El TSJ, en sentencia de la Sala de Casación Civil, del 16/04/2021, decide a favor de Diosdado Cabello, la demanda por él mismo interpuesta contra el diario El Nacional en el 2018, por éste haber replicado una noticia publicada por el diario español El País, donde se le vinculaba con el narcotráfico.
Sin entrar en el fondo del asunto, no soy juez, ni especialista en la materia, aunque estoy seguro que ni Diosdado, ni ninguno del gobierno o sus empresarios asociados, teniendo o no motivos, pierda un caso ante un tribunal venezolano; y mucho menos, ante este TSJ. Lo interesante aquí son los argumentos de Diosdado en su demanda.
Tiene razón Diosdado cuando se indigna ante las acusaciones y señalamientos que afectan su imagen, su honor y su nombre; más aún, cuando ésto sucede, sin que se presente ninguna prueba sólida en su contra más que el testimonio de un desertor de la Fuerza Armada, sin que el agraviado tenga la misma oportunidad o espacio para defenderse ante los tribunales fácticos de la inquisición de las redes sociales. Diosdado señala además, que no va a permitir que se metan con el nombre y reputación de su familia, que “eso es sagrado”.
Comparto plenamente los sentimientos de Diosdado, su argumentación, su impotencia al ser señalado, entre otras cosas, de narcotraficante y corrupto, y lo que siente al entrar a las redes sociales y ver como su nombre está asociado a estas acusaciones y las mismas se replican de una manera exponencial.
Pero Diosdado, vamos a estar claros, lo que ha sucedido contigo, tu caso no tiene nada que ver con mi situación. No por los supuestos delitos imputados, sino porque no hay comparación entre el daño que pueda provocar El País o El Nacional, con el daño y el poder que puede ocasionar un presidente y todo su gobierno, con todo su poder en contra de un ciudadano, como es mi caso. Yo no he tenido en contra un artículo de un periódico, yo he tenido en contra todo el poder del Estado, del gobierno, maduro, el Fiscal, todo el poder de los organismos de seguridad del Estado, del TSJ, y los medios de comunicación que controlan, con su plataforma de propaganda, sus redes sociales, sus voceros, palangristas, animadores de programas de odio, con todos sus miles de artículos, falsas noticias, fake news, insultos, etc. El ataque en mi contra es desproporcionado, sin precedentes.
Pero, de cualquier manera, gracias a la jurisprudencia que deja sentada la sentencia de la justicia en su caso, YO TAMBIÉN VOY A DEMANDAR, pero a maduro, a su fiscal y a Jorge Rodríguez, por toda la infamia y la mentira que han vertido en mi contra, por el linchamiento moral continuo y permanente del que he sido objeto, sin siquiera mostrar una sola prueba que sostenga sus falsas acusaciones, provocando un grave daño a mi nombre y mi reputación, a mi familia, viéndome obligado a exiliarme y estar separado de mi país y afectos por el riesgo real, inminente, que corre mi libertad y mi vida en Venezuela.
La sentencia del TSJ, me da uno de los argumentos más firmes para mi demanda cuando, refiriéndose al caso de Diosdado y la afectación que sufrió su nombre y reputación, señala que: “Se trata del desprecio público que se generó en contra de la persona difamada, que lo afectó en su esfera personal y familiar, así como, en frente de su entorno social en general, viéndose sometido al escarnio público sin justificación alguna. Lo que hace que esta Sala lo califique como un daño moral gravísimo.”
Por esto voy a demandar a maduro, por haber utilizado su alta investidura y todo el poder del que dispone para convertirse en juez “a priori”, por acusarme porque “le dio la gana”, de “criminal”, “corrupto”, “traidor”, “terrorista” y otros tantos epítetos y descalificaciones, sin haber podido jamás demostrar nada, SIN PRESENTAR UNA SOLA PRUEBA; por repetir hasta el cansancio sus acusaciones en cadena nacional, por insultarme, atacar mi honor, mi reputación, mi imagen; por perseguirme políticamente, por judicializar la política en mi contra, por ordenar que desapareciera mi identidad y mi obra de las plataformas digitales y registros, que allanaran y ocuparan mi casa de habitación y de mi familia (que ahora desvalijan y roban); por verter todo su odio y utilizar todo su poder en mi contra y en contra de mi familia. Por hacerlo además, de forma absolutamente desproporcionada, con saña, porque tiene en sus manos todos los hilos del poder y el monopolio de la violencia y de los medios de comunicación. Esto nunca había sucedido en el país.
Lo voy a demandar por instigar el odio en mi contra, amenazarme y estimular la perpetración de acciones violentas contra mía. Éste ha sido un recurso permanente de maduro en contra de sus oponentes políticos, utilizar todo su poder, al Fiscal, todo su dinero, sus diputados, sus medios de comunicación y las redes sociales que controlan, para instigar la violencia y el odio, como política de Estado, tal como hizo el gobierno de Ruanda, cuando instigó la intolerancia y la violencia que dio paso al genocido contra los Tutsi, perpetrado en ese país en 1994, y por los cuales han sido llevados a la Corte Penal Internacional, todos y cada uno de los responsables de tal propaganda e instigación al odio y la violencia.
A Jorge Rodríguez, por haberse hecho eco de estas falsas acusaciones y haber ordenado, como anterior Ministro de Información de maduro, la amplia difusión de estas mentiras en todos los medios públicos y privados que controlan o de los que son propietarios, haber declarado en mi contra y haberme descalificado en entrevistas y ruedas de prensa; pero además, por haber censurado, perseguido y cerrado a cualquier medio o periodista que me quisiera dar espacios para dar mi versión de los hechos o hacer frente a tan graves acusaciones.
Por haber activado toda la maquinaria del gobierno en las redes sociales, con sus “bots” y todo su poder mediático para adelantar una campaña permanente de odio, violencia y descalificación en mi contra, instigando al odio y la perpetración de actos de violencia contra mi persona.
Al Fiscal Tareck Willian Saab, por la comisión del delito de levantar falsas imputaciones en mi contra, montar y sustanciar expedientes falsos, utilizar todo su poder para cumplir un fin distinto al que le corresponde y con el objeto de violar mi derecho a la imagen, hogar doméstico y lo mas grave, a la tutela judicial efectiva, la presunción de inocencia, al debido proceso, y la defensa; por presionar y extorsionar a sus víctimas para que en “audiencias cayapa” confiesen lo que a ellos les de la gana; por acusarme semanalmente, incluso en cadena nacional, hasta en forma de reto y amenaza, de cualquier cosa, sin medida, sin límites en sus epítetos y difamaciones, por violar mis mas elementales Derechos Humanos y las Garantías Constitucionales.Todo lo cual lo hace incurrir en Desviación de Poder, Usurpación de Funciones, Falso Supuesto, entre otros, porque con ello, está violando las atribuciones (cargas) que la ley y la Constitución le imponen, que son para el, de ejercicio obligatorio y no opcional, y que lo llevan a incurrir en graves responsabilidades civiles, penales y administrativas.
También voy a demandar a los medios digitales e impresos; que, tarifados por el gobierno o el madurismo, se han hecho eco de las acusaciones que estos irresponsables han hecho en mi contra y en contra de mi nombre y reputación. Igualmente, a los diputados, que valiéndose de su inmunidad parlamentaria, que está circunscrita solo al ámbito estricto de sus funciones, reciben dinero para perseguirme dentro y fuera del país.
Entonces Diosdado, ¿me vas a apoyar para también poder tener acceso a una justicia reparadora? Yo no quiero dinero, ni edificios. Solo que se restablezca la verdad y que no sigan enlodando mi nombre y el del Presidente Chávez, que tu muy bien sabes que estaba al tanto de todas las operaciones y de la gestión de PDVSA y la mía personal, como también lo hacían todos los organismos de control previo y posterior del Estado venezolano, en una gestión abierta al pueblo, pero donde además tengo todos los documentos para probar lo que digo.
Tu sabes bien que cuando alguien levanta una acusación en contra de otro, es el acusador el que debe proveer la prueba, demostrar que el acusado es culpable. El Fiscal, Jorge Rodríguez y maduro son los que tienen que demostrar mi culpabilidad, yo no tengo que demostrar mi inocencia. Pero, de cualquier manera, ésto lo puedo hacer ante cualquier tribunal, como ya sucedió en el caso interpuesto en mi contra por una compañía petrolera norteamericana en Houston por actuar como Ministro de Petróleo de Chávez. Tuvieron bajo juramento, sin acuerdo alguno, que desestimar la demanda porque NO TENÍAN PRUEBA ALGUNA DE SUS ACUSACIONES.
Diosdado, te has sentido atropellado y víctima de la difamación e injuria, pero tu tienes el poder -incluido tu propio programa de televisión-, puedes tomar acciones, demandar, explicarle al país tus argumentos, entonces ¿me vas a dar un espacio en tu programa donde yo pueda intervenir, hablar, explicar, refutar, argumentar? ¿Vas a ser coherente con tu discurso o vas a seguir siendo cómplice de esta “vendetta” en mi contra? ¿Vas a seguir guardando silencio cada vez que maduro repite la estupidez de que tengo palacios en Europa? ¿Entonces, vas a seguir permitiendo que maduro me achaque a mi, a PDVSA y a Chávez, la culpa de este desastre? Tienes la palabra.
La documentación que prueba la violación de mis Derechos Humanos la he introducido ante la Oficina de la Alta Comisionada de los DD.HH. de la ONU, que dirige la ex presidenta Michelle Bachelet, y ante otros organismos competentes. Pero no solo he denunciado mi caso, sino que he incluido y denunciado la violación a los derechos humanos de los trabajadores y gerentes de PDVSA, que han sido víctimas de los atropellos y detenciones arbitrarias por parte de maduro y su fiscal-sicario.
Lo he hecho, no solo por solidaridad con mis antiguos compañeros de trabajo –que no es una solidaridad automática–, a los cuales se les están violando todos sus derechos, sino porque así ha sido siempre mi actuación ante la injusticia: “ir al rompe”, sin cálculos personales de ningún tipo; por eso renuncié al gobierno de maduro, para no convalidar la entrega del país, del legado de Chávez y la violencia del que ha estado acompañado.
Pero además, porque está claro que la actuación en mi contra y en contra de los trabajadores y gerentes de PDVSA, obedece a un patrón de actuación que lo enmarca en una acción violenta contra un grupo humano definido, específico, políticamente motivada, para destruir a la empresa, PDVSA, creando las condiciones para su privatización y entregar el petróleo a las transnacionales; y, con ello, nuestra soberanía económica, destruir el legado de Chávez y las posibilidades de avanzar con el Plan de la Patria, cosa que efectivamente ha sucedido con este gobierno a partir de 2015. La violencia en contra nuestra es política, es parte del desplazamiento del Chavismo del poder.
Entonces, no es un empeño personal, tiene que ver con el interés colectivo de nuestro pueblo, tiene que ver con la defensa de nuestra Plena Soberanía Petrolera y la preservación de nuestras garantias políticas, económicas y sociales, el bienestar y los derechos del pueblo a lo que el Presidente Chávez consagró su vida política y por lo que luchó hasta su último aliento. Todo lo que hoy este gobierno ha destrozado y entregado, sumiendo a nuestro país en la peor crisis de su historia.
El madurismo, en algún momento, tendrá que rendir cuentas por todo el daño que le han hecho al país y a los venezolanos, tantas acciones ilegales, la violación de la Constitución, la entrega de la Nación, sus empresas, sus recursos, la violencia y la represión, la violación flagrante de los DD.HH. No se si algún juez de Venezuela se atreva, siquiera, a recibir mi demanda, pero la prepararé para introducirla en su momento, ante los tribunales del pueblo y de la historia, para rendir cuentas en el Cuartel de la Montaña, donde al fin de cuentas, todos nos veremos las caras.
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