Llegamos la emigración de Europa a finales de la década de los cuarenta y en toda la década de los cincuenta del siglo pasado. Llegamos a esta tierra aventados por las guerras, el hambre, la miseria y la persecución política, en nuestros países de origen. Venezuela y los venezolanos nos acogieron incondicionalmente sin oponernos ningún tipo de inconveniente y nos permitieron integrarnos a esta nueva Patria, sin preguntársenos por qué ni para que. Sin lugar a dudas ayudamos al desarrollo económico de Venezuela, aun que hicimos muy poco en el desarrollo del factor humano. Muchos nos quedamos para siempre y formamos aquí nuestras familias y nuestros medios de vida.
Llegó la emigración y a consecuencia de ella y del progreso económico, formaron la Nueva Clase Media hombres de iniciativa y arranque, espíritus de empresarios y arriesgados agiotistas. Vino la emigración y con ella y a consecuencia de ella, llegaron también individuos aunque de pocos escrúpulos de conciencia, e inteligencias calculadoras. Se formaron terratenientes y poderosos empresarios, señorzuelos advenedizos de mentalidades amorfas. Asnos enriquecidos quieren ser tutores del pueblo, sin más capital que su constancia y sus millones. El poder del dinero sobre las almas humanas, que ha lanzado la úlcera del canibalismo, que corroe el alma de todos los seres humanos sobre la tierra.
No cabe negarlo, la clase media subió por su superioridad intelectual en gran parte. Pero, ¿conserva hoy esa superioridad? Y sobre todo, ¿no es el hombre más que la inteligencia?
De la clase media a brotado aquel sofisma de que el juego de los intereses individuales brota el progreso sin más ayuda ni acción. La clase media es enemiga de toda revolución y constituye siempre un obstáculo a cualquier genero de progreso que la saca de sus hábitos y rutinas. La clase media ha cultivado la inteligencia y el egoísmo a la vez, se ha encastillado en un individualismo antisocial y feroz cerrado al hondo sentimiento de la solidaridad humana. La clase media ha cultivado la libre concurrencia y un verdadero anarquismo en la producción.
Hoy que se han acumulado enormes medios de producción, hoy que los capitales se han diferenciado y especificado, hoy que disponemos de grandes útiles e instrumentos, la sociedad requiere otra cosa que osados agiotistas e intrépidos empresarios. Hoy hacen falta trabajadores serios, honrados, abnegados, hondamente penetrados de su deber, cada vez hacen más falta las cualidades morales. Y el fondo, la base, la raíz y la fuente de estas cualidades es el sentimiento vivo de la solidaridad humana, es el sentimiento de justicia, es el respeto y amor al hombre, a todo hombre, es la convicción profunda de que son insignificantes las Diferencias de individuo a individuo.
“Y en cuanto a hoy, todos esos miserables están muy satisfechos porque hoy existen, y con existir les basta. La existencia, la pura y desnuda existencia, llena su alma toda. No sienten que haya más que existir”.
Ahora bien, lo inmoral de todo esto, es que apoyemos a la Oligarquía Criolla que quieren aplicarles a los venezolanos la misma medicina, por lo cual tuvimos que salir (con el rabo entre las piernas) de nuestros países de origen. No se les revuelve algo dentro del alma, al querer pagarle de esta manera al pueblo que nos acogió y nos dio todas las facilidades para que nos integráramos a esta gran familia, sin exigirnos nada a cambio, ni cuales eran nuestras creencias políticas, o religiosas. ¡Recapaciten, analicemos lo que están haciendo! El pueblo tiene mucho que ganar y muy poco que perder, o aun no se han dado cuenta. ¡Es Nuestra Nueva Patria! ¡Venimos solos, nadie nos fue a buscar! ¡Cuidemos la Patria de nuestros hijos y nietos! Miren hacia Irak y vean la destrucción que allí existe; al mister Bush no le importa lo que nos suceda a nosotros, a nuestras familias, ni a nuestros bienes. ¿Qué les pasó... Quienes son mayoría? No se dejen manipular por Globoterror.
¡Indios! ¿Indios? ¡Negros! ¿Sudacas? ¿Y por qué, si son una mezcla de café con leche, no pueden sentirse y proclamarse tales, cuando de cantar sus penas y sus consuelos se trate, cantarlos a la estética de sus ancestros?
-No es indispensable para ser socialista ser obrero, (ni de que color, o raza) sino que puede muy bien profesar convicciones socialistas y servirlas y trabajar en la causa del socialismo un Capitalista.