Este breve escrito no pretende, ni de lejos, abordar el tema de la organización y la estrategia del partido, como muy bien lo hizo Lenin en su clásico tratado político que con este mismo título vio la luz en 1902.
Lamento decepcionar también a quienes por la sugerente pregunta podrían esperar de estas notas algo más que la desesperanza y el desaliento de quien esto escribe.
La otra cosa que advierto es que en verdad tampoco tengo respuesta acerca de qué hacer ante la situación tan difícil que vivimos los trabajadores y trabajadores de esta Patria con estos ingresos que cada día se depauperan más.
Pocos, desde el gobierno, se han atrevido a mencionar el tema salarial, entre ellos destaca el economista Jesús Farías, quien argumenta que el Estado no tiene capacidad de incrementar sueldos y salarios porque la brutal caída de los ingresos petroleros se lo impide, así como las sanciones económicas que han impuesto los Estados Unidos a nuestro país.
Algunas voces calificadas cercanas al gobierno, entre ellas la economista Pascualina Curcio, han expuesto que se deben “explorar” opciones para garantizar el mejoramiento de la condición de vida de los trabajadores y trabajadoras, a través de la recuperación de sueldos y salarios y del fortalecimiento de nuestra moneda, después de tanta espera nada termina de ocurrir.
El mismo Presidente Nicolás Maduro, ha puesto esperanzas en la llamada Ley Antibloqueo, que recientemente fue aprobada. En la entrevista que le hiciera Ramonet y que se divulgó a primeras horas del 2021 expresó: “La Ley Antibloque juega un rol de una gran eje matriz en el proceso para la recuperación de los ingresos nacionales. Y con la recuperación de los ingresos nacionales debemos ir recuperando los factores y los equilibrios de la macroeconomía. Ir recuperando el ingreso de los trabajadores y trabajadoras, y mantener un proceso de recuperación del mercado interno nacional”.
Pero, más allá de las declaraciones de buenas tenciones, los trabajadores y trabajadoras que devengamos un salario cada día más depauperado nos encontramos sin saber qué hacer. La situación cada día se hace más insostenible y la actitud del gobierno y quienes lo representan de no hablar del asunto, como si esto no ocurriera, en lo personal me parece insensata.
En la instalación del nuevo Parlamento, el 5 de enero, apenas se oyó la solitaria voz del diputado del PCV Oscar Figuera quien planteó con contundencia la necesidad de incorporar el tema salarial en un próximo debate en la Asamblea Nacional, cuando en su derecho de palabra expresó “…nosotros consideramos que es necesario incorporar una discusión sobre el tema de la recuperación de los salarios y las prestaciones sociales de los trabajadores y trabajadoras venezolanas que hoy están en unas condiciones…, tanto por la crisis general del modo de producción capitalista dependiente y rentista venezolano y por la agresión, obviamente, del imperialismo estadounidense y europeo, pero nosotros también consideramos que por parte de las políticas que se vienen aplicando desde el Ejecutivo Nacional; entonces lo concreto, es proponerle a la Junta Directiva, aquí en esta Plenaria, que considere incorporar en el Orden del Día, de una próxima sesión el tema de las condiciones de trabajo de las trabajadoras y los trabajadores venezolanos, la recuperación del salario, de sus prestaciones sociales y de sus condiciones de vida para poder sobrevivir y actuar como trabajadores y trabajadoras porque el trabajo dignifica y nosotros necesitamos cada vez elevar la dignidad de nuestro pueblo”.
Más claro no canta un gallo, como dice el viejo refrán. Lastimosamente lo expresado por Figuera parece no tener mayor acogida en el seno de un parlamento con mayoría de diputados del PSUV.
Cierro estas notas reiterando que no sé que hacer, pero convencido de que algo habrá que hacer sobre este espinoso asunto de la economía y de la dura realidad que vivimos los trabajadores de la Patria, y que como dice Figuera necesitamos que nuestras condiciones de vida se nos dignifiquen.