quito, Moreno no se cansaba, casi con voz llorona, que uno creyó de agradecimiento de verdad, de decir "Gracias Rafael". https://www.aporrea.org/internacionales/a268764.html
También dijimos en ese artículo que "A mi edad, por mi formación, me es suficiente hablar un poco con alguien para identificarle políticamente y con muchas otras cosas. Con los años y hasta la experiencia de participación en distintos espacios y circunstancias, uno desarrolla ciertos "programas" que le advierten hasta detalles que pudieran en muchos casos pasar desapercibidos. Uno termina convirtiéndose como en un sabueso."
Por lo anterior, uno podría entender que Moreno haya penetrado al movimiento de Correa, lo que además no es nada difícil y hasta llegado a puestos importantes, pues por las razones que más adelante daremos, eso es posible y hasta por demás fácil. Lo complicado de entender es que siendo un agente de la CIA, como le califica Patiño y sus pocas dotes, como este también destaca, no es que haya llegado sino al nivel que llegó, tanto que Correa le dejó de sustituto. ¿Qué pasó?
Es evidente que Moreno no es de esos hombres o casos en el cual el cambio previsible en todo humano se dio lentamente y como resultado de las confrontaciones y hasta revisiones necesarias y naturales dentro de todo proceso, sino fue de manera abrupta o como solemos decir en el lenguaje coloquial "de un momento para otro o de la noche a la mañana", pese a como dijo Patiño "Durante diez años se pasó alabando el Gobierno que teníamos, del cual era vicepresidente", afirma el ex ministro, recordando que Moreno "llegó a calificar a Rafael Correa como el mejor del mundo".
Llegado aquí, uno se ve obligado a voltear la mirada sobre el proceso venezolano y de cómo Chávez y hasta el actual gobierno, tratando de consolidar el hiperliderazgo, le dieron rienda suelta a los adulantes, la mejor manera de fingir y el más habitual disfraz para esos casos, pues no se les observa en detalles, la coherencia del discurso y hasta la forma de vivir, para terminar siendo víctimas de ellos. La adulancia es como un distractivo o un santo y seña para llegar al primero de los anillos.
Digo esto ahora, porque antes en artículo nuestro que he citado, expusimos: "A mi edad, por mi formación, me es suficiente hablar un poco con alguien para identificarle políticamente y con muchas otras cosas. Con los años, la cultura que a uno llega y hasta la experiencia de participación en distintos espacios y circunstancias, le desarrollan ciertos "programas" que le advierten hasta detalles que pudieran en muchos casos pasar desapercibidos. Uno termina convirtiéndose como en un sabueso".
Patiño, como intentado justificar a Correa, su partido y a sí mismo por el engaño del cual fueron víctimas, por lo cual pedí le diesen a Correa aquel premio de "Tonto de Capirote", cuando dice que eso fue un plan urdido por la CIA, porque él – se refiere a Moreno - no tiene la inteligencia, la cabeza para armar una cosa de esta naturaleza, si no que es algo organizado desde la Embajada", está como dándonos la razón. Pues la CIA les metió un enorme contrabando, usando el recurso que al parecer ha sido usual en Venezuela, adulantes y dispuestos a aplaudir y nunca hacer objeción alguna a lo que la jefatura diga. Y ese rol, el de adulante, aplaudidor y defensor del hiperliderazgo es el más fácil de desempeñar. No hace falta, aparte de la poca capacidad para fingir, armarse de discursos complicados como para ofrecer respuestas contrarias a lo que en cada hombre el sistema arma o ideas con las cuales le aliena. Le bastaba a Moreno repetir a cada instante, eso de "gracias Rafael, eres lo mejor del mundo".
Con ese pobre discurso, una silla de ruedas y por supuesto nunca discrepar, se ganó el cargo de vicepresidente para dos períodos y al final le propusiesen para la presidencia de la República.
Al final, uno termina por creer, aquello de "no es del ciego la culpa sino de quien le dio el garrote". Echarle culpa a la CIA, ente que en fin de cuentas hizo el trabajo que le correspondía y le fue encomendado, es como muy fácil, hasta una manera poco perspicaz para deshacerse de las responsabilidades y apropiada para esconder las culpas propias y eludir el debate y la revisión a que haya lugar. Y este proceder parece vuelto abundante.
El hiperliderazgo, el personalismo, mesianismo parecen estar en contradicción con quienes se asumen vigilantes y críticos, mientras buenas migas hacen con los adulantes. Pero estos, en el momento oportuno sacan sus garras, cuentas y hasta colmillos, pues si algo no tienen es escrúpulo.
Entonces, no se trata de buscar respuestas en liviandades como esas, que la CIA hizo lo que uno sabe de antemano está para hacer y se vale de personajes "pocos inteligentes" como Patiño califica a Moreno, para justificar lo acontecido, sino de revisar, criticar y revisarse a fondo para poder hallar las soluciones y dejar de tener a quienes critican o discrepan como enemigos.