La expresión de la conciencia

El pensador de pensamiento más profundo del siglo XIX, Carlos Marx, expresó en una de sus obras (Contribución a la crítica de la economía política): "El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, político e intelectual de la vida en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia".

Este pensamiento marxista se ha resumido en la expresión: "EL SER SOCIAL DETERMINA LA CONCIENCIA SOCIAL". Lo primero que habría que tener siempre presente es que la formación de la conciencia es un proceso continuo, sometida en forma permanente a la influencia de un medio social que será variable por una o varias circunstancias.

El ser humano desde que nace se desenvuelve en variados entornos que van determinando la formación de su conciencia. En una primera etapa el entorno con que se confronta el niño en crecimiento es el medio familiar más cercano, el de sus progenitores y hermanos. Dicen los especialistas en la materia que esta primera etapa es determinante en la formación de los valores y principios del futuro adolescente y adulto.

Ahora bien, hay que considerar que ese entorno familiar ya ha sido permeado por la influencia del medio social en que se desenvuelve la familia toda. De tal manera que su conciencia, desde sus inicios, en definitiva, está marcada por la "existencia social" de la que habla Marx en el pensamiento que referimos al inicio de este escrito.

Habíamos afirmado en reciente artículo que desde el momento en que comenzaron a existir las clases sociales, la clase dominante apela a los múltiples recursos que tiene a su disposición para terminar imponiendo su "verdad". Dentro de esos recursos juegan un rol fundamental los llamados medios de comunicación (incluidas las redes sociales), que han evolucionado con el tiempo y son cada vez más sofisticados e incluso imperceptible su influencia.

Abundan las manifestaciones de esa influencia. Por ejemplo, se ha difundido que el "venezolano es flojo". Y se ha machacado tanto eso que algunos se lo han creído. Quienes hemos trabajado en empresas del sector industrial, sean éstas públicas o privadas, hemos constatado que eso no es así. Igual, podría decirse de nuestros campesinos que comienzan la faena sin que haya claridad del día.

Es de suponer que cuando el hombre llega a su madurez, su conciencia está relativamente formada. Y decimos relativamente porque siempre habrá factores externos y existenciales de distinto orden que continuarán influyendo. Entre esos factores están los de orden político, laboral e incluso la constitución de su núcleo familiar. Es definitivamente es el de la conciencia una cuestión por demás compleja.

Para mantener el control político de la sociedad, la clase dominante precisa lógicamente del control de la conciencia de los que forman parte de ella. Esto es particularmente importante si el país en cuestión posee los recursos y materias primas que son del interés del país que ha mantenido durante décadas la hegemonía mundial y pretende continuar manteniéndola, como es el caso de los Estados Unidos de Norteamérica. Ello explica, como ha sido notorio, el inusitado interés mostrado por el imperio norteamericano y sus acólitos por las elecciones presidenciales del 28J realizadas recientemente en Venezuela.

Nuestra patria es como se ha dicho, "la joya de la corona". Y lo seguirá siendo, para mal o para bien. Venezuela posee la reserva de petróleo más grande del mundo. El estado de guerra permanente que vive el mundo, tiene en el petróleo y la energía, su principal móvil. Hoy es el control de la energía, pero mañana lo será el control del agua. Y Venezuela tiene también una de las cuencas hidrográficas más importantes del mundo.

La bandera del fraude ha sido esgrimida nuevamente. Es la "crónica de una muerte anunciada". Mucho antes del 28 la oposición extremista vociferaba fraude de unas elecciones que no se habían realizado. El Centro Carter, ahora bajo el control de la USAID, a través de su Directora Ejecutiva, Paige Alexander, habla de unas elecciones "no transparentes", y se retira de Venezuela antes de culminar el proceso.

Se trata de imponer una narrativa y sembrarla en la conciencia del venezolano. Requieren que esa conciencia se siga expresando en correspondencia con sus mezquinos intereses. Esa conciencia se expresó el 28 y permitió que más de 4 millones de venezolanos depositaran su voto a favor de un desconocido y olvidado candidato, comprometido, junto con Leopoldo Castillo, en el asesinato de monjas en El Salvador.

Aún cuando el plan insurreccional ha sido relativamente controlado en sus primeros escarceos, el extremismo no cesa en sus planes desestabilizadores. La conciencia sembrada continuará expresándose. Y nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que ser agentes cada vez más activos de creadores de una conciencia revolucionaria.

Se seguirá insistiendo en la figura del fraude. Manipulan llamando a mostrar las actas y ellos no muestran las suyas. Y no las muestran sencillamente porque muchas de ellas han sido forjadas: sin nombre de operadores, con firmas planas y sin cédula, tal como lo mostró Jorge Rodríguez públicamente.

El candidato estandarte, se negó a firmar el compromiso de respetar los resultados, antes y después del 28j. Los representantes de las organizaciones que lo apoyaron, con absoluto desparpajo, afirmaron que no tenían ninguna acta que consignar ante la Sala Electoral.

Ante el dictamen de la Sala Electoral, ya han anunciado, antes que se produzca, que esa es una instancia controlada por Maduro, y por supuesto, lo desconocerán. Es incierto el panorama, y nadie sabe cuál será el próximo sainete de su tragicomedia.

Finalmente, quiero adelantar algunas reflexiones sobre lo ya acontecido. No subestimo ni sobreestimo a nadie. Valoramos altamente la votación obtenida por el candidato de la patria, no es poca cosa ante la avalancha mediática nacional e internacional, que más de seis millones cuatrocientos mil venezolanos y venezolanas hayan votado por Nicolás Maduro. Esa fue sin dudas la acerada expresión de una conciencia patriótica, no fácil de influenciar en sentido contrario.

La alta abstención, por las razones que fueran, debe ser motivo de preocupación para propios y extraños. No puede ser que casi la mitad del país continúe siendo indiferente a lo que acontece en el escenario político.

Las oposiciones que existen, en particular la más extremista de ellas, no deben seguir dándole la espalda a sus seguidores. Necesario es que se definan, de una vez por todas, por una vía apegada a la Constitución y las leyes.

La vida no se detiene. El presidente electo es Nicolás Maduro Moros. Paulatinamente, mayor número de países y organismos multilaterales se sumarán al reconocimiento de este hecho electoral. La mayoría del país es partidaria de la paz y el diálogo y contraria a la violencia y planes desestabilizadores auspiciados principalmente por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

No puede haber impunidad. Si bien es necesario, detener, como se ha hecho, a los autores materiales de los llamados "comanditos". Es necesario enjuiciar y encarcelar a éstos, pero hay que detener, enjuiciar y encarcelar a los autores intelectuales, comenzando con los dos cabecillas señalados. "EL PRESENTE ES DE LUCHA Y EL FUTURO NOS PERTENECE", Nos legó el CHE GUEVARA.

Hugo Rafael Márquez R

huramar1@gmail.com

 



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Hugo Márquez

Ingeniero Electricista (UNIVERSIDAD DE ORIENTE),Especialización en Gerencia Pública, Diputado a la Asamblea Nacional por el Estado Anzoátegui (20062011)

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