En días pasados estuve en una de mis regulares visitas a San José de Tiznados, pueblo agrícola del Municipio Ortiz, que disfruta de las aguas del río Tiznados y de la represa ubicada en San Francisco. Me llamó la atención la venta de gran variedad de peces de río, pues desde hace varios años predomina la pesca de pavón. Pero en esta oportunidad, en mayo, se vendía en el pueblo la cachama, la palometa y el bagre. Como en los viejos tiempo de mi abuela Eloisa. Mi hermano Richard, me explicó que se debía a que la represa no estaba suministrando agua al río por el asunto de la sequía y era más fácil la pesca en los pozos. Todo bien hasta ahora.
Pero aquí viene lo triste de esta historia. Resulta que manos criminales, llevadas por la codicia, a fin de aumentar sus ganancias, no hicieron la habitual pesca de anzuelo, de atarralla o de arpón. No. Estas personas inescrupulosas envenenaron las aguas del río para capturar la mayor cantidad de pescados. Y lo lograron, por supuesto causando una terrible mortandad de la fauna silvestre. Las orillas del Tiznados están ahora repletas de peces muertos, las aguas se contaminaron (La ley establece hasta 1 año de cárcel y multas de hasta 1000 días de salario mínimo para este delito).
Una nueva desgracia para el Tiznados y sus pueblos. La otra, varias veces denunciadas, es la deforestación (tala de árboles) que continúan haciendo los dueños de las fincas en las márgenes del río. Sin que ninguna autoridad ponga coto a ésto, los finqueros, para aumentar sus ganancias, siembran hasta la orilla los metros de protección que establece la Ley Penal del Ambiente (Este delito causa hasta 3 años de cárcel y multas de 3 mil días de salario mínimo). Algunos hasta se han apropiado de las márgenes, construyendo sitios de disfrute privado. Sino fuese por la represa de seguro ya no hubiese río. Al igual que los que envenenan las aguas, pensando en ganar hoy sin pensar en el mañana, los que deforestan las riberas del río están matando el futuro de la cuenca del Tiznados. Están matando la fauna silvestre al dejarlo sin medio ambiente: peces, venados, lapas, cachicamos, baquiros, monos araguatos, culebras, pájaros, iguanas, chigüires, conejos.Están matando la variedad forestal: roble, caro, samán, guacimo, cuji, manteco y otros. Están matando el porvenir.
Habitantes de Tiznados, en Venezuela han muerto muchos ríos por la inconciencia de sus habitantes y sus usuarios, así como por falta de supervisión de las autoridades. El Tiznados se ha convertido en el más importante del Estado Guárico. Vamos a beneficiarnos de él, pero de manera controlada, sostenible, con conciencia.
Hacemos un desesperado llamado al Ministerio del Ambiente, a la Fiscalía General de la República, a la Guarnición Militar del Guárico, a la Gobernación del Estado, a la Alcaldía de Ortiz para se avoquen a la vigilancia y a la aplicación de la Ley a fin de evitar que continué este ecocidio. Es urgente una campaña de concientización y también es fundamental que se obligue a los que deforestaron las márgenes del río a resembrarlas con las especies naturales. Solicitamos que se decrete reserva forestal las cabeceras y márgenes del río Tiznados.
A las comunidades organizadas (Colegios, grupos juveniles, deportivos, Casa de la Cultura, Asociaciones) de San Lorenzo, San Francisco, Las Lajitas, San José, Laguna de Piedra, Los Chigüires los invitamos a defender y cuidar el río que da de comer a miles de personas del Guárico y Venezuela. Pedimos apoyo a las emisoras de radio. Eduquemos a la población; denunciemos a los destructores del ambiente.
No podemos esperar.