Jefe de una revuelta popular que puso en jaque al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, el dirigente del MAS boliviano pide la condena internacional del gobernante y manda de paseo al secretario general de la OEA, César Gaviria, a quien recomienda que “vaya primero a resolver sus problemas en Colombia”. Dos veces se ha reunido con el presidente Hugo Chávez
De la unión entre los indígenas aymaras Dionisio Morales Choque y María Mamani vinieron al mundo siete niños. Cuatro de ellos murieron antes de cumplir dos años, como es común entre los campesinos e indígenas de Bolivia en los siglos XX y XXI. Uno de los tres sobrevivientes, nacido el 26 de octubre de 1959, en Orinoca, provincia Sud Carangas del Departamento de Oruro, es Evo Morales, ex candidato presidencial, diputado del Movimiento al Socialismo (MAS) y líder del alzamiento popular que ha puesto en jaque al gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Al otro lado del hilo telefónico se escucha un bullicio. Es miércoles 15. El equipo de seguridad de Morales acaba de detener a varios policías infiltrados en torno al dirigente, quienes supuestamente tenían la misión de asesinarlo. Está por arrancar una marcha multitudinaria con la que los líderes campesinos, indígenas y de otros sectores sociales aspiran a conseguir la renuncia del gobernante, un político formado en EE UU al que apodan “Goni” y “El Gringo” por su acento anglosajón. Para la fecha, las organizaciones de DDHH estiman en 53 las muertes levantadas por los forenses como consecuencia de la represión del Ejército y la policía, aunque la cifra es más alta si se contabilizan las ocurridas en poblados y zonas incomunicadas de las principales ciudades bolivianas.
“No va a haber ningún diálogo, así haya intervención o mediación de un organismo internacional, mientras no renuncie el Presidente”, advierte de entrada Morales, entrevistado para el programa Buscando el equilibrio, que conduce el autor de estas línez en jazz 95.5 FM, emisora matriz del Circuito Radial Triple F. (*) “Esa es la decisión del pueblo, por eso el pueblo sigue movilizado pidiendo la renuncia del Presidente”, insiste.
La rebelión social tuvo como detonante el proyecto gubernamental de vender gas a Chile. Este negocio, según sus críticos, no favorece al pueblo, sino a las transnacionales. Un argumento, al que, con el tiempo, se han sumado otros, especialmente el de la masacre por la que ahora plantean enjuiciar a Sánchez de Lozada, a quien el vicepresidente (primero en la línea de sucesión presidencial) y otros partidarios han ido dejando solo en su laberinto.
–¿Cómo es la situación en las calles de Bolivia?
–Todos piden la renuncia de Sánchez de Lozada. El pueblo está en la calle. Están bloqueando las calles principales, y van a seguir bloqueándolas, porque ya es hora de acabar con la mafia política. Los partidos tradicionales han llevado a una crisis económica profunda. Nos estamos concentrando para una gran marcha en defensa de la democracia, de la Constitución y fundamentalmente de los hidrocarburos, exigiendo cambios políticos con la renuncia del Presidente.
–El secretario general de la OEA, César Gaviria, ha expresado respaldo al gobierno de Sánchez de Lozada.
–Que César Gaviria primero vaya a resolver sus problemas en Colombia. No tiene ninguna autoridad para mediar. Que vaya a resolver los problemas entre las FARC y su gobierno. Además de eso, César Gaviria ya salvó en febrero (a Sánchez de Lozada, cuando una primera revuelta popular-indígena fue catalogada por una comisión de la OEA como “intento de golpe de Estado”) y ahora nuevamente lo que quiere es salvar al Gobierno. El representante que viene aquí no va a resolver absolutamente nada. No va a haber mediación hasta que renuncie Sánchez de Lozada. Mientras eso no pase no hay ningún diálogo.
–El gobierno de Sánchez de Lozada lo ha acusado a usted y al movimiento indígena y campesino de tener conexiones con el exterior, de recibir financiamiento externo.
–Me acusan porque he viajado a Venezuela, a Trípoli. Yo he viajado bastante a muchos países. Y jamás: no tengo carácter de pedir ayuda económica. Es verdad que tuve dos reuniones con el presidente Hugo Chávez, pero jamás he pedido ni un dólar. Y no nos caracterizamos por eso. Además, tenemos un control a nivel internacional. Cuando salgo y entro al país controlan todo, hasta mis bolsillos. Ahí están mis cuentas. Que lo demuestren. Yo dije al Presidente: tiene dos horas para demostrar esa ayuda que supuestamente recibí. Y es un Presidente mentiroso. Yo viajo gracias a la invitación a muchos países. En estos días tenía que estar en Venezuela, pero por razones de tiempo y estos conflictos no pude viajar. Pero voy a seguir viajando. Tengo reunión en México, en Cuba, en Lisboa, Portugal, invitado por el Gobierno portugués. Tengo derecho a viajar. Y si quieren asustar al pueblo cuando viajo, voy a seguir viajando.
–¿El programa del movimiento social y político que usted dirige se parece, tiene raíces comunes, a la revolución bolivariana que proclama el presidente Chávez en Venezuela?
–Nosotros queremos transformar el país pacíficamente, mediante una Asamblea Constituyente Popular de las Naciones Originarias. Queremos transformar el país sin derramar sangre. Ese es el planteamiento del pueblo boliviano. Por eso el movimiento indígena ha empezado a participar en las elecciones nacionales. Primero queremos llegar a las estructuras del Estado y de ahí hacer esa transformación. Sin embargo, en este momento nuestro movimiento está totalmente satanizado y por eso los movimientos sociales defendemos la democracia y vamos a defender la Constitución mientras no haya Asamblea Constituyente. Por eso, después de la renuncia, estamos planteando la sucesión constitucional. De acuerdo con la Constitución, están habilitados cuatro bolivianos (para sustituir al Presidente): el vicepresidente, el presidente del Senado, el presidente de los diputados y el presidente de la Corte Suprema de Justicia. No hay otra forma de frenar estas masacres, sino con la renuncia del Presidente.
–¿Usted no pretende asumir ya como Presidente?
–No. Eso no es constitucional. Y nosotros vamos a defender la Constitución y vamos a defender la democracia. Defender la democracia con la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada. Es fundamental respetar la Constitución y estamos movilizados, en esta coyuntura, por el respeto a la Constitución y a la democracia.
–Sánchez de Lozada lo acusa de querer instaurar una “dictadura sindical” en Bolivia.
–¡Ja! Que me diga si hay dictadura sindical… ¿esa dictadura sindical a cuánta gente ha matado? Sólo hay dictadura de Gonzalo Sánchez de Lozada, desde agosto del año pasado, cuando juró como Presidente. Desde entonces van 140 muertos a bala. Imagínese. Esa es la dictadura. En un solo día hubo 30 muertos a bala, más de cien heridos. Esa es la dictadura. Esa es la subversión. Eso sí es sedicioso. En la democracia no se gobierna con balas, con tanques ni ráfagas desde los helicópteros.
–¿Qué mensaje le da a los venezolanos?
–Es importante la solidaridad del pueblo venezolano en esta lucha del pueblo boliviano frente a la masacre, frente a las políticas de genocidio económico, frente a una carnicería contra el pueblo. La bancada del MAS, con su equipo jurídico, va a comenzar una demanda nacional e internacional por delitos de lesa humanidad, por genocidio económico. Ya la tenemos preparada. Queremos ver a Sánchez de Lozada y a todo el gabinete de la represión en Chonchocoro, que es la cárcel de mayor seguridad en Bolivia, con 30 años de cárcel sin derecho a indulto, junto a García Meza, quien masacró también en su oportunidad.
–¿Y qué mensaje le da al Gobierno de EE UU?
–Yo no puedo creer que algunos organismos como la OEA, algunas embajadas y el Departamento de Estado de EE UU apoyen a Sánchez de Lozada. Comparto que hay que defender la democracia, pero eso no significa defender a Sánchez de Lozada.
–Ellos sostienen que él es el Presidente legítima y democráticamente electo de Bolivia…
–Elegido bajo la maniobra de EE UU, porque el MAS ha ganado las elecciones. Nos robaron esas elecciones. Dos delincuentes políticos operaron para que GSL fuese presidente: uno del MIR, sentenciado por la Justicia boliviana, y otro narco corrupto del MNR. Ellos junto a la embajada operaron para que Sánchez de Lozada sea Presidente.
–¿Considera entonces al boliviano un gobierno ilegítimo?
–Legalmente puede ser gobierno, pero legítimamente no es gobierno para nosotros.
–¿Ha tenido contacto con líderes internacionales? ¿El presidente Chávez no lo ha llamado para enterarse de la situación?
–No, no. Ningún contacto internacional, salvo con la prensa internacional, como usted.
–¿No ha habido contactos oficiales de gobierno?
–No, nada, pero sí estamos viendo apoyo solidario como en Argentina, donde miles de integrantes de la comunidad boliviana están marchando pidiendo la renuncia del Presidente.
–¿Qué mensaje puede enviarle a los bolivianos residentes en Venezuela?
–Es importante que desde ahí se movilicen para defender al país, la democracia, nuestros hidrocarburos, nuestros recursos naturales y especialmente para acabar con la mafia política que está expresada en Sánchez de Lozada, en el MIR, en ADN, en la UCS y en la Nueva Fuerza Republicana.
–¿Qué posición aspira que adopten los Gobiernos de América Latina y especialmente de las naciones bolivarianas?
–Fundamentalmente condenar a un gobierno criminal como el de Sánchez de Lozada.
Boliviano bolivariano
“Bolivia es la hija predilecta de Simón Bolívar y su lucha por la unidad. Rescatar el pensamiento bolivariano de aquel que liberó a tantos países de la actual Latinoamérica es hoy tarea fundamental. Si bien, en su momento, tal vez se olvidó de algunas cuestiones concernientes a los pueblos indígenas, ahora es necesario incorporar su obra y mensaje a la liberación de esos mismos pueblos, dentro de la lucha integral de liberación latinoamericana. Ser bolivariano para mí es responder a un movimiento latinoamericano de liberación, tomando los principios, los mandamientos de Bolívar, e incorporando la lucha indígena, el tema de la identidad”.
Epígrafes:
1. “Es importante la solidaridad del pueblo venezolano en esta lucha del pueblo boliviano frente a la masacre, a las políticas de genocidio económico, a una carnicería contra el pueblo”.
2. “Me acusan porque he viajado a Venezuela, a Trípoli. Yo he viajado bastante a muchos países. Y jamás: no tengo carácter de pedir ayuda económica. Yo dije al Presidente: tiene dos horas para demostrar esa ayuda que supuestamente recibí. Y es un Presidente mentiroso”