Los medios de comunicación, no deberían servir para mostrar irregularidades cómo normalidad: ya que su radio de penetración supera el de acción a la individualidad y cada error es multiplicado en la parte poblacional que necesita apoyo para la formación.
El abuso de los manejadores de la comunicación tiene que ser normado con leyes humanistas que proteja las familias; los extremos de manejo y manipulación están sobre pasando límites y no hay una voluntad que proponga detenerlos.
Por la misma proyección que le proporciona a la individualidad: si no está normado, por valores: hace de una ancla en ignorancia, el daño venenoso de dañar en contra de la familia.
Cuando un jala bola llega al extremo de no tener valores equilibrados para medir consecuencias del daño que ocasiona, ni capacidad para diferenciar la verdad de la mentira; se convierte en un multiplicador de la ignorancia que posee y la utiliza con una deformación alcanzada con adulación, más que con capacidad y termina convertido en vocero de la destrucción mental que bonita hacia los usuarios de los medios.
Los jala bolas le hacen daño a la construcción: por que sus intereses están sostenidos por la adulación sin medir fracaso; solo influye, lo que pueda hacerlo permanecer en su condición llena de inmoralidad personal.
En revolución es necesario encontrar una forma distinta de concebir los medios, para utilizar el poder en beneficio de formar seres, con menor contaminación y la destrucción del planeta tenga una opción para continuar la especie hasta tiempos infinitos.
Hay jala bolas de todo tipo: pero los más dañinos: son los que usan el poder para reforzar el desconocimiento en la parte más humilde del PUEBLO que no tiene otra opción: solo creer en la dependencia que le obliga a no entender que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.