Cumaná; ¡cómo y por qué persiste la falta de combustible, Nicolás!

Al llegar Febrero, rebelde y revolucionario, en Cumaná se mantiene un aparente y bien dilatado desabastecimiento de combustible. ¡Desde mediados de Octubre de 2019, año veinte de la Constitución Bolivariana, Bicentenario de Angostura! ¿Por qué tan prolongado desabastecimiento? ¿Qué ocurre en Cumaná con el suministro de combustible?...



Cumaná es una ciudad cuya extensión territorial se puede recorrer unas diez veces (300 kilómetros) en un solo día o en cinco, seis días, ¡con un solo tanque de gasolina de unos 30, 45 litros! Sin embargo desde Octubre, todos los días es notorio observar en cada una de las doce estaciones de combustible de la ciudad unas largas, interminables filas de 200, 300 vehículos -500 para exagerar la nota, ¡Cumaná no tiene tantos vehículos en circulación!-, estén o no distribuyendo. Estas estaciones, cuando más dilatado, son reabastecidas cada 48 horas con cantidades que parecen o en la práctica no son suficientes.



¿Cómo, por qué, a dónde va todo ese combustible? ¡Qué está pasando en Cumaná si cada una de las doce estaciones recibe combustible cada 48 horas, para ser conservador, peor si fueran cada 24 horas!



Lo notorio, visible, de conocimiento de toda la sociedad es que: «¡Necesaria y obligantemente se tiene que decir, denunciar, sin lugar a equívocos, que existe un tráfico, contrabando, acaparamiento, bachaqueo de este combustible que llega a la Ciudad!»



¿Cómo, por quién?:



La iniciativa propia; vehículos colocados a la espera de la llegada de combustible, de primeritos en la fila, son abastecidos en el primer momento, una vez reabastecida la estación. Airosos -como tiburón satisfecho-, raudos corren a la caleta y descargan el preciado tesoro, lo antes posible, para volver por lo menos una vez más a reabastecer en la misma estación o en la fila de otra estación dónde vea la posibilidad. Sume a este proceder la complicidad de funcionarios de orden público; militares, y policiales, destacados en las estaciones, y del propio personal de las estaciones:



¡Cada uno de los responsables, civiles, militares y policiales, de los allí presentes puede llegar a tener 3, 4, 6 o más vehículos -para no ser exagerado con el número de vehículos por funcionario; uno solito que entra, carga, descarga y regresa- a la espera para ser reabastecidos cuando ellos, el personal encargado de la estación así lo determine conveniente en detrimento y menosprecio del común, corriente y verdadero necesitado que espera su turno en la larga y agotadora fila!



Este proceder en todas y cada una de las doce estaciones de combustible en la ciudad de Cumaná, es notorio, fácilmente verificable. ¡Está a la vista y en el clamor de todos, lo cómico es cuando la gente en la calle dice no saber por qué falta el combustible en Cumaná! ¡Todo mundo sabe este cuento y proceder de funcionarios responsables de las estaciones de servicio! La guinda de este pastel es cuando al ser interpelados, con toda la razón del mundo, por furiosos conductores, los ‘irresponsables’, protagonistas, coautores materiales del vandalismo, expresan alegremente que son órdenes de las autoridades superiores…, es decir:



Autoridades militares de mayor rango, alcandía, consejo legislativo, gobernación… ¡En la ‘aparente’ y prolongada escases de combustible en Cumaná ‘todo vagabundo’ tiene un padrino, un familiar, es amigo, allegado consanguíneo o compadrazgo! ¡Dicen ser miembros activos, en servicio, de cuerpos de seguridad o instituciones y dependencias oficiales del estado! mientras su proceder mafioso atenta contra la estabilidad social y política de la ciudad, del estado Sucre, de la nación entera.



¡Más aún!:



Imagine por un momento, todo ese combustible extraído y almacenado inadecuadamente a lo largo y ancho de toda la ciudad; ¡es un polvorín de efecto devastador incalculable!



¿Será la creación y consolidación de ‘un depósito clandestino de proporciones catastróficas’ lo que está en la mente de los autores intelectuales? ¡No sé, solo imagine por un momento, una chispa, una bala, o una bombita sobre ese o múltiples depósitos cuya explosión, como acción de arma de destrucción masiva, sea activada en pleno centro y alrededores de la ciudad de Cumaná! ¿Qué pasaría? ¿Cuál sería la noticia mundial?... ¡Vainas de locos! ¿Quién es el loco? En estos tiempos de gobiernos mediáticos, caricaturescos, la acción cinematográfica es predominante.



Desde la perspectiva económica, estos miles, ¡cientos de miles!, de litros de gasolina son, ‘ni tan clandestina’, negociados en dólares al mejor postor.



Entonces, Nicolás, alguien de mucho más poder, peso, y autoridad debe sin ambigüedades ni dilación ¡Mandar a parar!



¿Por qué no establecer un precio de 50, 60 mil bolívares por cada tanque de combustible lleno con 30 litros? Hay quienes dicen haber pagado en dólares este bachaqueo de combustible ¡Es una propuesta de ensayo y error! ¡A ver quién se poncha o quién agarra base por bolas!



¡Ay Cumaná, quién te viera/ y por tus calles pasara…!



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Felipe Marcano


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