Tal y como lo señalamos en la edición anterior, retomamos sobre las consideraciones de Guerra Cognitiva o NeuroGuerra. Además de las investigaciones realizadas por un experto en reingeniería humana y que tengo el honor de ser su amigo, Simón Cólmenarez Silva, y de que otro de los que mejor ha explicado este tema es el psiquiatra, diputado y presidente de la AN, Jorge Rodríguez, además de unos interesantes aportes de Antonio Daza, explicaremos un poco sobre el funcionamiento del cerebro en el marco de esta modalidad de guerra.

Daza en un artículo titulado: "Neuroeducación: El cerebro triuno" publicado en el portal aporrea.org en fecha 20 de septiembre de 2024 destaca la importancia de nuestro cerebro como órgano. Cada vez sabemos más de él y vamos adentrándonos en su complejidad, reconociendo que queda un larguísimo camino de descubrimientos, y apenas un 10% es que se hacen públicos. Daza en su nota señala que el cerebro trino o triuno responde a una clasificación basada en la evolución del ser humano.

Este tipo de clasificación la formuló Paul McLean en la década de los 60 del siglo pasado.

Aunque hay neuro científicos que cuestionan este tipo de clasificación, pero Daza desde la mirada educativa y nosotros desde el ámbito que nos corresponde, nos ayuda para explicar desde lo práctico y de manera sencilla las diversas funcionalidades de nuestro cerebro.

Por ejemplo, el denominado cerebro reptiliano, localizado en la parte inferir y trasera de nuestro cráneo. Sería la parte más antigua y primitiva encargada de las funciones básicas de supervivencia y de nuestros instintos como especie. No es capaz de aprender, vive en el aquí y en el ahora, por lo tanto, es pura impulsividad. Además, este cerebro cubre las necesidades de defender y/o marcar el territorio, protegerse y evitar riesgos, por lo que es resistente al cambio y la innovación.

El segundo "cerebro" o sistema límbico es una parte propia de los mamíferos, y se sitúa en la parte central del cerebro. En él se ubica el hipocampo, centrado en la memoria y en la orientación, y la amígdala, que sirve como centro de control de nuestras emociones y encargada de activar todo un conjunto de patrones de actuación.

Por ejemplo, como lo señala Daza en su artículo, si un perro en alguna ocasión nos intentó morder, esta parte del cerebro será la encargada de dirigir nuestras conductas para evitar que esa situación del pasado se pueda repetir y hará que no queramos acercarnos a los perros.

Al contrario de la parte del cerebro anterior, ésta sí que tiene memoria, y mucha. Se puede decir que vive en el pasado, ya que se encarga de nuestra memoria a largo plazo.

De hecho como nos lo advierte Daza, los miedos y las fobias se quedan grabados en esta parte del cerebro, que en el caso educativo puede impedir aprendizajes, favoreciendo bloqueos. En otros casos puede inducir a inmovilizaciones, respuestas orgánicas a ciertos y determinados estímulos, entre otras.

El Neocortéx, es la parte del pensamiento humano, lo cual nos diferencia del resto de los animales. Es aquí donde tienen lugar las funciones cognitivas superiores como razonamiento, lenguaje, planificación, entre otros. Su desarrollo comienza desde que nacemos, pero sus conexiones no están listas para funcionar, hasta aproximadamente los dos o tres años de edad.

Es ahí cuando entonces los niños y las niñas comienzan a tomar decisiones y no comprenden el por qué las nuestras como adultos prevalecen a las suyas. Curiosamente, coincide con la etapa de las rabietas. El neocórtex termina de madurar finalmente a la edad de 20 años aproximadamente.

Esta parte del cerebro cobra vital importancia porque es la que inhibe los automatismos, las reacciones primarias y emotivas. Está ubicada en el lóbulo frontal.

Por ejemplo, señala Daza en el ámbito educativo, a los alumnos no se les puede pedir ciertas y determinadas cosas porque eso va a depender del nivel de desarrollo de su neocórtex como ya hemos indicado.

Nuestro cerebro cambia constantemente a lo largo de nuestra vida. Y estos cambios en nuestros primeros años son abismales y es ahí la mayor etapa en nuestro aprendizaje.

Por ello la paciencia, la tranquilidad y una correcta estimulación serán premisas muy importantes. No solo para la educación sino para la neurociencia.

Por ello a mi juicio es un error atribuirle una responsabilidad a los medios de difusión y propaganda sin explicar el verdadero rol que ellos juegan. Los medios no son los que cambian nuestra percepción, porque como su propio nombre lo señala, son medios, son los instrumentos que por sí solo no modelan nuestra conducta. Porque detrás de ellos y de ellas hay alguien con intereses, y que no solo busca manipularnos sino el control mental nuestro.

De ahí que en su momento escribimos sobre la Operación "Paperclip" en la que Estados Unidos rescató a muchos científicos que sirvieron a la causa Nazi y se los llevaron a su país para seguir desarrollando técnicas de control mental.

O el desarrollo del proyecto MK Ultra, programa secreto e ilegal diseñado y ejecutado por la CIA, basado fundamentalmente en control mental y en la experimentación en seres humanos sin su consentimiento. Los ensayos en humanos estaban destinados a identificar y desarrollar nuevas sustancias y procedimientos para utilizarlos en sus interrogatorios y torturas, con el fin de debilitar al individuo y forzarlo a confesar a partir de técnicas de control mental.

O como a través de la caja de Skinner se pudo demostrar como los organismos pueden aprender a manipular y a controlar a su entorno por sus respuestas ante el mismo y denominó a este comportamiento condicionamiento operante.

Ese condicionamiento operante se observó por ejemplo con la introducción de una rata en una caja, la cual tenía dos palancas que al presionarlas emitían una luz o un sonido y proporcionaban alimento a la rata en este caso. Luego el roedor asoció que al presionar la palanca más el sonido o la luz era igual a la obtención del alimento. Y lo hacía automáticamente, porque como lo señaló Skinner, la ley del efecto refuerzo que sostiene que el comportamiento que es reforzado tiende a repetirse (fortalecerse), mientras que el comportamiento que no es reforzado tiende a extinguirse (debilitarse).

Una variante del experimento de Skinner la realizaron los científicos James Olds y Peter Milner al implantar en los roedores electrodos en sus cerebros y permitir que los animales presionasen una palanca como en el caso de Skinner, pero en este caso para recibir leves descargas eléctricas. El detalle fue que estos científicos tuvieron una ligera "equivocación" y esos electrodos lo tenían estos roedores en la parte del cerebro que estimula el placer que se conoce como "núcleo accumbens" y generaba una descarga de dopamina de las ratas, lo que les generaba bienestar. Pero ese bienestar hizo que los roedores dejaran de comer y de beber, por lo que al final muchos de ellos morían.

Explicado así en términos sencillos es parte de las técnicas que emplean para dominarnos, pero que muy pocos son los que lo comprenden.

En términos militares por ejemplo, y a través de ciertos determinados estímulos, aplicándonos experimentos como los de Skinner, Olds y Millner, por ejemplo podemos inducir miedo en un sector de la población que active el cerebro reptiliano o límbico.

Ya lo ha explicado recientemente el diputado Jorge Rodríguez. Las técnicas de manipulación en nuestro cerebro hoy en día han sido de tal manera que por ejemplo en ocasiones no podemos ni siquiera recordar nuestros propios números telefónicos producto de estas sofisticadas técnicas de control mental.

En su momento nos referimos al efecto de las ondas binaurales y de los cristales de magnetita en el cerebro. Seguramente en las próximas entregas nos referiremos a ello, y a otros métodos de control mental aplicados en este tipo de conflictos de nuevo cuño.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!