Debo confesar que he abandonado la práctica de no ver a los canales golpistas y cada mañana me instalo a recorrerlos con mi cafecito mañanero. Me encanta percibir el esfuerzo sobrehumano de Napoleón Bravo, Marta Colomina, el enano de RCTV que debe ser más pichirre que el carajo, por que nunca recuerdo su nombre, Carlos Fernándes y a ese par de ilustres pendejos de Globovisión, Fausto Masó y Roberto Giusti, que me hacen extrañar a Minguito y su propaganda de las camisas Arrow… Decía que me encanta percibir el esfuerzo sobrehumano que hace esta Corte del Ridículo, para evitar hablar “alguito” positivo del Comandante Hugo Chávez Frías. Pareciera que cada mentira, cada estupidez, cada pendejada, cada manipulación, cada chiste malo, cada comentario, tuviera un precio específico en el sobre mensual de las nóminas que respaldan esa campaña tan trillada y hoy poco menos efectiva de conspirar en contra del gobierno. Compiten cada mañana a ver quien es más solidario con los intereses de los medios privados y se devanan los sesos para desglosar un tema cualquiera que sirva de punto de partida a un peo social que se desvanece y no acaba de germinar. Ya ni siquiera pueden ocultar los resultados de las encuestas, por que los “macacos” chavistas ahora se divierten opinando por los mensajes de texto que aparecen en los créditos y eso es muy jodido manipularlo.

Por ejemplo, esta mañana el enano de RCTV no escogió un tema más banal para la encuesta diaria que la sonrisa de Carrasquero, mostrada en sus declaraciones cuando le preguntaron sobre el megarevocatorio. Decía más o menos así:

“¿Qué piensa usted de la sonrisa de Carrasquero, presidente del CNE, cuando le preguntaron por el megarevocatorio?... A) ¿Está cagao?... 15%... B) ¿Nos está vacilando?... 22%... C) ¿Zamora le mentó la madre en el oído?... 3%... D) ¿Le pican las nalgas?... 5%... E) ¿Solo contesta la pregunta y no piensa un coño?... 55%...”

El enano de marras quería a juro que el televidente contestara y abultara el porcentaje de la pregunta “B”. Es decir, Carrasquero no tiene derecho a sonreír cuando contesta una pregunta que le interese a la oposición. Pero como los macacos aprendieron a usar el celular y están pendientes de desbaratar las intenciones golpistas de los medios, acuden a esa solidaridad automática en defensa de los personajes que son atacados para desprestigiar a las instituciones; sin importar su imparcialidad ó compromiso político.

Anteriormente, ahora hablando de los mensajes de textos, aparecían cosas como: “Tirano, vete pa’ Cuba…”, “La Robolución que trajo el zambo de Sabaneta…”, “Malditos chavistas, los vamos a exterminar…” y otra menudencias producto de la disociación psicótica. Sin embargo, ahora se ven intercalados en estos mensajes: “Y después se quejan de libertad de expresión…”, “Fascistas, golpistas, Viva Chávez…”, “Viva la Revolución Bolivariana, carajo…” Un claro indicio de la revolución ingresando en la cibernética y, lean bien esto amigos civilizados… ¡Los macacos también saben usar sus armas!

Napoleón y Marta están en su más baja sintonía, pero no deja de ser curioso como los directivos de Venevisión y Televén aún apoyan la arrastrada y babosa forma de conducirlos. Napoleón se pone histérico cuando un invitado fascista no concreta un insulto al “Tirano de Sabaneta” y no solo hace preguntas largas que invariablemente están contaminadas del más excrementoso verbo; si no que le añade a las respuestas ese aliño soez que el pendejo invitado no logra exponer en su totalidad. Se histeriza, se cuaimatiza, se energumiza y el rictus facial ha mostrado cambios considerables hacia una vejez prematura… ¡Coño! Por que nadie puede tener tanto veneno encima y vivir saludable.

Marta es otra que refleja cambios faciales importantes. Pica el ojo izquierdo con más frecuencia y la línea de su boca que le ahorra gastos que jode en la compra de lápiz labial, se une cada día más a la nariz de comadreja que no resiste la presión de la gravedad. Sus preguntas van con respuesta y todo, sin compasión, alerta ante cualquier desvío que no implique un ataque a Hugo Chávez y que atenta contra sus orígenes coloniales. No le perdona al Zambo, aquella carrera que pegó cuando el “lumpen” reclamaba frente a Miraflores el regreso del Comandante.

Carlos Fernándes no tuvo empacho en decir que le revolvía el estómago cuando le hablaban de la Cuba socialista, de los médicos cubanos y de esas cosas que provienen de “ese mundo comunista”, sin importar que hayan beneficiado a los habitantes de los barrios caraqueños. No tiene prurito alguno en invitar a tres de la oposición para que cayapeen a un solo invitado revolucionario. Pelea desigual que, si los tres fascistas invitados no son suficientes, él salta de su silla para ser el contendor número cuatro.

Roberto Giusti y Fausto Masó los he dejado para cerrar este artículo, por que la bazofia tiene cara de perro y merece un comentario más delicado. Giusti tiene cara de hijo de puta (perdonen mis amigas del viejo oficio) y la ejerce con mucho gusto. Este tipejo es un bandido amoral que no tiene remilgos para injuriar con pruebas falsas a cualquier ciudadano que esté trabajando por este proceso. Este criminal del periodismo le debe al pueblo la inducción para que asesinaran al dirigente del PPT, Jorge Nieves. Este tipo es un vulgar funcionario de la CIA, traidor, inescrupuloso y contumaz mercenario del periodismo más bajo, al que le llegará el tiempo de un juicio que lo ponga tras las rejas. Ni Fausto Masó sale ileso ante las intervenciones de esta basura y se le ha visto incómodo ante la grosería mediática impuesta por el vagabundo en el programa matutino. Masó perdió cualquier vestigio de aquellos tiempos de articulista crítico, independientemente de su posición reaccionaria, al aliarse con este sujeto de baja calaña… La gusanera mayamera en Globovisión ha encontrado el terreno abonado y Ravell ha demostrado ser un ferviente admirador del chiquero informativo. Mingo no calzaba los puntos que le alimentara sus mañanitas sexuales… Que lo diga Leopoldo Castillo, otro asesino que le sube la libido vespertina.


marioaporrea.org
msilvagayahoo.com