No se si es por la concentración demográfica o por que la oposición no logra salir de esa cáscara aristocrática que les aleja de la realidad venezolana y que solo encuentra eco en pequeños grupúsculos de la clase alta instalada en la provincia; pero, cuando se entra en Caracas, el mundo radial se convierte en un mar de ondas viscerales de alta peligrosidad mediática.
Día: viernes; Hora: 7:00 p.m.; Emisora: Unión Radio. Como vengo del interior y, campuruso al fin, no se cual es el dial de Radio Nacional de Venezuela en la capital, pasé a FM y en mi búsqueda cae Unión Radio. Estaba comenzando un programa de una parejita a lo “Laura Pérez”, que duraría tres horas. El tema principal de la noche: ¿Por qué no le dieron los 80 mil Dólares a Miss Venezuela, para que nos representara en Panamá? Ustedes se preguntarán ¿por qué coño no cambié el dial? Y yo le contestaré: Aunque no lo crean, encontré un programa cómico con el que me divertiría hasta la llegada a mi destino.
No. Definitivamente, no podía perderme este programa. Es algo que va contra mi naturaleza, perderme por lo menos una hora (en medio de la cola en el Valle y la autopista vía Petare), de los desaciertos de la oposición mediática. Y, conste, casi me quedé un cuarto de hora más, escuchando toda esa vaina que alimenta a la sifrinidad caraqueña, mientras decidía si subía o no al apartamento. Una carcajada tras otra en mitad de la autopista, atrajo la atención de más de un chófer, compañero de esas colas que ponen de mal humor a los capitalinos y es que, esta parejita de Caurimare, le echaron medio camión de bolas para convertir el problema de Miss Venezuela en un asunto de interés nacional. Llegaron a afirmar que esta nueva arremetida de Hugo Chávez en contra del concurso de belleza Miss Universo, sería el comienzo de un “cierre” internacional de Venezuela con los demás países del mundo ¡Na’guevoná...! Claro, el programita tenía que ser interactivo y no podía faltar la participación de los radioescuchas. Ese “castro - comunista”, ese “dictador”, ese “desgraciado”, fueron algunos de los epítetos enmarcados en la interactividad que era avalada por estos dos locutores, que atizaban el hecho con sus comentarios. Hubo quien reclamo el bojote de dólares gastados “en la boda de la hija de ese tirano” y el éxtasis de esta comedia eyaculó con un “pobrecita Miss Venezuela, que no tiene para representarnos en Panamá. El peo con la interactividad, son los riesgos de recibir un baño de agua fría cuando estás en pleno acto sexual en vivo y directo. Una de las radioyentes, claramente identificada con la oposición, se permitió, ¡que vaina!, emitir su opinión en medio de aquella orgía sifrina. Dijo con la voz quebrada, que “no entendía como se estaba discutiendo sobre un hecho tan banal, cuando existían problemas más graves”. De vaina no dijo que ahora entendía por que los chavistas ganaban las elecciones. ¡Se le arrugan a uno las bolas, chico!. Como esta cabrona le viene a echar a perder el show a estos “comunicadores sociales”. Esas vainas no se hacen. Dale, que se van a comerciales y, dale, que regresan aclarando que entienden a la señora, pero que ella no ha captado que lo del Miss Venezuela, es un “problema grave de imagen internacional”. Pero, faltaba una opinión experimentada y conocedora de este importantísimo evento, que vendría a sacarlos de su marasmo interactivo. Llama una señora del este de Caracas y dice que sabe por que Chávez no quiere dar los 80 mil dólares. ¡Aleluya, nojoda!, la señorita de muy buena voz pero de excasa masa encefálica que funge como locutora, le exhorta a opinar y esto es lo que respondió: “Lo que pasa es que Chávez es feo - (por no decir negro) - y todos los que le rodean también son feos - (el mestizaje en acción). No tienen ninguna diputada de buen ver y no hay ningún líder que le robe los sueños”. O sea, en conclusión: Entre negros, mestizos, campesinos, obreros, bembones pelo malo y apellidos Pérez o García, nos jodimos... No vamos a lograr una Miss Universo hasta el 2021. Esa vaina me entristece la moral revolucionaria... ¡Que verga contigo berrugoso!... ¡Nos jodiste!
Ahora en serio. Independientemente de este acto estúpido del golpista Cisneros, para captar la atención de esa mayoría de venezolanos, que están por encima de esa mariquera de un certamen de belleza que puede ser financiado por un señor que le ha sacado el jugo a las compañías de artículos de belleza en unos eventos que mueven un coñazo de dólares y actúa la mafia del colchón y los intereses de grupos poderosos, hay una cuestión que es más importante y hoy me atrevo a vaticinar. Esa carajita que está bien buena y que no vive precisamente en el 23 de Enero, va a ir a Panamá con o sin los dólares del gobierno; va a ganar el certamen de Miss Universo y va a hablar la paja pareja del gobierno venezolano. Es más, en esta apuesta a ganador, pueden apostar también (si no quieren perder los realitos por una fija), que llegará entre las cuatro finalistas. El Sr. Gustavo Cisneros sabía que el estado no iba a aprobar dólares para esta pendejada. Pero, había que sacarle el jugo a esta comedia de panqué, lápiz labial, cirugía plástica y a “una noche tan linda como esta...”. Son fantoches ¡carajo! Y no existe un mínimo de dignidad en ellos, por que ven el mundo a través de los cristales de la opulencia. No han logrado percibir a la clase obrera y campesina, que se preocupa hoy por cuestiones más importantes que una simple demostración de derroche escénico que, degrada a la mujer y la convierte en simple mercancía a la venta. Osmel Souza, tendrá que llorar de nuevo su infortunio.
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