Una vez terminado el proceso refrendario surge en el país un panorama distinto políticamente hablando. Atropelladamente, luego de los resultados salieron los defensores de la contrarreforma a decir que ya es tiempo de reconciliación, de paz y entendimiento, pero a la misma vez se proponen una constituyente para acortar el periodo presidencial, recolección de firmas para un nuevo revocatorio. De la misma manera el sector de la iglesia católica que se lanzó al ruedo político, exige la reincorporación de los ex trabajadores de PDVSA que sin ningún escrúpulo abandonaron la empresa petrolera del estado venezolano durante dos meses, sabotearon la producción, destruyeron los equipos de almacenamiento, de información e inutilizaron las maquinarias. En sintonía con ello, un sector de estudiantes de la Universidad Privada Católica Andrés Bello, ya se dirigió a Europa denunciando en el parlamento europeo el irrespeto a los derechos humanos por parte del gobierno venezolano, luego de haber asistido estos a la graduación fraudulenta en la nunciatura, de un prófugo de la justicia buscado por intento de violación y agresión premeditada y alevosa contra una funcionaria policial, llamado Nixon Moreno. Lo que indica que el año 2008, ya viene marcado por la acción intransigente, recurrente y desestabilizadora de los que viven afirmando su apego a los principios democráticos pero sin importarles violentar el hilo constitucional. Demás está decir la constante escasez provocada por los monopolios del comercio de importación que tienen trazado su plan de agudizar este flagelo para contribuir a la presión social y hacer de la campaña anti Chávez un movimiento de todos los factores sociales que permita derrocar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela antes de terminar el mandato de George Bush, presidente de los Estados Unidos. Es imposible opinar de la situación del país, Latinoamérica y el mundo, sin mencionar a la gran potencia del norte. No es una obsesión, es una realidad a la que hay que tomar siempre en cuenta pues este elemento es un parámetro de la dinámica social y política en los países dependientes.
Con estos ingredientes, tenemos en un pote, todo mezclado como regalo de la muy exclusiva oposición, una reconciliación en el 2008 pero con las reglas del juego de acuerdo a los deseos de ellos. ¿Qué pretenden? ¿Qué el gobierno nacional y las bases revolucionarias se queden tranquilos? ¿Incendiar de nuevo a Venezuela y que no se les toque ni con el pétalo de una rosa? Estoy convencido que el pueblo venezolano va a continuar apoyando a su presidente y va a pedir mano dura contra la conspiración, la inseguridad y sanción a los acaparadores de alimentos y lucha frontal contra la corrupción. Dentro de este escenario se desarrollará un año nuevo, con campaña electoral donde se medirán de nuevo las fuerzas de la derecha y de los que apoyamos la vía al socialismo, aquí es también la oportunidad para desenmascarar a los falsos demócratas arropados en invisibles mantos de los partidos tradicionales y emergentes de corte neoliberales. Están activando en la opinión pública mediante sus medios de comunicación la descalificación de los allegados al comandante Chávez y su familia, esto se va a ir profundizando para confundir de nuevo y crear el ambiente necesario para favorecer un clima de inestabilidad y desconfianza. Ahora bien, si se moviliza e informa a la ciudadanía de los alcances y proyectos de la revolución, si se ataca el desorden en las ciudades, disminuirá el impacto de la guerra mediática contra el Presidente Chávez y su idea de construir el Socialismo. Acaba de surgir un nuevo elemento que se suma a la calidad humana de nuestro líder: la labor humanitaria de acordar con las FARC, la liberación de los secuestrados. Esto es buscar reconciliación.