"Un hombre sin ética es una bestia salvaje suelta en este mundo" (Albert Camus)
Es impresionante los sentidos y significados de la ética política de acuerdo a la conveniencia e intereses antipatrióticos de los sectores políticos más extremista y radicalmente antichavistas, cuando insisten en atemorizar a la población, para crear un pánico colectivo…vendiendo la macabra idea de que el próximo 10 de enero del 2025, en Venezuela van a pasar cosas muy feas y le están pidiendo a la gente, a través de las redes sociales, que compren lo que puedan y tengan la nevera llena de alimentos el 9 de enero, "porque no se sabe lo que pueda pasar".
Es decir, que tenemos a unos grupos políticos fanatizados de la llamada ultraderecha "venezolana" que no quieren la paz social institucional en el país, ya que les conviene mantener una especie de tensa calma, que impida una juramentación presidencial "normal" y con tranquilidad del Presidente de La República, Nicolás Maduro, ante La Asamblea Nacional.
Por cierto, que "la flexibilidad ética" del extremismo antichavista, es tan particular, al asegurar que La Asamblea Nacional electa hace 10 años (2015) se encuentra vigente por los siglos de los siglos o de manera vitalicia, de acuerdo a su particular interpretación del artículo 192 constitucional, cuando señala que "los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional durarán cinco años en el ejercicio de sus funciones".
El otro negativo gran rumor (guerra mediática) que andan expandiendo por todo el territorio nacional, es que estos días cercanos y alrededor del 10 de enero, no son momentos para invertir…y que las y los venezolanos que están fuera del país, no se les ocurra regresar a Venezuela, ya que estamos a punto de explotar una sangrienta guerra civil, acompañada de una intervención militar extranjera.
Definitivamente que con ésta rara "ética antichavista" consideran que todo lo que están haciendo es por "el bienestar general" del país y que es necesario que se profundice la crisis económica, exigiéndole al imperialismo estadounidense que aumenten la presión internacional en contra de Venezuela y su brutal injerencismo con sanciones y los bloqueos, hasta que renuncie el gobierno nacional, sin importar los daños colaterales causados a la población.