Cada día que transcurre los efectos del covid-19 arrecían la dura crisis que vivimos en Venezuela. Sin llegar a las astronómicas cifras de nuestros vecinos de Colombia y Brasil, el incremento, sobre 1.000 casos promedios diarios de contagiados es alarmante, así como las lamentables muertes de infectados que a diario se han ido sumando.
Mientras el chavismo se compunge con la partida física de Darío Vivas hay quienes, víctimas del "odio político" hacia al adversario, enviaron mensajes de celebración por este deceso. Los mismos que antes se regocijaron con los anuncios de los dirigentes políticos contagiados. Esa misma minoría que también celebró la muerte de Chávez.
Sin terminar de convencerme la tesis del "contagio inducido", no porque los enemigos políticos no sean capaces de atreverse a ello, sino más bien porque considero que lo que ha ocurrido es que los dirigentes, en cumplimiento de sus tareas, que hoy se han visto intensificadas con la pandemia, han estado altamente expuestos al contagio. Nadie debe olvidar que se trata un virus altamente contagioso y el hecho de que un alto porcentaje de personas portadoras del virus sean asintomáticas eleva el riesgo para personas que por razones de sus actividades, siguen manteniendo contacto con muchas personas con regularidad.
En adelante deberá atenderse, con más rigurosidad, lo que el Comandante Chávez decía sobre la obligación de los revolucionarios de cuidarse, claro lamentablemente ya el mismo se encontraba enfermo, para entonces. En su caso, sí que fue víctima de "irradiación" con el objeto de inocularle el cáncer que acabó con su vida. Con el paso de los años se develarán los detalles de este magnicidio perfectamente ejecutado.
Volviendo a la realidad de nuestros días de pandemia, el mes de agosto transcurre y el gobierno no termina de anunciar el impostergable incremento del salario de los trabajadores y mientras tanto el dólar se encarga de menguarlo inmisericordemente. Me contaba una maestra que semanas atrás su salario equivalía a un poco más de 20 dólares y hoy en día apenas llega a los 8 dólares mensuales.
Esperemos que en los próximos días se termine de finiquitar lo correspondiente a este asunto, tan neurálgico para el pueblo que sigue apostando por un gobierno que lo proteja y por un estado social que debe favorecer a las mayorías. Hay que ver el alto número de personas que, a partir del coronavirus decidieron retornar a la Patria, muchos de ellos lastimosamente contagiados. El gobierno viene ejecutando la noble tarea del retorno seguro de estos compatriotas migrantes, de eso se trata cuando se habla de socialismo.
El tema de la gasolina sigue su curso, mientras el gobierno hace descomunales esfuerzos por la reactivación de las refinerías, el plan de distribución de combustible implementado desde junio continúa su marcha. Muchos "críticos" soslayan que el imperio norteamericano ha impuesto duras sanciones a la nación venezolana que impiden que el gobierno resuelva problemas que, en otras condiciones, se solventarían en menor tiempo. Estamos en una guerra contra un poderoso imperio y las sanciones económicas y comerciales afectan a la mayoría, aunque algunos pretendan insistir que "todo" es culpa de un gobierno ineficaz.
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Desaparición de un militante y revolucionario de los "imprescindibles"
Otra lastimosa noticia que atribula a la izquierda venezolana y latinoamericana en estos días es la desaparición de Carlos Lanz Rodríguez.
Este valioso hombre además de haber desempeñado un activo papel de militante revolucionario comprometido seriamente en la lucha guerrillera de los años 60 y 70, en los últimos tiempos y ocupando posiciones de jerarquía, ejerció con ahínco y empeño el incuestionable papel de ideólogo educativo de la Revolución Bolivariana. Cómo olvidar la gesta en defensa del Decreto 1011, en los inicios de Chávez en el gobierno (año 2.000) y el compromiso de Carlos Lanz, junto al Comandante Hugo Chávez en la transformación de la educación venezolana. Así como después ejerciendo actividades en Guayana, siempre con su mirada puesta en la necesidad de formación para la transformación.
En las versiones familiares, difundidas vía redes, el hecho tiene connotación de un secuestro. Apostamos a que los esfuerzos de los cuerpos de seguridad den sus frutos dando con el paradero de este venezolano que ha dejado huellas profundas con su praxis revolucionaria.
Quienes estamos vinculados a la educación en nuestros días y especialmente a la Educación Bolivariana hemos visto en Lanz un maestro y referente ejemplar.
A sus familiares y amigos más próximos extendemos nuestra solidaridad en estas horas de incertidumbre y angustias. Apostamos a que Carlos Lanz pronto continúe entre nosotros, ofreciendo sus experiencias y aportes a una revolución que vive momentos cruciales.