Es comiquísima la vuelta de hoja matutina en Globovisión. Salieron de un Mingo soso y acartonado que luchaba a brazo partido por ganarle a la inteligencia, para empeorarla con un gusano mayamero, Fausto Masó; un perfecto adeco reconcomiado, Roberto Giusti; y Ana Karina de fondo, imitando a Napoleón con el tapizado de diarios golpistas. Ravell tiene que estar muy desesperado para haber echado mano de estos personajes que han servido de panel a muchas entrevistas en los canales golpistas. Coño, es que Chávez da para todo. A Chávez no solo le envidian el poder de convocatoria; también le envidian su don natural para la comunicación social. Si Chávez ha convertido a Venezolana de Televisión y a Radio Nacional de Venezuela, en la primera televisora y la primera radio venezolana con su programa Aló Presidente; es lógico que cualquier comiquito egocéntrico pretenda igualar este nivel de audiencia. Pero, nunca fueron buenos los segundones y está claro que las imitaciones coloquiales no se ilustran muy bien en los fascistas. Si no me creen, vean los resultados de la tranca propiciada por el “presidenciable” Orlandito Urdaneta. Hubo más de una mentada de madre escuálida en la monstruosa cola que propiciaron los “Hollywood Boy’s”. Esta mañana, por ejemplo, salió el enanito de Radio Caracas Televisión, anunciando la posible responsabilidad del gobierno por los daños que ocasionaron los vientos huracanados en la capital. ¡Ah vaina! ¿No me creen? Pues se le ahogó en la garganta que los árboles desarraigados por esta tormenta tropical, también necesitaban de “mantenimiento preventivo” en estos casos. Ya veo a Chávez ordenando a la Ministro de Ambiente, colocar cadenas, candados, guayas y otros implementos de “seguridad” en cuanto arbolito se encuentre en parques y avenidas; todo, por que al señorito de gelatina mañanera, se le ocurrió acusarlo de arboricida ¡No me jodan!... Es que están tan desfasados, que sustituyen a los programas cómicos; por cierto, superados en número por estos nuevos programas.
La dignidad del periodista en los canales privados, emisoras y diarios impresos, es un papelito firmado que provee de buenos ingresos. Chávez no solo destapó la olla podrida de estos editores y oligarcas mediáticos que manejaban gobiernos a su antojo. También destapó la cloaca de los articulistas de oficio y creó en ese medio putrefacto, el maratón de la mentira de simples reporteros arribistas. Ayer, cuando Peña declaraba sobre la “incidencia maligna” de las ondas radio eléctricas en la salud de las personas para justificar el cierre de Catia TV, se le olvidaron varios puntos importantes. Por ejemplo ¿Qué incidencia tendrán las mismas ondas en los alrededores de Venevisión, de Radio Caracas Televisión, de Globovisión o Televén? Peña cree que el soberano es pendejo y acude a su carita de comadreja para justificar un delito, cuando no hay peor vaina que la campaña enfermiza de los medios en contra del gobierno. El estado no ha cerrado un solo canal golpista y mira que lo han merecido. Tienen todo el poder económico, la logística y la cobertura que sueña tener un medio alternativo como Catia TV. Pero, no son las ondas las que molestan o pueden enfermar a la población; es el mensaje de este medio alternativo el que tiene de cabeza a los amos de Peña. Pues con toda su maquinaria, los canales golpistas, no logran calar en el pueblo. Alfredo Peña no tiene un ápice de dignidad; se vendió a la oligarquía y logró infiltrarse temporalmente en un puesto que esperaba una representación popular. Da vergüenza verlo hoy haciendo malabarismos para defender a quienes siempre explotaron, humillaron y pisotearon al pueblo. Gladys Rodríguez, globomaníaca hasta la muerte antes y después de conservar su puestito de narradora, luego que su esposo dio una cátedra de golpismo mediático en la Universidad Bicentenaria, anuncia la impunidad del cierre de Catia TV con un “donde alguna vez funcionó Catia TV”. Esto demuestra que Peña es solo un soberano bolsa asalariado en la cadena de mando. Catia TV no la cerró Peña; es allí donde nos equivocamos. Catia TV la cerró el poder mediático y esta orden provino de su comandante en jefe ubicado en el bunker de la Colina. Cisneros ha denunciado a los cuatro vientos como se atenta contra la Libertad de Expresión. Y fue bajo su dirección que dos sargentos, Mendoza primero y Peña después, que ordenó cerrar canales de televisión que lo exponen ante el país.
Se acerca la fecha de inicio del proceso revocatorio. Esto preocupa a toda la oposición y a sus representantes artísticos: Los Medios de Comunicación Privados. No tienen las firmas y dificulto puedan robarse nuevamente las bases de datos bancarias sin ser descubiertos; se están cayendo a coñazos los presidenciables, incluido Orlandito con su partido TALCO (Tal Cual Oligarca); perdieron la calle y la sintonía que generaba suculentos ingresos publicitarios; perdieron credibilidad en el exterior y no tienen, esto es muy importante, a nadie que pueda llegarle al arrastre de Hugo Chávez Frías, su pesadilla diaria. No hay que ser Hermes para vaticinar que vienen tiempos tormentosos para estos golpistas. En consecuencia, su desesperación los lleva a utilizar a un gusano mayamero como Fausto Masó y a un vagabundo mercenario del periodismo como Roberto Giusti, para sustituir a un Mingo que debe estar quemándose las nalgas en alguna playa nudista de Margarita.
¿Y para qué podría utilizarse a Peñita? Pues pa’ que más…
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