La verdadera democracia no existe al margen de la Ley, ni por encima de ella

"En la época en que el Estado Romano se hizo potente y alcanzaba el apogeo de su civilización, los ciudadanos se dividían en dos clases: los poseedores y los no poseedores. Los poseedores pagan al Estado impuestos directos; los no poseedores la daban sus hijos, que eran empleados para proteger a los ricos y que debían derramar su sangre en innumerables campos de batalla para aumentar aún más la fuerza y la propiedad de las clases poseedoras. Proles, en el idioma latino, significa hijos, descendientes; los proletarios formaban, por lo tanto, la clase de los ciudadanos que no poseían nada más que sus brazos y sus hijos".

"El socialismo lo edifican millones de seres", dijo el gran Lenin. Para edificar con éxito, todos deben saber y comprender qué sentido y qué importancia tiene la edificación, deben conocer y comprender el plan según el cual se lleva a cabo la edificación en todos los confines del país. Para ello hay que conocer el material con que se edifica la economía socialista, es decir, las condiciones y recursos naturales de todo el país en su conjunto y de cada gran zona en particular.

La estructuración de Nuestra América exige educar a los pueblos en el espíritu de paz, libre de violencia, respeto mutuo y tolerancia. Se debe prohibir la propaganda de la guerra, del odio y que otros países y pueblos son enemigos. Más ésta dispone de grandes fuerzas capaces de impedir y de abrir camino hacia una civilización sin guerras.

Allí donde los adecos habían enarbolado la idea de progreso como bandera de Juanbimba, puso como base de la fraternidad universal. "Unidad, unidad, unidad" la expresión de la nostalgia de esa comunión que bridaba un sentido a la vida. Hay que conocer la herencia (saqueos, robos, asesinados) que dejó en 40 años la IV república a Venezuela.

A veces el pueblo venezolano triunfa; pero es un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la unión cada vez más extensa del pueblo. Esta unión es favorecida por el acrecentamiento de los medios de comunicación creado por la gran industria y que permiten al pueblo ponerse en relación de todo el país. Y basta ese contacto para que las numerosas luchas locales, que en todas partes revisten el mismo carácter, se centralicen en lucha nacional, en lucha de clases. Más toda lucha de clases es una lucha política.

La premisa esencial de la existencia y de la dominación de la clase (adeco-copeyana) es la acumulación de la riqueza en manos de particulares, la formación y el acrecentamiento del capital. La condición de existencia del capital es el trabajo asalariado. Así, el desarrollo de la gran industria (adeco-copeyana) socava bajo los pies de Juanbimba, el terreno sobre el cual ha establecido su sistema de producción y de apropiación de lo producido.

Ser capitalista significa no sólo que se ocupa una posición personal en la producción, sino una posición social. El capital es un producto colectivo; no puede ser puesto en movimiento sino por el esfuerzo conjunto de muchos miembros de la sociedad y, en último término, sólo por esfuerzo conjunto de todos los miembros de la sociedad.

—La democratización del pueblo venezolano en todas las esferas de su vida, presenta importancia, sobre todo, porque con ella relacionamos el desarrollo de la iniciativa de los trabajadores, el empleo de todo el potencial del régimen socialista. Se necesita para el avance, para que en el pueblo se fortalezca la legalidad y triunfe la justicia, para que se afiance la atmósfera moral, en que el pueblo pueda vivir libre y trabajar fructíferamente.

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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