Hay cuestiones que deben denunciarse, incluso pecando de alarmistas. La oposición fascista está desesperada por que sabe que no ha logrado “recalentar” la calle. Así pasó cuando el paro petrolero iba en descenso y lograron reanimar su cuadro ofensivo con las muertes de la Plaza Altamira tratando de relacionar a Goveia con el Alacalde Bernal en un video burdo presentado por Globovisión.
Los patrones dirigidos al próximo 20 de Agosto son los mismos que utilizaron previo al golpe del 11 de Abril; pero hoy, la diferencia es abismal. Tengo y no he podido confirmar, unos datos interesantísimos sobre una acción golpista desde Aruba. Incluyo en esta denuncia un personaje, de profesión capitán de la marina mercante, quien fue el responsable del cierre de las válvulas de Carenero y quien tuvo (o tiene) un auto de detención por aquella acción saboteadora.
Se han efectuado reuniones clandestinas en el oriente del país, en donde se llegó a proponer el asesinato del Cura Calderón, personaje que ya nadie duda está en manos de los conspiradores, para crear las condiciones de anarquía vividas después de los sucesos de Plaza Altamira. Sería cuestión de curiosidad saber que coño piensa Calderón de esto, si tomamos en cuenta que se dejó “secuestrar” para efectos de recalentamiento y ahora hay quien propone pasarlo para el otro mundo por la “patria y la libertad”.
Por otro lado, si bien es cierto que la oposición siempre trató de no ligarse públicamente con elementos terroristas que tienen su base en la ciudad de Miami, hoy hacen alarde de estas conexiones para intimidar a todo aquel que luche por el proceso. Hablo específicamente del auto nombrado Comandante Rodolfo Frómeta, jefe del grupo paramilitar terrorista, cubano de origen, enemigo declarado de la revolución bolivariana y quien tiene varios campamentos de entrenamiento para mercenarios en el estado de La Florida, denominados Comandos F4. Uno de sus fervientes admiradores, quien dictó cátedra de tiro recientemente en uno de esos campamentos, es el Capitán de la Guardia Nacional Luis García; el primer oficial que se pronunció en contra del presidente Hugo Chávez antes del Golpe de Abril y activista de los golpistas de Plaza Altamira.
Lo cierto es que el sector más radical de la oposición venezolana, ha tomado por asalto las riendas del plan conspirativo. Elementos de la más baja ralea están siendo financiados desde el norte y no hay lugar para aquellos que crean en salidas honorables o democráticas. El capital que ha sido utilizado para derrocar el gobierno de Hugo Chávez es muy cuantioso. Los medios de comunicación, encabezados por el mafioso Gustavo Cisneros (cabeza visible de la administración Bush en la conspiración), han derrochado miles de millones de dólares en propaganda y apoyo mediático a los golpistas. Esto no ha sido retribuido y solo ha generado una resistencia popular inesperada que conduce a una solución suicida por parte de la oligarquía venezolana en representación de intereses foráneos. El caso Boyer, por ejemplo, muestra claramente la desesperación de quienes están comprometidos con una salida violenta. Un pendejo delincuente, títere mendaz de la relación estrecha entre oligarcas colombianos y venezolanos, no pasó de ser un show sin pies ni cabeza en menos de 24 horas. Esto no solo demuestra que han estado perdiendo los puntos más sensibles dentro del estado; si no que su torpeza los llevará por el camino más estúpido: El incremento del Terrorismo como forma de lucha. La sola proposición de asesinar a uno de los suyos para lograr condiciones desestabilizadoras, es aberrante y desesperada.
El pueblo debe estar muy atento a las acciones que se están gestando desde la Coordinadora Democrática. Estos mercenarios, sin lugar a dudas, han perdido la calle y cualquier influencia popular, pero eso nos los convierte en indefensos corderitos. Tienen el dinero para financiar actos terroristas y llevar a cabo acciones que pudieran poner en peligro al proceso. El referendo revocatorio tiene una fecha de muerte y ellos lo saben. Si el 20 de Agosto no sucede nada, están perdidos y su ya mermada capacidad de convocatoria, se verá reducida a cenizas. Como dije, el monto invertido en este plan conspirativo, es muy grande y no están dispuestos a perderlo sin haber logrado la salida del Comandante Chávez.
¡Oído al tambor, coño!... Que al pueblo hay que tenerlo en la calle y esperando cualquier vaina.