La brecha digital es la desigualdad que existe entre diferentes grupos de personas en cuanto al acceso, uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) manifestándose tanto entre países como dentro de un mismo país, generando una cantidad importante de consecuencias negativas como la discriminación, incremento de la pobreza absoluta y relativa, limitaciones en el acceso a la información educativa y por supuesto un atraso en la cultura tecnológica necesaria para desempeñarnos y desarrollarnos en el mundo moderno actual.

Generalmente, se entiende como la falta de acceso a servicios básicos en línea, como internet de alta velocidad, dispositivos tecnológicos y habilidades digitales básicas.

Es importante recordarle al área educativa venezolana, que el conocimiento avanzado de manejo de Internet, de Word, Excel, Power Point, son imprescindible y necesarios en el desempeño laboral y profesional, que inclusive el conocimiento y manejo de uno de estos instrumentos puede constituirse en una actividad laboral por sí misma, por lo que debe considerarse su enseñanza y manejo, tanto para alumnos como para docentes.

La Brecha digital entre países se caracteriza por que los países más industrializados suelen tener una mayor penetración de internet, dispositivos y servicios digitales, producción industrial relacionada, motivado a que ellos son los creadores y prestadores de todos los servicios y equipamiento para Internet. Con la aparición de China como gran proveedor esta situación ha ido cambiando un poco, beneficiándose con ello nuestro país.

Esto conduce a que la calidad y la velocidad de conexión, la variedad de servicios disponibles y la calidad de la infraestructura tecnológica varían significativamente entre países e igualmente los hábitos de consumo de tecnología y el nivel de alfabetización digital difieren entre poblaciones de distintos países.

La estructura de clases se impone y los sectores adinerados pueden disfrutar de todas las ventajas del Internet mientras que los trabajadores, operarios o quienes viven de su sueldo se ven limitados o carecen completamente del servicio. Los estudiantes universitarios con más recursos acceden al teléfono inteligente, los de menos recursos no tienen todos los medios para recargar el saldo.

Asimismo la brecha digital dentro del país se manifiesta en diferencias entre el medio rural y el urbano, las primeras tienen menor acceso a internet y servicios digitales que las áreas urbanas.

Entre los grupos sociales, los de más bajos ingresos tienen menos acceso y menor capacidad adquisitiva para adquirir dispositivos y servicios digitales lo cual acentúa las diferencias entre ellas con las consiguientes barreras a la comunicación interpersonal.

Los grupos de personas mayores, independientemente de los ingresos, suelen tener menor familiaridad y habilidad con las tecnologías digitales, lo que dificulta su desenvolvimiento en un mundo cada vez más digitalizado y los deja un poco maltrechos en ciertas gestiones basadas en lo digital.

En Venezuela se han hecho esfuerzos para superar esa brecha digital desde y durante el gobierno de Hugo Chávez. Así tenemos varias iniciativas que es bueno recordar cómo fueron las salas de Internet, donde toda la población podía acceder a la Red, la distribución de las Canaimitas de una forma gratuita, superando en la dotación a la población infantil y juvenil inclusive a países desarrollados, la puesta en órbita de los satélites para comunicaciones e Internet, son solo algunas de la cosas que hemos hecho y que grandes beneficios dejaron a todos.

En estos tiempos en que arreció el ataque imperial, inclusive los más beneficiados se olvidan de los logros y solo plantean lo de hoy, o lo que a mí no me dieron, no se fijan en que a pesar de las difíciles condiciones motivadas por los países externos en su mayor parte y por nuestros venezolanos de derecha hamponil fascista que han corrompido y limitado, se continúan los esfuerzos para dotar a Venezuela de sistemas digitales, informáticos, comunicación, lo más moderno posible y confiables. Estos esfuerzos no pueden detenerse porque el desarrollo tecnológico no se detiene tampoco y si nos paramos la brecha digital de hoy seguirá creciendo inevitablemente y nos hundiremos en ella.