En un escenario político tan movido como el venezolano, los rumores, informaciones y predicciones, ocupan un lugar preeminente en el desempeño cotidiano de los políticos profesionales, de los aprendices y aspirantes a políticos y de los ciudadanos comunes interesados en el devenir político de la nación. Envuelven por supuesto a las organizaciones existentes con fines políticos, los partidos entre ellas, y a los sectores sociales estrechamente ligados a esta actividad, pues su existencia misma depende de los vaivenes de la política. Pocas veces, sin embargo, evaluamos con seriedad el cumplimiento de esas predicciones, que son realmente aproximaciones a la realidad futura, y que no dejan de ser muy importante porque los cálculos y las decisiones en este campo, para ser valiosos, dependen de lo acertado o no de las predicciones. Como una introducción a esta materia, presentaré algunas predicciones que en este momento se hacen para ver si ocurren en el futuro cercano.
Se dice que las negociaciones formales con la oposición del G4 se reiniciarán en días próximos venideros. El Presidente colombiano así lo declaró. Y que un elemento central de esas negociaciones es la habilitación política de varios opositores, entre ellos Juan Guaidó, para posibilitar su participación en las elecciones presidenciales de 2024. Parecería una decisión difícil para el régimen de Maduro, por todo lo que ha significado la acción política de Guaidó. La lista de habilitados también incluiría a Capriles y varios otros. ¿Ocurrirá?
Otra afirmación que se hace es que en algún momento el gobierno obtendrá, como producto de las negociaciones que lleva adelante con EEUU, la liberación y regreso a Venezuela del comerciante colombiano Alex Saab. Se ha hablado incluso, como parte de este proceso, de la incorporación de la esposa del comerciante a la mesa de negociaciones en México, algo que puede parecer absurdo, pero que insistentemente aparece en el escenario del reinicio cercano de las conversaciones. ¿Ocurrirá?
Insistentemente se habla de la cercana sustitución del actual CNE, el primero en 17 años en ser seleccionado como lo manda la Constitución, hecho además ocurrido recientemente, por lo que sus miembros están plenamente vigentes y no se ve a qué maniobra recurriría el gobierno para justificarlo e instrumentarlo. Uno pensaría, además, que no es algo necesario, pues en el Consejo actual el oficialismo tiene mayoría de tres a dos, pero se dice que es una demanda de los partidos del G4, que no sienten a los dos rectores opositores como de ellos, lo que significa que se han comportado institucionalmente y que serían sacados precisamente por eso, algo totalmente inaudito. ¿Ocurrirá este exabrupto?
Uno de los elementos que parece apuntar en el sentido anterior, radica en el extraño hecho de que el cargo, que desempeñaba en el CNE Tania D´Amelio, no ha sido sustituido en su Directiva, lo que hace que actualmente la relación entre el oficialismo y la oposición sea de dos a dos, muy equilibrada, por cierto. Esto puede interpretarse como desinterés del gobierno en regularizar el funcionamiento de este CNE, pues lo sabe próximo a finalizar en sus funciones. La reunión en México estaría muy cerca y ese tipo de decisiones estarían muy cerca de producirse. ¿Ocurrirán o sólo son rumores?
Las anteriores posibilidades son un ejemplo de lo que planteamos al inicio de este artículo. Las mismas pueden ser reforzadas con distintos argumentos. El gobierno puede estar interesado en que el candidato opositor sea Guaidó, por considerarlo un candidato débil, cuya política de los últimos 5 años ha sido un fracaso y por lo tanto más fácilmente derrotable. Puede estar interesado en que un mayor número de aspirantes compitan en las llamadas primarias opositoras, razón que lo llevaría a no tener mayores reparos en habilitar a varios de estos líderes opositores. ¿Será cierto o sólo son elucubraciones?
En fin, los sucesos venideros dirán si estas suposiciones tuvieron o no bases ciertas. Para quienes no tenemos información privilegiada, no podemos hacer otra cosa que tratar de discernir la realidad que está detrás de los hechos en pleno desarrollo, mediante el razonamiento y su contratación con la realidad. Amanecerá y veremos.