Que fue elegido en elecciones democráticas y ganó con más del 50% de los votos. Queremos un demócrata como Carmona Estanga que se autoproclame presidente ante un papel en blanco.
Que llamó a un proceso constituyente para elaborar una nueva constitución. Queremos un demócrata que diseñe una constitución de espaldas al pueblo, que negocie con los poderosos y la imponga sin consulta popular.
Que luchó para incorporar en la nueva constitución la figura del referendo consultivo y revocatorio. Queremos un demócrata que elimine esas posibilidades para que el pueblo no participe
Que ha participado en siete procesos electorales. Queremos un demócrata que no llame tanto a elecciones porque eso genera mucho gasto.
Que pregona que las personas están por encima de la economía, y no viceversa. Queremos un demócrata que sacrifique a los seres humanos en el altar del neoliberalismo.
Que ha sacado del anonimato social a las mujeres, indígenas, campesinos, amas de casa, obreros, desempleados. Queremos un demócrata que no se preocupe tanto por los que viven el sótano social, sino que gobierne para los que habitan en los Pent House de la estructura social.
Que después de su regreso al poder el 13 de abril, ante el fugaz golpe de estado, no pudo hacer que enjuiciaran a los culpables. Queremos un demócrata que construya una cárcel y meta a todos los militares, y civiles que orquestaron el golpe de estado de abril, y que grite “muerte a los golpistas”.
Que condena la guerra contra Irak. Queremos un demócrata que santifique la muerte de mujeres, niños y ancianos y que esté convencido de que la paz se construye con la guerra.
Que cuestione las políticas exteriores de los EE.UU. Queremos un demócrata que asuma el ALCA, porque los EE.UU son incapaces de proponer políticas que afecten los intereses de los pueblos de América Latina.
Que se deja insultar por los medios de comunicación con calificativos, tales como, “dictador”, “fascista”, “asesino”, “loco”, “mono”,etc., y no toma medidas represivas. Queremos un demócrata que cierre medios de comunicación, que encarcele a periodistas y dueños de medios.
Que pretenda distribuir la tierra de manera equitativa entre los venezolanos. Queremos un demócrata que defienda al latifundio, que no le importen las miles de familias que carecen de un pedazo de tierra, pero que le brinde toda la protección a quienes poseen grandes extensiones de tierra sembradas de paja, monte y culebras.
Que pretenda regular los horarios en los medios de comunicación y contribuir así a una programación que se ajuste y respete a las necesidades de los televidentes. Queremos un demócrata que entienda la libertad de expresión como libertad de deformación y permita que en los horarios infantiles disfrutemos de espacios “culturales y educativos” donde la sexualidad se presenta de manera distorsionada: la mujer como un vulgar objeto sexual, el sexo como un dios, la infidelidad y la discriminación como valor.
NO AL DICTADOR…QUEREMOS UN DEMÓCRATA
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