INTROITO
Los reglamentos eclesiásticos del catolicismo dicen que el representante directo del Dios (católico) en el planeta Tierra es el Papa. Y basándonos en esto podemos concluir que este personaje es el único que tiene conexión directa con su Superior. O sea, que por más que los católicos se rasguen las vestiduras pidiendo conexión con su hacedor supremo, lo más probable es que la línea le salga ocupada. O que salga una contestadora automática diciendo “…Lo sentimos mucho pero usted está accediendo a una línea no autorizada. Por favor haga la solicitud a su cura de parroquia para que él la transmita a su superior inmediato…”. Y así, después de algunos otros pasos intermedios llega a los curas que están en la cima del poder local (Venezuela), y luego estos la llevan al Cardenal paisano y éste finalmente al Papa. Por supuesto, la velocidad de la conexión terrenal local dependerá del engrase de la vía. Aquí la expresión “engrase” se refiere a ustedes saben qué.
LA BAJA ESTIMA
Es increíble como muchos personajes invocan a su “Dios” para que los ayude, desestimándose a sí mismos. Pero en el fondo esto no es más que un acto de cobardía, ya que lo que están buscando es una excusa para justificar si algo les sale mal. “Dios así lo quiso…”, dicen. La culpa no fue de ellos sino de su Dios que no les paró bolas. No hubo conexión. Así cualquiera se arriesga.
CARRASQUERO
El nuevo presidente del CNE. Invocando a su Dios para que lo ilumine. Este carajo debe ser católico, o por lo menos cristiano. Así que está en el mismo equipo del Papa del Vaticano S.A. No cree en él. Ya buscó su “chivo expiatorio”. “…Que Dios me ayude a tomar la decisión correcta…”, dice. Y él es el fiel de la balanza en el CNE. Dos chavistas, dos anti-chavistas, y él. Casi nada.
EL OTRO PODER
Carrasquero, como esos buenos prestidigitadores, creó de la nada un nuevo poder republicano: El Poder Eclesiástico. Por supuesto el Católico. No importa que los católicos sean una minoría en Venezuela. Por lo menos algunos de sus dirigentes están en la espuma flotante de la sociedad venezolana. Así que a ellos los ungió de poder. ¿Poder para qué? Buena pregunta.
LOS INTERMEDIARIOS
Los italianos dicen “…tradutore traitore..” (o algo así). Traductor, Traidor. Y esto se aplica también a los intermediarios. A los “Codetalkers”. A los que llevan y traen. Hay dos ejemplos exquisitos donde se demuestra el valor del traductor-intermediario. En el excelente libro “Shogun” se enfrenta un pirata inglés que no habla japonés a un cura jesuita que sí lo habla, pero ellos son enemigos mortales. Y el jefe japonés quiere aprender del inglés las artes inglesas de la guerra, y así le pide al cura jesuita que le sirva de traductor. ¿Cómo confiar el pirata inglés en que el cura está traduciendo lo correcto? ¿Cómo confiar el jefe japonés en que lo que está diciendo el cura es lo correcto de lo que dijo el inglés? Lean el libro. El otro ejemplo es en la película con Nicolás Cage “Codetalkers”. El intermediario es vital. Si uno no conoce el código, la clave, entonces no tiene más recursos que confiar en estos lleva-y-trae. La vaina se pone jodía cuando este sistema es infiltrado por el enemigo. Así que se necesita confiar. Confianza es la palabra de moda.
LOS CODETALKERS CRIOLLOS Y CARRASQUERO
Aquí estamos jodidos. Carrasquero no va a buscar a un cura de pueblo para establecer su línea de comunicación para que “Dios lo ayude a tomar la decisión correcta”. No señor. Ese va a buscar a un cura de la High Society. Para que éste le sirva de intermediario con el Papa y así Juan Pablo II pueda establecer la conexión directa con Dios. ¿Adivinaron? Sí señor: Baltasar Porras, Mikel de Viana y Pedro Freites, y de suplente Luis de Ugalde. Los Sacerdotes del Demonio. (Los tres primeros se van a caer a coñazos para agarrar el teléfono apenas suene el primer timbrazo proveniente de Carrasquero CNE).
DUDAS, DESCONFINZAS, POR CARAJAZOS
Cualquier ayuda que Carrasquero solicite al cielo será entregada a uno de los tres sacerdotes del demonio, codetalkers criollos (me imagino que en una conversación privada –confesión-), para que éste a su vez la transmita al Vaticano S.A. Primera desconfianza: ¿este codetalker no manipulará la solicitud, “arreglándola” a su favor (oposición fascista)?. Segunda duda: a nadie le consta que el Papa envíe la solicitud y/o reciba la respuesta de su Superior. En el regreso, la información que envíe Dios será entregada personalmente (por supuesto en un acto de confesión) por uno de estos tres sacerdotes del demonio. Esta información será indefectiblemente: “…Dios le manda a decir que el Revocatorio contra Chávez tiene que ir, y primero que los demás, y que además las firmas no deben ser revisadas…”. Y así Carrasquero se lava las manos. “…actué bajo los designios de Dios Nuestro Señor, amén…” dirá.
LUIS RIVERO BADARACCO.
Maturín, 3 de septiembre del
2003.
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