A propósito del día del Periodista

El Día del Periodista es una buena oportunidad para brindar homenaje público a quienes elaboran los diversos insumos noticiosos bajo un tratamiento exento de cualquier tipo de sesgo o manipulación, sin escamoteo ni tergiversación, sin dirigir la información hacia intereses de alguna parcialidad dominante. Es justo valorar a quienes no irrespetan el derecho a la información.

Preciso es reconocer a quienes procuran la cobertura de las minorías y de aquellos grupos que “históricamente” han sufrido discriminación –en especial mediática-, para garantizar en los medios de comunicación un espacio similar al de aquellos que permanentemente han tenido voz, enfrentando con ello las causas estructurales de una inadecuada, distorsionada y censurada cobertura mediática (sea por la concentración del poder económico o por otras causas).

La democracia, entendida como una forma de gestión del poder público alternativa, diversa, plural, participativa y responsable, supone que pilares permanentes como la libre expresión y la calidad de información sean objeto de vigilancia y control social. El derecho a la libertad de expresión pertenece a la colectividad en general, y no es exclusividad de una particular corporación. En correspondencia con ello, el derecho a una información diversa y plural es una precondición de la participación democrática, así como lo es considerar a la comunicación -fundamentalmente y ante todo- como un servicio público. Como las ondas radiales y televisivas son un bien público, éstas deben preservarse para beneficio social y cultural del pueblo, y no para el provecho de intereses privados.

El derecho a la información plural -como bien público común de la población-, supone que la libertad en prensa no es más que una delegación de la libertad de expresión colectiva, fundamental para la democracia. Dicho derecho es resultado de un devenir histórico (que comenzó con el reconocimiento de derechos a los propietarios de los medios de información, y luego a quienes trabajan bajo relaciones de dependencia en ellos), comprendiéndose ahora que dicho derecho es de todas las personas, es el derecho a la Comunicación. Por ello, el pueblo ha de ser considerado como productor y contribuyente de información, y no definirse únicamente como consumidor. Por ello, los medios de comunicación comunitarios tienen demandas y producciones que desean ser reconocidos para construir un mundo donde "otra comunicación es posible", un mundo donde es reflejado mediáticamente el respeto al pluralismo, a las culturas, a los lenguajes y a la diversidad de género.

Incluso la libertad de prensa y de expresión suponen una responsabilidad social; el ejercicio de esta responsabilidad debe hacerse bajo control social. Esto requiere comprender que la libertad de expresión no es una libertad absoluta, ya que no hay libertades absolutas: cualquier libertad absoluta supone la supresión de las demás libertades.

El ejercicio de estos derechos -desde la defensa de posiciones políticas e ideológicas, como el desarrollo de cualquier acción política acorde con sus convicciones-, debe asumirse siempre en el marco de las normas democráticas, comenzando con la Constitución de 1999 y los derechos humanos.

En los medios de difusión masiva, la democracia interna debiera permitir la reflexión crítica que pueda influir en sus instancias decisorias, para que cumplan con su deber de informar plural e imparcialmente, a fin de evitar las confrontaciones, preservar la salud mental y lograr la seguridad y el respeto a la persona humana. Si los medios masivos, al expresar criterios y formar opinión pública, inciden en los procesos democráticos ¿A quiénes rinden cuentas? ¿Cómo garantizan a través de sus medios privados la expresión equitativa y plural de los diversos sectores que componen la sociedad? Todas estas interrogantes aluden a la necesidad de incentivar el debate acerca de la Responsabilidad Social en los medios de comunicación.

Como la definición de derechos sociales y humanos -y los mecanismos para asegurar su vigencia- requiere de marcos reguladores, tales como los propuestos en el anteproyecto de la Ley sobre Responsabilidad Social en Radio y Televisión, el mismo es un importante paso en la búsqueda de una conciencia responsable sobre la profesión de informar.
Hoy es un día para que reflexionen aquellos que saben cómo se construye la información, pues viven la experiencia concreta de producirla dentro de empresas de difusión en las que se manejan imperativos económicos, publicitarios, políticos, retóricos, etc. Lamentablemente, en la gran mayoría de las empresas mediáticas, muchas y muchos periodistas son enfrentados al dilema de conservar su fuente de trabajo a expensas de la ética profesional, al laborar en organizaciones hostiles a un periodismo independiente, enfrentando presiones para distorsionar o censurar las noticias, en beneficio de los dueños de las empresas periodísticas o publicitarias.

Tomando en cuenta que el establecimiento de una prensa independiente, pluralista, y libre es indispensable para el desarrollo y la democracia, bajo tal pluralismo el Estado venezolano le ha dado la bienvenida al mayor número posible de diarios, revistas, radios, televisoras -y otras publicaciones periódicas- que permitan reflejar la más amplia gama posible de opiniones dentro de la comunidad nacional –y con ello superando los monopolios de toda clase-, promoviendo la creación de asociaciones profesionales y gremiales verdaderamente independientes que busquen salidas que garanticen a las y los periodistas el ejercicio de su profesión sin ningún tipo de auto- censura o censura previa , además de avalar la elaboración de reglamentaciones y de códigos de conducta que permitan defender de manera más eficaz la profesión periodística, a fin de garantizar su credibilidad. Por ello, también la fecha es una oportunidad para reconocer a quienes desde los medios comunitarios y alternativos, hacen un trabajo excepcional de avance -y muchas veces de contra información- que paulatinamente se ha constituido en una información mucho más correcta, profesional, rigurosa y verdadera que la que se hace en otros medios comerciales de difusión masiva.

En un país pluricultural y multiétnico como lo es la República Bolivariana de Venezuela, se fortalece la democracia con la profundización de la participación plural y protagónica, corresponsable y cogestionaria.

Felicitaciones en el día de hoy a aquellas Periodistas y aquellos Periodistas que, desempañándose dignamente en su profesión, generan información enarbolado los valores humanos y los principios constitucionales antes mencionados, reivindicando el valor social de su oficio y garantizando la credibilidad informativa por esa manera de ejercer el Periodismo en Venezuela y el Mundo.




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