Lo malo de ser tan buenos y tan democráticos es ceder y afianzarse de la tolerancia, y ha quedado demostrado en todos estos 9 años de procesos de cambios. No es que se aspiré a la represión y al conflicto bélico sino que hemos sido exageradamente buenos, como si esto fuese solo un problema de moral, es de Justicia cuando realmente debe de aplicarse.
No hace mucho Chávez le dio un jalón de oreja a algunos representantes de la revolución y cuestionó fuertemente la toma simbólica y pacifica de Globovisión con la excusa de no caer en provocaciones como si este canal fuese poco en sus provocaciones al pueblo de Bolívar con sus mentiras y manipulaciones.
Qué más muestras de perdón, amor y libertad ha dado Chávez desde que llegó al poder, creo que se le pasa la mano de bueno y considerado, pero ¿Para qué?. Si las actitudes de perdón y tolerancia pudiesen cambiar la forma de actuar del oposicionismo valiese la pena tanta gracia dada, lo cierto es que esta rancia oligarquía interpreta estas expresiones profunda de democracia como debilidad de parte del estado y lo peor aún lo que el pueblo siente como falta de justicia.
Nada más con todos los paramilitares que fueron ingresados al país para emboscar al presidente y su gabinete para asesinarlos, seguramente cortarlos a cada uno en pedacitos y luego siendo todos indultados por Chávez, era para que la oligarquía retrocediese en su afán desbocado de tumbar al presidente y asirse del poder.
La historia es otra y estas clases antidemocráticas marcan cada vez más el escenario nacional e internacional con sus hipocresías, odio, conspiraciones, etc. Para muestra un botón lo de Álvaro Uribe a quién desde hace años ya se le hubiese marginado al mantener en su suelo a los conspiradores y golpistas que aún aspiran derrocar a Chávez.
El pueblo llega un momento que se cansa de tanta impunidad, de manifestada injusticia, de ver a pillos libres y felices porque consideran que Chávez es blandengue y que ellos tienen toda la razón. ¡Mano dura! Es un clamor popular. Sanción al canal de Globovisión, meter en cintura a tantas emisoras privadas y televisoras regionales que a una conspiran, envenenan, confunden.
Democracia y justicia van de la mano, no puede andarse mocho cuando se gobierna, mucho menos cuando se impulsa un proceso revolucionario donde se requiere decisiones firmes y a corto tiempo para quitar todo obstáculo que impida el avance hacia un sistema socialista.
Admiro cómo la ultraderecha trabaja sin descanso, asumiendo los medios privados como su caballito de batalla, mientras nosotros seguimos aún pensando que algún día tendremos una nación en paz y concentrados todos en su progreso y desarrollo.
Aunque toda la tarea no se le pede dejar a Chávez; medios alternativos de radio, televisión y prensa HAN DE TRABAJAR EN ARMONÍA, UNIDOS Y CON LAS COMUNIDADES. Es mejor asumir tareas fuertes, directas, efectivas que aminoré el avance de la derecha y siga haciéndonos daño.
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