Un documento realizado en tiempos de la guerra fría, titulado “Manual del Perfecto Golpe Latinoamericano”, destaca que existe una cadena de acciones y eventos que pueden conducen al derrocamiento de gobiernos legal y legítimamente constituidos en América Latina, pero que no son convenientes para algunos sectores poderosos.
Según este manual, el objetivo último del plan conspirativo, que se desata a partir del uso de gremios patronales, sindicatos y otras organizaciones, “es obtener la adhesión de un segmento de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas para luchar en contra de un gobierno desafecto (...) No se trata de ganar base social o mayoría electoral, sino de articular fuerzas que abran el espacio social y de conciencia para el uso de la Fuerza Armada en contra de su propio pueblo”.
La cadena de eventos conspirativos incluye, entre otras, el reclutamiento de militares, periodistas - en especial mujeres-, políticos y dirigentes gremiales claves. Se explica la preferencia por las mujeres para que éstas “al insultar a los militares y a las Fuerzas Armadas, logren afectar en forma más eficaz su honor e imagen y bajar su moral de combate”.
A estas mujeres y familiares de militares “se les asignan operaciones de desmoralización de militares: sus tareas iniciales son aparecer en los cuarteles y escupir, amedrentar y humillar a los Generales y Coroneles, presionar a sus familias, y otros actos de provocación”.
Desde hace meses, a través de los medios de difusión venezolanos, se han hecho públicas algunas “informaciones” que pretenden involucrar a sectores de las FAN, siguiendo lineamientos parecidos a los establecidos en el manual.
El día de hoy El Nacional titula “Alvarenga responsabiliza al general por entrenamiento de paramilitares: Piden investigar actuación de García Carneiro en el Plan Escorpión”, mientras el diario 2001 destaca la toma de la entrada de la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda (La Carlota) reali! zada por algunas esposas y familiares de algunos militares cuya participación en el golpe de Estado del 11 de abril es investigada actualmente, destacando que están “Alzadas las generalas” y las denuncias y versiones que este grupo de mujeres tienen sobre los hechos que, protagonizados entre otros por sus esposos, condujeron al golpe de Estado del 11-A y sus consecuencias.
Con estos dos casos se ilustra la continua tendencia en ciertos medios venezolanos a abrir sus ediciones con opiniones de terceros, y no con informaciones ya comprobadas, como éticamente lo indica su papel (informar veraz e imparcialmente. De esta forma, destacando sólo una versión de los hechos, sin investigar su veracidad, y sin consultar a otras fuentes involucradas, se intentan crear matrices de opinión y se trata de influir la imagen de la FAN.
Aunque el mismo diputado Alvarenga admite que Eucaris Rodríguez, quien hizo la denuncia involucrando al general García Carneiro, no fue chofer del diputado Juan Barreto, lo cual indica que no se puede confiar totalmente en sus palabras, la versión destacada en El Nacional parte, sin contar con pruebas, de que lo que dijo Rodríguez es verdad. Cabe destacar que, en otras oportunidades, testimonios que luego son comprobadamente falsos, han sido colocados irresponsablemente en titulares y primera páginas.
También llama la atención que después del fracaso del “trancazo” de la oposición, y de la difusión del testimonio realizado por un reconocido periodista internacional que comprueba que los golpistas conocían de antemano la ubicación de francotiradores y las muertes que lamentablemente ocurrieron en el lugar hacia donde ellos mismos desviaron la marcha del 11 de abril, ahora “aparezcan” denuncias que, aunque sin pruebas, son magnificadas por los medios de difusión, para tratar de involucrar a altos oficiales de la FAN que lucharon por mantener la constitucionalidad, en las muertes del 11-A.
Tanto los llamados y provocaciones para que la FAN se “pronuncie” realizados por algunas mujeres y otros sectores, así como las denuncias malintencionadas que sin pruebas involucran a sectores constitucionalistas de las FAN en supuestos actos ilegales, parecieran estar dirigidas a crear en la opinión pública una especie de “necesidad de orden inmediato ” que legitime o justifique la intervención inmediata de algún sector de la FAN no constitucional, pasando por encima de los mecanismos democráticos establecidos en la Constitución Bolivariana y las leyes.
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