"No hay seguridad si no hay un pueblo viviendo en condiciones dignas". Hugo Chávez (*)
Definitivamente, las condiciones para el proceso electoral del 6 de diciembre donde se elegirá a una nueva Asamblea Nacional son, tanto para el gobierno, para el pueblo y para la oposición, peor que las que se dieron en diciembre del año 2015 cuando el gobierno de Nicolás maduro sufrió la peor derrota que en los 20 años de proceso bolivariano, se haya tenido. Fue una derrota aplastante, donde la oposición obtuvo una mayoría que ni ellos mismos podían soñar ni aspirar, 112 diputados y las dos terceras partes del parlamento era algo inimaginable para ningún analista político. Luego, sabemos que al eliminar los diputados indígenas, por parte del TSJ, la oposición mantuvo una mayoría contundente, pero no podía hacer los desastres que hubiese logrado con la mayoría calificada.
La guerra económica desatada, el acaparamiento de los productos de primera necesidad, las enormes colas para obtener los productos de la dieta diaria, así como de uso personal y del hogar, el ataque a la moneda, la incapacidad del gobierno para controlar o "gobernar" la economía, y una campaña oficialista que no iba más allá de la fiesta y la "bullangería", olvidando el drama social que se vivía, contra una campaña opositora que hacía énfasis en los problemas que sufría el pueblo, contribuyeron a que una oposición que en ese momento fue unida agrupada en la entonces Mesa de la Unidad Democrática, MUD (también el gobierno fue unido en el Gran Polo Patriótico y hablaba de la "alianza perfecta") lograra el triunfo apabullante.
Ahora asistiremos a una nueva convocatoria electoral y el panorama para el gobierno es más sombrío aún, es decir, ya no hay colas para adquirir alimentos, pues se consiguen en todos los mercados, pero con la economía dolarizada en el sector de los precios, estos productos son inaccesibles para la enorme mayoría de la población trabajadora, es decir, para quienes dependen de sus sueldos.
Ahora las colas y el malestar generalizado es por las colas para surtir gasolina, que cada día se hace más complicada, lo que ha generado todo un submundo de corrupción, tráfico de influencias, abusos, anarquía y problemas asociados que generan la sensación de una ingobernabilidad por parte de quienes deben controlar la situación: el gobierno nacional, PDVSA y los gobiernos regionales y municipales.
A esto se le agredan las deficiencias enormes en TODOS LOS SERVICIOS PÚBLICOS:
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Gas residencial que no llega, a pesar de que prácticamente se ha privatizado y encarecido;
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Agua potable que no llega de manera regular a los hogares venezolanos;
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Los permanentes cortes de energía eléctrica que a su vez provocan un mayor malestar puesto que no son planificados, organizados, y afectan a la población en general, con excepción de Caracas, la capital;
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Las telecomunicaciones, cada vez más lentas, caras y con terribles fallas, con empresas que no "le paran" a los decretos del gobierno, elevan los precios del servicio al ritmo del dólar y cortan el servicio al menor retraso en el pago del mismo;
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La recolección de la basura o desechos sólidos se hace de manera retrasada e imprecisa;
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El transporte público se ha convertido en un grave problema, ya que por su encarecimiento y escasez, agravado por el problema del combustible, tiene como consecuencia la desmovilización de la gente que no puede salir de sus hogares o llegar al mismo, y que obliga a las personas a caminar kilómetros para realizar sus diligencias personales o laborales;
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El maltrato, la desatención y el desdén de los funcionarios públicos hacia el pueblo que acude a plantear sus problemas o solventar situaciones confrontadas. Eso ocurre en la mayoría de ministerios, gobernaciones, alcaldías y empresas públicas como CANTV, CORPOELEC, las hidrológicas, las empresas del gas, etc;
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Esa desatención también se vive todos los días en la mayoría de los centros de salud donde acude el pueblo en demanda de atención médica, no sólo por el COVID-19, sino por otros problemas en esta área y se encuentra con que no hay medicinas, exámenes médicos, atención general e insumos medicinales.
Con el anterior rosario de situaciones negativas, el pueblo venezolano acudirá a las elecciones parlamentarias con el agregado de la pandemia mundial y nacional. En el 2015 se dio el fenómeno electoral del "Voto castigo". En esta oportunidad, las dificultades son más acuciantes, ya que el gobierno no ha podido solucionar, luego de cinco años, ni uno solo de los problemas descritos, al contrario, éstos se han agravado y no se avizora, en el corto plazo, medidas efectivas para su término.
Por otra parte, ya el gobierno no va unido a este proceso electoral. Ha surgido en el seno de las filas revolucionarias, la denominada Alternativa Popular Revolucionaria (APR) como una coalición política de izquierda en Venezuela, de profunda crítica con la administración de Nicolás Maduro. "Esta iniciativa viene siendo promovida por el Partido Comunista de Venezuela (PCV), Patria Para Todos (PPT), Izquierda Unida (IU) y Lucha de Clases -sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, 4 de las 6 organizaciones que forman parte del Frente Popular Anti-fascista y Anti-imperialista (FPAA), pero que para impulsar esta nueva instancia han determinado trascenderlo. En principio, a esta coalición se han sumado la Red Autónoma de Comuneras y Comuneros, el MBR-200, Somos Lina, Movimiento LGTI, MPA, COMPA y el PRT". https://luchadeclases.org.ve/?p=8580
Por su parte, la oposición tampoco va unida en este proceso, sino que producto de sus múltiples contradicciones, acudirán varios partidos, cada quien con su tarjeta y candidatos y otra parte, simplemente decidió abstenerse, con lo que se presenta muy debilitada, con un liderazgo desacreditado. Los reiterados fracasos de la oposición en derrocar al gobierno, pedir intervenciones extranjeras, designar "presidentes interinos" y gobiernos paralelos, la corrupción desbordada, los egos en una dirigencia inmadura y llena de aspiraciones individuales, la entrega de nuestra soberanía nacional y un torpe liderazgo, han mermado a esta oposición venezolana.
Es esta división de la derecha, la única oportunidad que tiene el gobierno de obtener una victoria pírrica en las elecciones parlamentarias y salvarse de otra debacle electoral. Este 6 de diciembre, el pueblo una vez más se expresará y veremos que decidirá.
También lo dijo Chávez: "Tengo fe en el buen juicio y la Conciencia del pueblo. Al pueblo lo pueden engañar a veces a través de grandes manipulaciones, pero cuando despierta se convierte en el más grande sabio que pueda haber entre cielo y tierra. (**)
(*) Hugo Chávez.. Aló Presidente No. 62. 11 de febrero de 2001. Bailadores, estado Mérida.
(**) Hugo Chávez. II. Barquisimeto, estado Lara. 6 de mayo de 2006Gabinete Móvil Comunal.