Caso Estados Unidos
Durante la invasión a Irak de este año, el fotógrafo del diario Los Angeles Times Brian Walski, de 25 años de edad y quien trabajaba para dicho periódico desde 1998, fue enviado a cubrir los acontecimientos. A finales de marzo tomó dos fotos interesantes de un soldado estadounidense interactuando con algunos civiles iraquíes. Las fotos no estaban mal, pero el fotógrafo pensó que integrando los elementos de ambas fotos con Adobe Photoshop (un software profesional de edición y retoque de imágenes) podría lograrse una foto aún mejor a nivel artístico.
Si bien ello viola todas las normas de ética del periodismo gráfico, Walski posiblemente pensó que nadie se daría cuenta, así que procedió a hacer el montaje antes de enviar las imágenes a sus jefes en los Estados Unidos.
En efecto, la foto montada quedó espectacular: el soldado estadounidense hablaba imponente, con su mano extendida, como un gran jefe dando instrucciones; del otro lado un civil iraquí, con un rostro cansado y resignado, miraba indefenso con un niño en sus brazos. Dos elementos de dos fotos distintas fueron combinados para hacer creer a los lectores que el soldado se dirigía al iraquí. Y quien sabe, tal vez así fue en algún momento, pero eso no era lo que decían las fotos tomadas por Walski.
El montaje engañó a Colin Crawford, veterano director de fotografía del periódico californiano, y fue directo a la portada. La imagen también fue compartida con los diarios Hartford Courant y The Chicago Tribune, que son del mismo propietario, y en ellos también apareció en lugares muy destacados de sus ediciones.
Un empleado de Haltford Courant se dio cuenta de la manipulación días después, mientras buscaba imágenes para un amigo. Llamó a Thom McGuire, editor asistente de fotografías del diario, y tras examinarla con Photoshop con un zoom de 600 por ciento, no les quedó dudas de que hubo un montaje.
El fotógrafo Walski admitió su error y pidió las más sinceras disculpas telefónicamente y por e-mail, pero eso no lo salvó: fue despedido del diario el martes 1 de abril de 2003. Ese mismo día en la noche, el diario publicó en su sitio web LATimes.com una disculpa editorial que fue impresa en el diario el jueves, acompañada de la evidencia: las dos fotos originales y el montaje final.
"Lo que el fotógrafo Brian hizo es totalmente inaceptable; violó nuestra confianza y la de nuestros lectores", escribió el editor del Times en su disculpa editorial. "En ningún momento subestimamos todo lo que él ha vivido y experimentado en la guerra. No nos sentimos bien al tener que hacer esto, pero la integridad de nuestra organización es esencial. Si nuestros lectores no pueden contar con nuestra honestidad, no tendremos más nada que ofrecerles."
Fotografía manipulada por diario Tal Cual |
Caso Venezuela
En Venezuela, el diario Tal Cual tomó una imagen del presidente Chávez divulgada por la agencia estatal de noticias Venpres, y, violando todas las normas de ética del periodismo gráfico y sin pedir autorización a los propietarios de la licencia de la foto, decidieron cambiar las rosas que portaba Chávez por una pistola. La imagen, para más colmo, acompañaba un editorial escrito a Teodoro Petkoff, editor del periódico vespertino. El texto -un cotidiano regaño del editor al Presidente de la República por decir algunas cosas que Petkoff considera inapropiadas- no especificó en ninguna parte del mismo que la foto (que luce bastante auténtica para un ojo no entrenado) es un montaje.
Parece ser que los editores de los periódicos, en su afán por hacer el trabajo de los presidentes, dejan de hacer bien sus propias labores.
Si la idea era hacer una burla al Presidente -algo cotidiano en nuestro país-, pudieron recurrir a otros recursos artísticos: colocar una pistola de caricatura, o tal vez hacer una caricatura (el mencionado periódico tiene buenos dibujantes, hay que reconocerlo). Pero evidentemente lo ocurrido el jueves con Tal Cual tenía otra intención: darle a entender a la mayoría de las personas que ven dicho periódico (quienes no lo compran, sino que lo ven de reojo cuando pasan al lado de un kiosko) que el Presidente Chávez ya empuña armas para transmitirle violencia a sus seguidores, tal y como lo hacía Saddam Hussein cuando era el Primer Mandatario de Irak, dirigiéndose a multitudes disparando al aire pistolas y fusiles Kalashnikov.
Por ello, la primera aclaratoria que tuvo que hacer el ministro Chacón en rueda de prensa al día siguiente era que "el presindente no empuñó ninguna arma", mostrando la foto original y contrastándola con la portada del pasquín.
Conclusión
Ante todo esto, la pregunta obligatoria es: ¿debería Petkoff renunciar, o ser despedido, de su cargo como editor de Tal Cual?
El lector tiene ya algunos precedentes: en Colombia, el director del semanario El Espectador debió presentar su renuncia después del escándalo causado por una entrevista a Moises Boyer, quien recordamos que acusó a Rangel de transportar a líderes de la FARC a Venezuela. Dicha entrevista fue publicada sin ser verificada, a pesar de que estaba llena de inconsistencias que más bien parecían disparates.
En Estados Unidos, el caso del fotógrafo Brian Walski causó no sólo el despido del mismo, sino disculpas sinceras de los directores de fotografía de dos periódicos, uno de los cuales debió asegurar públicamente: "de ahora en adelante seré mucho más cuidadoso".
¿Le debe Tal Cual explicaciones a su público, y medidas contundentes que permitan que sus lectores recuperen la confianza en el mismo? Sr. Petkoff, usted ha mostrado en los últimos años una gran admiración por los Estados Unidos. ¿Deberían sus jefes seguir el ejemplo de los jefes de Brian Walski, norteamericanos por cierto, y despedirlo a usted por el escándalo que ha causado?
Fuentes:
http://www.poynter.org/content/content_view.asp?id=28082