Huele a quema’o, fó, fó, fó... Huele a quema’o... Este es el estribillo de una vieja canción pegajosa que invitaba a mover los pies con una carajita. Pero, también es utilizada cuando algo no anda bien. Esta grabación de Mingo con su mamita, me huele a quema’o y con nombre y apellido.
A ver; hagamos un pequeño ejercicio de lógica:
01) Conociendo como conozco la mentalidad de los editores de los medios de comunicación privados, Mingo estaría hoy botado y sin el salario, bastante abultado, que Federico Ravell le paga. Esta conclusión lógica no está hecha al azar. Los dictadorzuelos de los medios, tanto impresos, como radiales y televisivos, son egocéntricos a rabiar. No aceptan bajo ningún concepto, ninguna disidencia dentro de sus feudos. Es más, si el disidente tiene o no público, eso se lo pasan por el forro de las bolas; pues no aceptarían ni siquiera una inocente crítica constructiva. Entonces ¿Por qué Mingo sigue en su programación como si nada hubiera pasado?
02) La oposición ha venido deshojando... Perdón, deshojando no; cayéndose a coñazos para definir una candidatura entre mil grupúsculos; desde la más rancia derecha fascista, hasta la más “ligth” fórmula nazi de los nuevos tiempos. Acción Democrática demostró un fracaso vergonzoso en su “Reconquista del Oeste” y, sin duda, nadie en la oposición, apuesta un centavo por sus integrantes.
03) Decantando opciones, me quedan dos carajos que representan a la derecha más peligrosa y mafiosa de estos tiempos: Salas Romer y Enrique Mendoza. Ambos, golpistas por génesis partidista, pudieran estar preparando el entierro de Acción Democrática y su posterior venta al mejor postor.
04) Me queda este punto que me lleva irremediablemente a definir ¿Cuál de estos dos personajes, sería el Maquiavelo que ha preparado semejante comedia? Honestamente, no lo se. Aquí tendríamos que pasearnos por la mayoría del capital invertido y los socios que estarían dispuestos a financiar semejante bodrio.
Una vaina si es cierta. Mingo no tiene la libertad de hablar tanta mierda y quedar ileso ante la furia de su patrón. Eso está de anteojito y no tiene discusión. Ravell no va a permitir que un “asalariado mediático” se de la libertad de hablar con tanto desparpajo. Pudiera hacerlo en su casa, pero dentro del canal ¡Que va, camarada!. Ravell no es un hombre que acepte opiniones propias y eso ha quedado demostrado en varias oportunidades. Aprendió bien de sus colegas, el sacro oficio de mantener la “Libertad de Prensa” y Mingo, siendo uno de sus alfiles más histéricos, no va a ser quien lo critique. Ahora, que lástima me daría la madre de Mingo, si se ha prestado para este plan que solo busca definir la candidatura que ha de enfrentar a Chávez en el futuro.
Acción Democrática ya es un muerto que pudiera sumar algunos votos, pero también son malcriados y pudieran emular al “caudillo” Alfaro Ucero, en su afán de regresar a viejas glorias. El resto de grupitos fascistas, incluyendo la elite de Primero Justicia, definen ciertos patrones que no alcanzan ni para coger el vuelto. Díganme ustedes, el peloncito guariqueño, Ledezma, que solo falta verlo en un circo caminando la cuerda floja para llamar la atención. El resto es un bagazo de personajes que mueren de inanición.
Lo cierto es que, mi connotado Ravell, ha estado negociando con uno de los dos últimos personajes para domesticar a los blancos, ¿Pero, quién? Salas Romer se lanzó prematuramente y repetir la misma película del 98, sería un duro golpe a su ego nada pequeño. De hecho, todo apunta hacia una derrota aplastante. Salas Romer heredó el peor defecto de Caldera, su soberbia; pero ¿Es tan estúpido, como para no ver que tiene pintada la derrota en la frente? En materia de fondos, tiene desfalcada la gobernación de Valencia; pero, si este es su último disparo y la pólvora está mojada ¿Por qué no prepararse a su dorado exilio con hijo – títere incluido?
Enrique Mendoza es el más chabacano. Gusta en los predios Altamiranos y es fija indiscutible por su desviación innata hacia el fascismo. Ha gobernado Miranda con la mano de un sargento que vigila bien sus tropas. Mantiene un aparato policial, su guardia pretoriana, con un amor casi femenino. Hasta les dotó de unos magníficos vehículos Hummer que ya quisiera Valencia para sus esbirros. Tiene la inteligencia de un Al Capone genuino y aspira a convertirse en el Atila que destruya cada Círculo Bolivariano, para ganarse la toga y el birrete que le han sido negados por su vulgaridad. Siempre he comparado a este manifiesto fascista con Fulgencio Batista, que no ve para atrás cuando se trata de mancharse las manos de sangre. En fin, si pudiera escoger quien es el brazo ejecutor de esta demostración teatral de la conversación entre Mingo y mamá, yo apostaría por este señorito. Tiene la casta de Somoza y Bush podría recordar aquella famosa frase de un presidente norteamericano: “Mendoza es un Hijo de Puta; pero es nuestro Hijo de Puta”
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