Ahora si es verdad que la cagamos. Ahora los dirigentes de la oposición quieren que los secuestren. No ha pasado ni una semana del plan vacacional del “Curita” Calderón y aparece ese mamotreto William Ojeda hablando de un posible secuestro. ¡Coño! Es que hay gente bien faramallera y desubicada. Este muerto que quemó su último cartucho cuando le dieron una patada por esas nalgas y lo sacaron del portaviones chavista, tiene las santas bolas de salir declarando que lo “iban a secuestrar”. Y Globovisión que no pela a un novato dramático, novelero y pendejo, para colocarle una cámara y un micrófono en la jeta… ¡coñoooo!
Hace un año y tres meses, cuando la famosa marcha hacia Miraflores y preludio del Golpe de Abril, no había uno de estos vagabundos en plena refriega. ¡Se perdieron, panita! Cada uno agarró su cachachá y se fueron a refugiar en sus escondites: Los canales privados. Ya sabían cuantos muertos habrían, ya sabían que estaba en proceso un golpe fascista y solo esperaban que cuatro generales traidores le pusieran la pimienta al baile. En esa época ni se les ocurrió auto secuestrarse o inmolarse a favor de sus más “preclaros ideales”. Ni pendejos que fueran. No vaya a saltar una idea de esas maquivélica en sus hermanos de lucha y se les ocurriera sacar un Mártir del saco e’ gatos que tienen estos golpistas. Era una época de santos inocentes y el idiota mediatizado fue como carne de cañón al matadero. Tenían sus listas elaboradas, Tortoza fue uno de ellos que, por cierto, no volvieron a nombrar luego que las investigaciones arrojaron ciertas implicaciones provenientes del bunker en San Martín.
La consigna ahora es “¡Hagan cola! ¿Quién quiere un secuestro?”. Hay hatos y tierras que jode disponibles para el turismo de aventura. Para eso están los de FEDENAGA, con hatos a todo dar, piscina térmica, antena parabólica y un paisaje que se lo robaron a los campesinos. ¿O es que no recuerdan aquel famoso Ranchito de Carlos Andrés Pérez en las puertas de San Fernando de Apure criando los primeros búfalos que llegaron a Venezuela? ¿Resguardado en una tierra de estas, quien no quiere un “Secuestro Tour”?. Diversión garantizada y un depósito en dólares en cualquier banco suizo.
Hoy más que nunca, los aparatos de seguridad del estado, tienen la obligación de desenmascarar a esta especie animal que hiede a carroña… o a mierda, que es lo mismo.
En el artículo anterior, expresaba mi sorpresa ante la poca atención que le habían prestado los medios al caso Calderón. ¡Coño, vale! Como si me hubieran leído. Eduardito fue uno de los primeros y arrancaron a joder todo el santo día. Ayer en la noche estaban como los nazis, bombardeando cualquier vaina sin sentido. De verguita no sacaron una foto de Chávez apuntando la cabeza de Calderón y pidiendo rescate por su liberación. Dígame usted el bodrio ese que presenta El Universal en Radio Caracas. “Expediente”, creo se llama. Reeditaron a Chávez desde que era flaquito y pedía la paz para Colombia ofreciendo el país como mesa neutral de negociación. Sacaron con pinzas las declaraciones de aquel Chávez que se iniciaba como presidente y ¡nojoda! Como se esforzaron por relacionarlo con las guerrillas colombianas. Pero, ese pasquín que ha venido quebrando sus índices de venta en la distribución impresa, mal puede aspirar a generar credibilidad en un medio audiovisual que, encima, le lame los pies al Capo Cisneros.
Una vaina si es cierta. Que se ubiquen, que dejen de estar creyendo en pajaritos preñados; William Ojeda y todos aquellos que se estén anotando en la fila de “secuestrados estrellas”, deberían ir pensando en como hacer sus maletas e irse a hacer turismo de aventura a otra parte. El pueblo ya no come cuento y cambió las novelas rosa para vaticinar que sucederá en el próximo capítulo de esta comedia que han estado haciendo los medios de comunicación. El pueblo está harto de esta obra patética sin final que ha venido cobrando sus muertos; los que esperan con ansiedad los golpistas para colocar sus banditas negras de luto activo. El pueblo se está cansando de tanta patraña que enloda al país de mierda y no se puede seguir apostando a la paciencia de quienes solo esperan justicia.
Parafraseando a los vagabundos de Globovisión. Han pasado 44 años de cabrones jodiendo… y no hay ni uno preso.
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