Erik Rodríguez se va del cargo de Ministro del PP para la Salud, alegando razones personales y lo sustituye Tc. Jesús Mantilla previo presidente del IVSS. Sencilla es la noticia pero por un no se que, se me parece a la ida de Nolia de Dando y Dando. Al ministerio saliente le cabe el honor de haber actuado por primera vez contra los intereses de dos grandes poderes en nuestra nación, la medicina privada con todos sus tentáculos y las empresas tabacaleras. Por primera vez un ministro de salud se atreve a cuestionar la prácticas abusivas, inmorales, mercantilistas y antiéticas que desde hace décadas se realizan en esos centros de salud, por no llamarlos mercados de enfermedad, donde el paciente es solo el cliente, donde la vida vale lo que tengas en el bolsillo, que la cuenta final de una hospitalización es directamente proporcional y absolutamente ajustada al HCM de la victima, y donde lo menos que interesa es el bienestar del cliente.
A esta jauría, se unen la industria farmacéutica que parecen tener patente de corzo, ya que aumentan las medicinas cuanto les apetezca, y los suplidores de equipos médicos, que a pesar de tener todos los dólares preferenciales que deseen, venden su mercancía con ganancias exorbitantes, como si fuera caviar y no artículos vitales para la prestación de cuidados de salud. A la acción supervisora del ministro, respondieron con un canto de magdalenas y amenazaron con cerrar los servicios privados de salud y levantar tienda en otras latitudes. Pero la barahúnda tan de repente como comenzó así mismo cayo en un extraño silencio, como si prepararan un golpe artero, ¿no será este cambio reflejo de ese golpe?¿o sacar un ministro incómodo no beneficia a todas esas mafias?¿continuará el ministro entrante con las necesarias medidas de supervisión, control y regulación iniciadas por el Dr. Rodríguez, o archivará las medidas para no alborotar el avispero?.
Igual algarabía se produjo cuando el Dr. Rodríguez anunció una serie de medidas a fin de desalentar el consumo de tabaco, que llegó a su cenit en un pandemónium, cuando se le ocurrió señalar que había planes de prohibir la producción de cigarrillos en el país. Imagino la histeria de los zares del vicio, llamando a cuanto conocían en el entorno gubernamental para exigir el descabezamiento del hereje, y parece que su poder es inmenso cuando lograron el propósito en un santiamén. Imagino igualmente los argumentos de tal pedido, los mismos de siempre, “gran empleadora, piensen en cuantos quedarían sin empleo, tantos padres sin sustento para sus familias, y unas empresas de las que pagan mas dinero al fisco, el SENIAT moriría de mengua si las cierran”.
Ahora claro la zaparapanda de muertos anuales por cáncer de pulmón con directa relación con el consumo de tabaco, esos importan un bledo, y las numerosas familias que si se quedan sin quien les de el sustento por ese infamante vicio, son también problemas baladíes. Lo importante es que los zares del tabaco ganen multimillonarias ganancias a costa de la salud de los venezolanos, y le paguen salarios de hambre a sus trabajadores, esos mismos trabajadores que son su excusa perfecta para evitar el cierre de sus inmorales negocios. Que estas maniobras se observen en un gobierno de corte socialista da mucho que pensar. Que personas con el coraje de Erik Rodríguez paguen con su salida, acciones honestas y valientes dirigidas a salvaguardar la salud y el derecho a la salud de los venezolanos, ponen en evidencia la podredumbre de ciertos estratos de nuestro gobierno bolivariano, que vestidos de rojos rojitos en verdad se niegan furibundamente a cambiar ninguna de las formas de actuar cuarta-republicanas. La relación del cáncer pulmonar con el consumo de tabaco es una verdad mil veces probadas científicamente, pero el poder de las tabacaleras que fluyen dinero a raudales sobre dirigentes políticos impide a nivel mundial cualquier acción efectiva para prohibir este consumo. Valen más las necesidades económicas que el derecho a una vida sana y plena, este axioma es valedero en el capitalismo salvaje, pero parece que a muchos rojo rojitos les complace mucho el color verde esmeralda de los billetes y de las hojas del tabaco.
No se cual fue la causa de que el Presidente Chávez aceptara esta dimisión o destitución, pero perdonen si me parece que aquí, a diferencia de los westers, los malos siempre se salen con la suya, siempre logran sus objetivos, que es detener cualquier acción que perjudique sus inicuos negocios, y siempre el pueblo obnubilado y embrutecido por el bombardeo mediático, no sabe nunca cuando está perdiendo a sus verdaderos benefactores.
Por otra parte, el nuevo ministro Tc. Mantilla, no es profesional del área de la salud, y a despecho de lo que digan los Srs. Diputados de la AN acerca de que no se necesita ninguna conocimiento académico del campo a laborar sino solo fervor revolucionario respecto a la carrera diplomática, un área tan vital como la salud requiere de amplios y profundos conocimientos no solo sobre gerencia hospitalaria (que no es lo mismo que gerenciar una empresa o un cuartel), salubridad pública y epidemiología, además de conciencia revolucionaria para reconocer cuales son las vías corrientes de corrupción, negligencia y desidia, que entraban la transformación de ese sector. Me niego a creer que no exista en el país alguien del área de salud que llene este perfil, y me pregunto porque solo ha habido un Ministro de la Defensa civil en toda la historia de nuestro país, porque no se coloca un médico a la cabeza de la FAN, será porque no sabe nada de armas y milicia, o es que los militares si saben, cual nuevos Da Vinci, de todo el conocimiento universal, y que bailan cualquier ritmo que se les ponga. Algo de eso debe haber, si fuera cierto lo que se rumora, de que según la nueva Ley de Seguro Social los únicos que no van a afiliarse al servicio nacional de salud son los militares, ¿Por qué esa discriminación con maestros, profesores universitarios y demás funcionarios públicos cuyos institutos de previsión deben ser absorbidos obligatoriamente por el SNS?.
Con todo el respeto que siento por el Presidente Chávez debo indicarle que quienes le dicen que durante la gestión del Tc. Mantilla el IVSS ha sido rescatado de la corrupción y la ineficiencia, están simplemente haciendo su trabajo cotidiano de desinformarlo, en otro términos le están mintiendo, basta pasearse por los pasillos de algunas edificaciones del fulano instituto para ver campar la corrupción, la desidia y la negligencia cual si se estuviese en los mejores tiempos de la IV república, el cabalgamiento de horarios y la sustracción de medicinas y equipos está a la orden del día. Los médicos que allí laboran parecen querer establecer un record Guiness, en quien atiende más rápido a la tanda de pacientes que le toca, generando impresionantes cifras de 15 pacientes en 10 minutos, a ninguno de los cuales los han tocado, será que creen que son de cerámica Ming, ni con el pétalo de una rosa, presumiéndose que sus diagnósticos provienen de que como Superman tienen Rx en la frente, decimos frente y no en los ojos, porque ni siquiera se dignan mirar al paciente.
Allí en el IVSS no hay nada nuevo bajo el sol, y sus ordenes Sr. Presidente son para sus subalternos en esa institución como las del Rey de España en la colonia, se aceptan, se veneran pero no se cumplen. Con esto no quiero cargar toda la culpa al Tc. Mantilla, pero no me vengan a hablar de una gestión exitosa inexistente. Creo que se ha cometido un gran error en nombrar a militares de carrera (no así los asimilados que pueden ser personal de salud) en puestos que requieren una amplia especialización como es servicio de salud, primero por que dañan sus carreras al lanzarlos a un campo que desconocen, y segundo porque debido a esa ignorancia del medio pretenden dirigir el sector salud como un cuartel y fracasan obviamente estrepitosamente, saliendo la institución peor que como estaba.
Es hora que nos pongamos la mano en el corazón y entendamos que un funcionario además de ser honesto tiene que ser competente, que al principio de este proceso se dijo que debíamos invertir en educación porque es a través de ella que el pueblo puede alcanzar a ejercer efectivamente pero sobre todo competentemente el poder que le corresponde. Dejémonos de idealistas pensamientos que con solo el fervor revolucionario podemos hacerlo todo, eso es falso de toda falsedad, sin competencia y educación seremos más peligrosos para el proceso que monos con una hojilla.
Por último si no tenemos ministros que puedan implementar medidas radicales de cambio, sin que los poderosos de ayer y de hoy queriendo mantener sus intereses los fuercen a quedarse a la vera del camino, nuestra revolución será mas frágil que papel de arroz, o tal ves deberíamos decir sería una revolución virtual, porque donde no hay cambios radicales no hay revolución. Que el pueblo no tema a los cambios por muy radicales que estos sean, porque es a través de estos cambios que podemos alcanzar la esperanza de igualdad y justicia que tantas décadas hemos esperado. Revolución significa destruir la estructura vieja para construir una nueva desde la base, no poner parchesitos a los huecos de la estructura arcaica. Mientras pretendamos erigir el edificio de la revolución sobre las bases de la IV republica estamos condenados al fracaso. Cada vez que suceden estos hechos narrados no hacen dudar si estaremos caminando por el camino correcto.
Bolivarianismo la corriente de humanismo que permanecerá siempre en nuestras mentes y corazones.
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