No se ha enfriado el cuerpo del Cardenal Velasco y ya salió Baltazar Porras declarando vainas en el Diario El Mundo. “Hay laboratorios del terror, donde fabrican expedientes contra obispos, sacerdotes y religiosas” – señala el Obispo de marras.
Baltazar. Déjame tutearte por que lo de excelencia te queda un pelo grande. Aquí no se fabrican expedientes a cuanto obispo, sacerdote o monjita se la pase por la calle con una banderita hablando pestes del gobierno y marchando con la oposición. Y ve tú, mi querido hijo de Dios, que ustedes han hecho un buen trabajo en los colegios a cargo de la iglesia católica; esos que cobran caro y tienen subsidio del estado. Pues, si hay una campaña feroz en contra de cualquier acción que emprenda el gobierno, esa es la que monjitas y sacerdotes se empeñan en ejecutar en la clase media, sin incluir la alta, que allí si hay la hostia que jode para repartir. Aquí, mi estimado interlocutor celestial, los expedientes no se sacan de un sombrero para asombrar al público con un truco de salón. Los expedientes nacen cuando una persona se hace cómplice o participa abiertamente en un delito ¿O es que se te olvidó que estabas en el lugar equivocado la noche del 11 de Abril? No sé si después de hacer tantas confesiones, las vas archivando en el disco duro del olvido ó Diosito Santo no ha terminado de procesar tantos pecados graves en el expediente a tu nombre que guarda bajo llave mi amigo San Pedro. No creas, Baltazar, que por que tienes conexión directa con el Papa y, acaso, alguna influencia divina con el Santo Oficio, el pueblo venezolano se va a olvidar de tu innegable condición política y la complicidad obscena que mostraste ante un golpe de estado. Eso que hiciste cuando debías haber mostrado una clara dignidad cristiana, no solo es un delito que se concretó cuando te reunías con los conspiradores; también existe otro delito que no precisa de ningún expediente y que hoy, tras la muerte del Cardenal Velasco, crees que puedes enterrar. La conciencia, mi querido ungido, solo es enterrada cuando no tenemos claridad de su presencia y la terminamos de silenciar cuando obedecemos a intereses reñidos con esa labor cristiana que tanto pregonas de la boca hacia fuera. Pero, Baltazar, cuando la muerte nos visita de cerca, se asoma esa condición humana que no puede dominarla ni siquiera aquel que tenga los más altos contactos. Por eso, después del entierro de Velasco, tenías que ubicar alguna cámara, periodista o reportero, para deslastrar todo ese peso que suele imprimir nuestras conciencias en esos momentos de meditación.
Por otro lado, amigo prelado, no estoy muy enterado de ciertas denuncias provenientes de Los Andes y que hoy reposan en cierto tribunal de esa provincia; por cierto, incoado por unas monjitas que no creo se vean retratadas en tus declaraciones. La vergüenza es un hábito que se adquiere, apreciado Obispo, cuando evitamos ceder ante ese tentador dinero que proviene de las donaciones y que debería utilizarse en beneficio de las parroquias. ¡Claro! Sería mucho pedir; pues en los seminarios tratan de erradicar nuestras miserias humanas y, en ocasiones, Dios no tiene la culpa de los desvíos naturales que se revuelven dentro de la sotana. Lo cierto es, compañero cristiano, que no deberías advertir a la opinión pública sobre alguna acusación delictiva en contra de ningún miembro de la iglesia. Mantengan claras sus cuentas terrenales, por que este país está cambiando y no hay sotana que valga ni tráfico de influencias papal a la hora de reclamar lo que hacen con las limosnas.
Por último, no nos engañemos Baltazar con esas declaraciones extrañas, dejando colar la duda de una supuesta tesis mediática, que hubo una carta del gobierno recomendando a Moronta para sustituir al difunto Velasco en el Arzobispado de Caracas. Tú sabes que ese puesto va a originar disputas internas en el episcopado y antes de morir Velasco, ya estaban peleando las propuestas que llevarían al Vaticano. Por cierto, propuestas, que hasta al mismísimo Papa le van a ruborizar. No me vengas con esas historias de cándidos personajes, tocados por el Espíritu Santo y ataviados de dignidad, esperando una iluminación que les indique aquel que ha de ocupar el arzobispado caraqueño. Venezuela es un punto estratégico geopolítico en América Latina muy importante, que merece la atención del Colegio Cardenalicio y de las fuerzas que se están moviendo para detener este proceso revolucionario. Anuncia de una vez tu deseo de ocupar tan preciado cargo y no andes con declaraciones subliminales. Moronta, y ese es un juicio que comparto contigo, no va a conspirar como tú lo has hecho. Incluso, Moronta no tiene la ascendencia que tu tienes en la oposición; cuestión que te convierte técnicamente en el próximo Arzobispo de Caracas. En consecuencia ¿Para que vas a culipandear?
msilvaga@yahoo.com
