Si algo tenemos que reconocerle a la Revolución Cubana es la disciplina y la autoridad que generó desde sus inicios en todo el pueblo cubano, a fuerza de respeto y cumplimiento a las leyes. Esto se comprueba al observar la rectitud de cualquier cubano que se desempeñe en cualquier área profesional o laboral. Esta característica debería ser observada y repetida en nuestro país si queremos que la Revolución Bolivariana logre imponerse como sistema de vida de todos los venezolanos.
Ahora con ésta amnistía hacia las personas que cometieron tantos crímenes contra el país, su gente, su patrimonio público, pienso que hemos dado un brinco olímpico de retroceso. Esas personas no rectificarán, ni los que están a su alrededor. Ese perdón sólo servirá para que haya más guarimberos, saboteadores y desestabilizadores perturbando la paz del país y gritando incoherencias (libertad, dictadura, tiranía) y cuyas palabras tendrán amplia repercusión en los medios masivos de comunicación nacionales e internacionales. ¿Qué pensarán los que sufrieron pérdidas familiares o materiales en los sucesos del 11 de Abril, del paro petrolero, guarimbas? Hasta dónde llegarán ahora los grupos opositores que irrespetan e insultan cotidianamente a altas figuras del gobierno, incluyendo al Presidente y su familia? Este problema no se corregirá con amnistía e impunidad sino con energía, severidad, aplicando todo el peso de la ley.
El día que sea expulsado del país o salga directo a La Planta el primer extranjero que acapare o especule con los alimentos se acaba el alza indiscriminada de precios, el desabastecimiento. A nuestra joven revolución le hace falta mucha autoridad, mano dura debido a que ya se observan problemas que lucen incontrolables: motorizados, buhoneros, la destrucción de los bienes públicos.
En el país hay muchos cubanos trabajando en diferentes áreas, aprendamos de ellos, tomemos lo mejor de su Revolución: Haber formado un pueblo disciplinado, respetuoso con altos niveles de preparación y debido a ello ha podido sobrevivir a 40 años de bloqueo despiadado que los ha hecho más fuertes y unidos. .
