- Como te iba diciendo, Juancho, que por las conversas que he tenido con Pipo, me he enterado que hay una campaña de sembrar árboles, en vista de que el calor arrecia y la lluvia no aparece y la causa principal de este cambio climático, es que el hombre se ha dedicado a destruir los árboles y con ellos la fauna, y todo esto ha traído esos calorones y esta sequía de las cuales se quejan los humanos, sin ponerse a pensar algunos, que ellos son los responsables.
Así le dijo la mata de mango al periodista Juancho Marcano y a Pipo, quienes habían ido al conuco para observar la alegría y la sonrisa de las plantas, por un aguacero que se le ocurrió la buena idea de visitar en estos días a la Tacarigua de Margarita.
- Sucede, Juancho, que el hombre tiene la mala costumbre que va destruyendo todo a su paso y cuando se da cuenta del daño que ha cometido, a lo mejor el mal no tiene remedio, pues es muy grande. En este caso que hay en las redes sociales de que siembren árboles porque a todos les gusta sombra y frutos, ojalá que todo se entusiasmen y que cada quien siembre un árbol y tenga la delicadeza de cuidarlo y regarlo, dijo Pipo.
- El periodista escuchó con atención las exposiciones de sus amigos y después manifestó: "El problema, amigos, es de conciencia, mientras nosotros los hombres no tomemos conciencia del problema que tenemos encima, el mundo va a seguir directo hacia el camino de la destrucción. Por eso aquí hace mucha falta amor a las plantas y los animales y así podamos vivir en armonía con el medio ambiente. Es decir, la palabra clave es amor y más amor".
- Pipo al escuchar la palabra amor, paró las orejas y exclamó: "Buena explicación, Juancho, pero esa palabra que repetiste me hizo recordar una frase que habla del amor y que dice: "La medida del amor es amar sin medida", la cual tiene como autor a San Agustín. ¿Qué te parece, Juancho?".
- Excelente, pues así debe ser el amor, no sólo entre hombres, sino también extenderlo hacia los otros seres vivos que necesitan de nosotros ese sentimiento para vivir felices, porque se lo merecen, dijo el periodista quien luego se despidió de la mata de mango y se regresó con Pipo para la casa.
