Reeditando las invasiones de antaño en República Dominicana, en Guatemala, Panamá y Grenada, tropas norteamericanas se escudan en la supuesta “protección de norteamericanos” para ingresar en territorio boliviano, ahora que el “gringo” Goni está a punto de anunciar su renuncia a la presidencia del hermano país. De nada valieron las amenazas desde la Casa Blanca y a su alumno en la OEA, César Gaviria, para detener al movimiento popular que obliga al asesino a renunciar y coloca en posición delicada a la oligarquía boliviana.
La clase media profesional y los sectores de la oligarquía, cuando vieron que Goni no podía sostenerse en el poder, cambiaron de bando para capitalizar un movimiento netamente indígena y obrero. Pero, el movimiento popular está claro y sabe que un movimiento a largo plazo como el de mantener al vicepresidente hasta el 2007, sería un suicidio para los cambios que deben producirse cuanto antes. El sector empresarial, el mismo que abogaba por Sánchez de Lozada, y las fuerzas de la derecha quieren evitar una constituyente a toda costa.
El movimiento campesino, indígena y obrero boliviano tiene que estar muy alerta ante la nueva amenaza del imperio. El imperio teme que esta rebelión le indigeste el patio trasero; sobre todo cuando en Ecuador, las fuerzas indígenas que apoyaron a Gutiérrez, anuncian movilizaciones para exigirle que cumpla con lo prometido en su campaña electoral. Ahora, tropas norteamericanas ingresan en Bolivia para salvar al renunciante homicida y para respaldar a las fuerzas de la oligarquía que quieren sacarle partido a la rebelión popular.
El pueblo boliviano, que ha dado este paso enorme derrotando al imperio y sus representantes, no debe permitir que Gonzalo Sánchez de Lozada salga del país y queden impunes las muertes ocasionadas por sus esbirros. Justicia popular inmediata y una Constituyente que cambie la estructuras del estado boliviano; incluyendo las castas incrustadas en el ejército y los órganos represivos, que aún después de haberse hecho efectiva la renuncia de Goni, sigue atacando al pueblo.
¡VIVA EL PUEBLO BOLIVIANO, CARAJO!
¡ABAJO EL INVASOR GRINGO!
¡JUSTICIA POPULAR!
¡CONSTITUYENTE YA!
¡Alerta!... ¡Alerta, que camina!... La Espada de Bolívar en América Latina
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