Ustedes no me van a creer lo que voy a afirmar en este artículo. Primera vez que la derecha venezolana y los grupos disminuidos de una clase social decadente, apostaron a que Cuba ganara. Incluso, voy más allá, apostaron a que Brasil le cortara por lo menos la medalla de plata al equipo venezolano de Voleibol masculino. Se quedaron con los crespos hechos. Venezuela ayer logró una hazaña deportiva que le escupió la cara a quienes aspiraban verlos derrotados. Estaban calladitos, cruzando los dedos para que no ocurriera este logro que ennoblece el deporte venezolano.
Cuando afirmo esto, no estoy haciendo propaganda oficialista ni pretendo crear una nueva trinchera en detrimento de la oposición. Digo una gran verdad que hoy corroe sus entrañas. No querían que Venezuela ganara por dos cuestiones fundamentales: Primero, siempre acostumbraron a utilizar estos triunfos como propaganda política, mientras el deporte se moría de mengua en manos corruptas. No hubo preocupación por aquellos deportistas que se convertían en glorias deportivas y los dejaban regresar a la miseria cuando ya no eran útiles a sus objetivos políticos ¿Cuántos muchachos que lograron obtener medallas en juegos olímpicos, panamericanos y otras competencias, no terminaron alcohólicos, mendigando debajo de un puente, bajo el dominio de las drogas o siendo explotados por algún cabrón que les prometía una pelea en el Ceasar Palace de Las Vegas? Segundo, el motivo más importante, no era rentable para sus objetivos golpistas que Venezuela obtuviera este triunfo antes del 20 de Agosto; fecha que insisten en convertir como punto neurálgico para un golpe de estado. Es lógico, sobre todo por que se ha incrementado de manera considerable la atención al deporte en el gobierno actual, que esto fortalezca la imagen de Hugo Chávez ante el mundo y ante el pueblo venezolano. Apostaban por unos juegos panamericanos con resultados desastrosos, como han apostado y tratado de vulnerar la economía, limitando la canasta del pueblo. Este era un factor de propaganda que debía ser silenciado a toda costa; incluso, debía ser maniatado como la negativa de la asociación venezolana de tenis a que no participara la raqueta María Alejandra Vento. Pero, los abanderados del Voleibol le voltearon la tortilla a los conspiradores. Ayer, se hizo realidad un sueño y se apuntaló el deporte en pesas cuando se batieron records panamericanos. No contaron con el esfuerzo de un grupo de soñadores que fueron a Santo Domingo a pelear por Venezuela entera y no para agradarle a un grupito de fascistas.
Los medios de comunicación han estado silentes, sospechosamente callados, ante noticias deportivas que no le son ajenas al pueblo y que son de suma importancia para todo el país. Apenas unos comentarios que se ven opacados por el bombardeo mediático para reeditar un golpe de estado. Venezolana de Televisión y Radio Nacional de Venezuela fueron los abanderados de una transmisión histórica. Como les dolió y, no me cabe duda tendrían que haberse mordido el culo de la arrechera, cuando en cadena nacional vieron coronarse con la medalla de oro el equipo de Voleibol masculino. Han estado restregándole al país ese venezolanismo con barras y estrellas y son solo una partida de apátridas que ven en Venezuela una marmita de oro a la que hay que explotar, exprimir y vender al mejor postor ¿Qué van a decirle a su gente, a esa gente que cree en ellos y que también cree en las victorias de un equipo venezolano? ¿Qué van a inventar ahora si esa bandera se vistió de oro y puede emocionar al pendejo que hoy les sigue como un zombie? No me extrañaría, por que la basura mediática se revuelve en su propia mentira, que hablen de “acuerdos” entre Fidel y Hugo para lograr este triunfo. No sería extraño ver a un Orlando Urdaneta o a una Gladis Rodríguez, enfilar sus baterías por orden de Ravell y por resguardo de sus salarios miserables, a inventarse un cubano desertor que diga que les ordenaron perder. Tienen los millones y un capital inmenso en mala intención para hacerlo. Sin embargo, no podrán manchar la victoria venezolana en estos juegos panamericanos. ¡Bien lejos son su mierda! Aquí hay un pueblo generoso y muy claro en sus logros. Toda Venezuela asume esta victoria y los cancerberos que se vayan al carajo.
La vergüenza no es patrimonio de quienes piensan en sus intereses. Ellos no sentirán vergüenza por que solo se preocupan por el dinero ingresado. Así como le negaron al pueblo la pasada campaña de béisbol, tratarán de restarle importancia a este logro deportivo. Pero, su actitud es un montoncito de tierra más que sacan del hoyo donde serán enterrados. Ellos mismos están cavando su propia tumba. Esa tumba que se llama indiferencia y que el pueblo sabe como aplicarla.
¡VIVA VENEZUELA CARAJO!
