FILVEN 2021 y derrota imperialista

La feria internacional del libro de Venezuela realizada hace algunas semanas en el Palacio Federal Legislativo en la capital venezolana evidencia aspectos tradicionales de este tipo de eventos: invitados internacionales, bautizo de libros, recitales, foros, conferencias, encuentros. Pudiéramos decir que éste es el acervo habitual de ferias de tal naturaleza, pero en el caso de la FILVEN es imprescindible tomar en consideración el hecho de que se desarrolla en un país asediado, bloqueado, con un presupuesto que, como consecuencia de ese bloqueo y de las medidas coercitivas, ha sido reducido en más de un noventa por ciento.

Pudiera pensarse que un país en esas condiciones económicas y sumido en los problemas que de allí derivan no dedicaría recursos a libros y lectura ni para el desarrollo de actividades como la Bienal del Sur ni invertiría para ubicar en la capital venezolana a doce mil músicos pertenecientes al Sistema de Orquestas de Venezuela en función de propiciar la obtención del récord Guinness por el desarrollo de un concierto con la orquesta más grande del mundo.

Propongo que recordemos que esos doce mil músicos no fueron inventados, no son ficción ni apuesta demagógica; tales músicos fueron trasladados desde distintos lugares del país y ello indica que existen, que están en cada uno de los estados del territorio en cotidiana tarea de hacer música, y ello es un manifiesto de que tal concierto, más allá del récord Guinness, evidencia un logro esencial que es su existencia misma, así como la permanencia de políticas culturales que hacen posible tal existencia. El hecho de que doce mil músicos se reunieran en Caracas es porque existen en Venezuela y allí solo se reunió una parte de los millares que a diario construyen su propuesta artística.

Es una grafía política y estratégica de grandes dimensiones que un país sitiado, bloqueado, con un presupuesto depauperado mantenga y haga posible la existencia de miles de músicos que ejecutan la irreductible pasión liberadora de pueblo y gobierno venezolanos.

Una de las primeras significaciones políticas de la FILVEN la constituye el hecho de ser una aplastante derrota contra la política intervencionista de Estados Unidos, la Unión Europea y representantes de gobiernos latinoamericanos sumisos y arrodillados al gobierno estadounidense.

La FILVEN 2021, los conciertos, las bienales, indican con voz potente que Venezuela no se arrodilla y no cede ante el hostigamiento neoliberal, incansable en su prédica de que la inversión social debe ser debilitada y que aquello que produzca dinero debe ser reivindicado. La FILVEN es una derrota profunda a la política imperialista de bloqueo contra Venezuela.

Similar lectura puede hacerse de la realización de la FILVEN en instalaciones del Palacio Federal legislativo. Ello expresa una toma simbólica, maravillosa y espiritual por parte del libro, a instalaciones que hasta hace poco fueron usadas por la oposición política venezolana para la ejecución de actos de traición a la patria. El libro, convocado a esas instalaciones, se pronunció como un discurso militante en defensa de la soberanía y la democracia bolivariana. No sé los demás, pero yo veo a la FILVEN 2021 como símbolo magnífico de la derrota de políticas antinacionales de la oposición.

La presencia de numerosas escritoras y escritores de distintas regiones del mundo en la metrópoli venezolana debilita la matriz de satanización contra el gobierno bolivariano por parte de corporaciones mediáticas de la derecha internacional.

Escritoras y escritores presentes en la FILVEN multiplican el discurso que desmonta a la mediática internacional y evidencia que somos un país que privilegia procesos de la sensibilidad, del arte y la cultura, es decir, de la libertad.

Bueno es felicitar al presidente de la república, al ministro del ramo y a la operación táctica y estratégica que desde el punto de vista político e intelectual activó el Centro Nacional del libro dirigido por Raúl Cazal.

La FILVEN constituye una significativa operación comunicacional que evidencia un país irreductible que no renuncia al libro y la lectura ni a sus procesos y periferia. Presentación y bautizo de libros, foros, charlas, conferencias, recitales, son expresión de una gesta intelectual de resistencia y victoria.

En medio de dolorosas dificultades ocasionadas por el bloqueo y las medidas coercitivas impuestas por el gobierno estadounidense, hombres y mujeres acompañaron a sus escritoras y escritores en esta convocatoria política del libro a la gente, al pueblo. El libro cumplió una tarea, el libro es manifiesto de nuestra condición de gobierno irreductible. Yo estuve allí, me gustó estar allí.



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Miguel Mendoza Barreto


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