España, llegó a ser el primero y más grande Imperio Moderno. Esto ya es algo extraordinario en un pueblo. España tuvo fuerza para descubrir y dominar casi toda la tierra conocida; pero el Cristianismo engendró una dualidad de poder... Quien se rebelaba contra el Rey, hombre o pueblo, aunque hubiera sido cristianizado por ella, seguía siendo cristiano. Y esto le fue fatal. ¡Ha si el Rey de España hubiera sido a la vez Sumo Pontífice de la Iglesia Católica!... Pero se lo impedía su propia fe, su cristianismo. Esta dualidad intrínseca del Imperio Español sirvió a naciones y enemigos más débiles para lograr su destrucción. El Cristianismo era el vínculo real del Imperio Español. En el momento que subsistía el a través de otro poder, el poder Papal, fue fácil romper el débil vínculo, político. Quedaba ya sólo por resolver la cuestión de tipo bélico.
Hubo necesidad de inventar una estrategia para batirle. Los españoles estuvieron más de dos siglos guerreando entre sí; es decir, derrotándose así mismos. Por y para el extranjero. Toda guerra civil, colonial o de metrópoli; cualquiera que sea el resultado, es una victoria de la nación rival. La permanente y total: Inglaterra, y la Internacional de la Finanza. Entre ambas por conspiración y corrupción, en alianza con la Congénita Estupidez Política del Español, el hacer que España se derrotase a sí misma no fue hazaña extraordinaria. Vean en poco más de un siglo apenas, han sufrido cinco guerras civiles y revoluciones, golpes de estado casi cien: salpicados por una guerra internacional suicida y otras tres coloniales la última de las cuales le duró, por traiciones interiores y exteriores, veinte años. No satisfechos con tenerla dividida en tres, intentan partirla en cinco. (O más) ha saber, España, una; Portugal, dos; Gibraltar, tres; van a separarse dos partes más, La república de Cataluña y la república de Euzkadi o Vasca; estas dos últimas, con su correspondiente irredentismo en Francia. Galicia quiere unirse al norte de Portugal.
Cierta vez dijo Nietzsche, que los españoles <
Si hay un imposible masivo es el español: Lo cristiano, es su más potente proyección, en el cristianismo uno y, por tanto universal y católico, ha sido el factor decisivo en la formación nacional individual de lo español.
José Stalin, comparaba a los españoles, refiriéndose a la guerra civil que estos confrontaban, con las celebraciones de los pueblos del Norte de España; en sus fiestas patronales, allí, cercan las plazas principales de la localidad como si fuera un ring de boxeo, meten dos ovejos dentro para que se den de cornadas, hasta que uno de ellos caiga.
La clase dirigente española son, asnos de mentalidades amorfas, que aspiraban a ser tutores de pueblos.
manueltaibo@cantv.net