Comparto con Roberto Malaver, escritor cuyo fino humor nos brinda por radio y TV, la duda de si José Alfredo Jiménez canta lo que es México o los mejicanos se comportan como personajes inventados por el compositor de rancheras.
En "Tú y las nubes" J.A. Jiménez pone al protagonista a decir: "Yo no nací pa’ pobre, me gusta todo lo bueno". A no dudarlo el presidente Chávez, que en materia de canciones aventaja a cualquier estadista y a la mayoría de los demás mortales, conoce la letra, cuyo contenido podría analizar, como tantos admiradores del eximio compositor de rancheras, que son tratados de filosofía popular.
En realidad nadie nace para pobre, a todos nos gusta lo bueno, con el detalle de que pocos se dan el gusto por falta de dinero.
No se necesita ser un gran cacao de la Cuarta República para apreciar las cualidades de una Hummer, o sea, no hay que ser un Hummersindo Rodríguez, quien, de paso, no creo que esté para andar picando cauchos.
Tengo la impresión de que prohibir las Hummer equivale a lo del tipo que vendió el sofá donde la esposa se acostaba con otro. Es decir, no se agarra al toro por los cachos y se soslaya el problema real que consiste en la corrupción de funcionarios públicos.
Para acabar con la corrupción no basta predicar con el ejemplo personal, como lo hizo el ex presidente Herrera Campíns y lo proclama el presidente Chávez.
Es indispensable estimular e investigar las denuncias públicas y conminar a los funcionarios competentes para procesarlas.
Desconozco si los alegatos del padre Palmar sobre la corrupción en Pdvsa tienen respaldos serios, pero el asunto no es para tomarlo a la ligera o tratar al denunciante como enemigo del gobierno.
Resulta paradójico que el sacerdote haya ido a parar al programa de Roberto Giusti para denunciar que los "meritócratas" de la conchupancia siguen haciendo negocios en la Pdvsa roja rojita, entre ellos un hermano del propio entrevistador, quien al respecto no dijo ni pío.
Al padre Palmar le diría, como aquel arriero, "que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar".
Y, hablando de rancheras ¿qué pasó con la de los Ranchos de Chana en El Tirano?
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