Durante los veinte años de gobierno alemán fueron nombrados seis gobernadores: sólo tres eran de nación alemanes, vasallos de la Corona de Castilla, y tres españoles. Se sucedieron en este orden: 1) Ambrosio Alfinger; 2) Juan Seissenhoffer; 3) Jorge de Espira; 4) el obispo Rodrigo de Bastidas, interino primero y titular después; 5) el doctor Antonio Navarro; 6) el licenciado Juan Frías.
El gobierno de los alemanes fue muy irregular. Las actuaciones de Nicolás de Federmann adquirieron un relieve inmenso por sus expediciones al interior, la esclavitud de los indios y el trato a los españoles. Igualmente irregular fue la actuación de Juan de Carvajal, fundador de la ciudad de El Tocuyo y asesino de Felipe de Hutten, uno de los exploradores alemanes. Para poner remedio a la situación envió el Consejo de Indias como juez de residencia al licenciado Juan Pérez de Tolosa. El 11 de junio de 1546 llega a Coro y pasa de inmediato a El Tocuyo. Abre expediente contra Carvajal y lo ahorca en la plaza tocuyana; levantó a los alemanes y a todos sus tenientes, nombró su segundo a Juan de Villegas, un veterano de la tierra y salió de viaje para el cabo de la Vela, en cuyo trayecto murió en diciembre de 1548. Le sustituye como interino Juan de Villegas hasta su muerte en agosto de 1553.
El 12 de junio de 1553 presentó credenciales como juez der residencia y nuevo gobernador Alonso Arias de Villasinda. Ya la provincia tiene ciudades, caminos, perlas en Nuestra Señora de los Remedios, que ha nacido en el cabo de la Vela. Y desde entonces se suceden los gobernadores y capitanes generales, algunos interinos nombrados por la Real Audiencia de Santo Domingo, los titulares con sus documentos en regla por el Consejo de Indias y la aprobación de los reyes. Estos son sus nombres, en derechura hasta 1810, cada uno con sus hechos, con sus virtudes y defectos de hombres públicos en sus épocas respectivas. En torno a ellos, contra ellos, a favor de ellos, se hizo la historia de la provincia venezolana, se asentaron las ciudades, se produjo el mestizaje, se fundió la cultura, se practicó la política, fue posible la economía, adquirió rostro el pueblo: don Pablo Collado, 1559; licenciado Alonso Bernáldez, interino en 1561; el licenciado Alonso Pérez de Manzaneda, 1561; Pedro Ponce de León, 1566; Diego de Mazariego, 1570; Juan de Pimentel, 1576; Luis de Rojas, 1583; diego de Osorio, 1590; capitán Gonzalo de Piña Ludueña, 1597; capitán Alonso Suárez del Castillo, 1602; Sancho de Alquiza, 1606; García Jirón, 1611; Francisco de la Hoz y Berrio, 1616; capitán Juan Trebiño de Guillamas, 1621; capitán Juan de Meneses y Padilla, 1624; Francisco Núñez Melián, 1629; capitán Ruy Fernández de Fuenmayor, 1637; Marcos Gedler y Calatayud, 1644; maestre de campo Pedro de León Villarroel, 1649; Martín de Robles Villafañe, 1654; Pedro de Porres Toledo y Vosmediano, 1658; Almirante Feliz Garci-González de León, caballero de Santiago, 1664;; Fernando de Villegas, caballero de Santiago, 1669; Francisco Dávila Orejón, con igual Orden, 1673; Francisco de Alberra, igual, 1677; Diego de Melo Maldonado, 1682; Diego Jiménez de Enciso, 1688, destituido por la Audiencia, debido a sus tiranías, el 19de mayo de 1692; Francisco Berroterán, 1693; Nicolás Eugenio Ponte y Hoyo, caballero de la Orden de Calatrava, 1699; Fernando de Rojas y Mendoza, caballero de Calatrava, 1706; capitán José Francisco de Cañas y Merino, 1711, un malvado que fue destituido por el cabildo de Caracas el 22 de septiembre de 1714; brigadier Marcos de Betancourt y Castro, 1716; capitán Diego Portales y Meneses, 1721; capitán Lope Carrillo de Andrade Sotomayor y Pimentel, 1728; teniente coronel Sebastián García de la Torre, 1730; Martín de Lardizábal, 1732; brigadier Gabriel de Zuloaga, 1737; mariscal de campo Luis Francisco Castellanos, 1747; capitán de navío Jullian Arriaga y Rivera, caballero de San juan, 1749; mariscal Felipe Ricardos, 1751; brigadier Felipe Remírez de Estenoz, 1757; capitán de navío José Solano y bote, 1763; mariscal Felipe Fondeviela y Ondeano, 1771; brigadier José Carlos de Agüero, 1772; Luis de Unzaga y Amezaga, 1777; brigadier Manuel González de Navarra, quien recibe el título de Gobernador de la provincia de Venezuela y capitán general de las demás provincias de islas anexas y agregadas a ellas, por haberse hecho la reforma de la capitanía desde 1777; González toma posesión el 24 de diciembre de 1782; Juan Guillelmi, 1786; brigadier Pedro Carbonell, 1792, quien es presidente de la Real Audiencia de Caracas, capitán general de todas las provincias y gobernador de la suya, Venezuela, como lo serán los siguientes; brigadier Manuel de Guevara y Vasconcelos, 1799, quien murió el 9 de octubre de 1807; le sustituye interinamente el teniente de rey Juan de Casas hasta 1809; mariscal de campo Vicente Emparán, quien llegó a Caracas el 19 de mayo de 1809 con nombramiento de la Junta Suprema Gubernativa o Junta Central Suprema como también se llamaba; se había formado en Aranjuez el 28 de septiembre de 1808, trasladada a Sevilla el 27 de diciembre es sustituida por el Consejo de Regencia el 29 de enero de 1810. Emparán gobernará hasta su destitución, el 19 de abril de 1810. Y se acabó la provincia, que ahora empezará la guerra y la República, con independencia y patria nueva.
Una provincia bien poblada: Las especiales características del proceso de poblamiento hicieron en Venezuela una provincia capaz de atraer la atención de las otras. Las ciudades fueron el centro vital, el motor que la convirtió rápidamente en cabeza de iniciativa La provincia de Venezuela se armó sobre ciudades. En cada uno de los territorios básicos fue fundada una, que a la vez servía como punto de partida para otra. En el siglo XVI quedó bien determinada la estructura urbana, base para jurisdicción general. La ciudad dispone de un territorio que forma su campo de acción, su jurisdicción municipal. Las ciudades dieron forma y fuerza a la provincia.
La primera ciudad fundada en tierra firme estuvo ubicada, por cierto, en territorio venezolano. Fue la de Santa Cruz, fundada por Alonso de Ojeda posiblemente el 3 de mayo de 1502 en la bahía de Castilletes, muy cerca de la laguna de Cocinetas, en el límite entre Venezuela y Colombiagranida. Sólo duró seis meses.
A mediados de 1545 funda Juan Villegas la ciudad de El Tocuyo. Es la primera que arraiga en el interior, convertida en centro de todos los intereses del proceso poblador. Coro siguió siendo oficialmente la capital, residencia del gobernador, de los oficiales reales y del obispo. Pero El Tocuyo opera, hasta después de la fundación de Caracas incluso, como capital de hecho; allí se organizan las expediciones que tomarán el resto del territorio. Las ciudades aparecen en secuencia: Borburata, por Juan Villegas, en 1548 primero y en 1551 después; Nueva Segovia de Barquisimeto, hoy Barquisimeto, capital del estado Lara, por Juan Villegas, entre abril y junio de 1552; Valencia, hoy capital del estado Carabobo, en 1555; Trujillo, capital del estado de su nombre, por Diego García Paredes en 1558; Caracas, por Diego de Losada en 1567, tal vez el 25 de julio, día de Santiago Apóstol; la ciudad se llamó Santiago de León de Caracas; Caraballeda, 1568; Maracaibo, en 1569, por Alonso Pacheco, repoblada en 1574, por Pedro Maldonado; Carora; por don Juan del Tejo, en septiembre de 1569; San Sebastián de los Reyes, capital del distrito San Sebastián en el estado Aragua, en 1585; Guanare, del estado Portuguesa, por Juan Fernández de León, en 1591; y Nirgua, en el estado Yaracuy, 1628. Las otras ciudades y pueblos son fundaciones civiles, pero también, en gran parte, pueblos de misión, como Acarigua, actual capital del estado Portuguesa.
¡La Lucha sigue!