He estado leyendo durante el día de hoy todas las reseñas orgullosas y no tanto que se han escrito en cuanto al CONCIERTO POR LA PAZ (paz paz paz paz, leído así reiteradamente parecieran disparos verdad?)... Comentarios frenéticos a favor y en contra han emergido para darle cobertura al evento... incluso aquí en aporrea el compañero Daniel Lanois ofrece su punto de vista un poco haciéndole constraste a lo que Antonio Nuñez expuso sobre el tema...
En principio me alegra que se dialogue y se discutan asuntos como el tan mencionado concierto por la paz que liderizó el cantante colombiano Juanes que, al parecer, ya tiene más méritos que el Presidente Chávez para recibir el Premio Nobel de la Paz por su iniciativa.
Un poco para hacer yo mi propio ejercicio reflexivo sobre "el evento", debo decir que, aún cuando los argumentos y fundamentación expuestos por el compañero Antonio hacen de su artículo palabras dignas de ser leídas y tomadas en cuenta, considero que el análisis que hizo sobre el "show" es demasiado profundo como para que un concierto tan superficial y "neutral" como ese lo merezcan, sin embargo, estoy en sintonía con la mayoría de sus planteamientos, sobre todo los que refuerza con las palabras del maestro Luis Brito García.
Con lo que no estoy de acuerdo es con que se gaste tanta energía y tanta molestia en esa gente compañero Antonio... ese acto no fue otra cosa que hacer del conficto colombo-venezolano-ecuatoriano una oportunidad para armar un show trivial, con un discurso que no se compromete ni con Dios ni con el diablo, todos vestiditos de blanco, cantando las mismas cancioncitas que la radio promociona constantenmente de los ilustres personajes invitados para tan importante ocasión (ni siquiera se tomaron la molestia de cantar alguna cosita pertinente pa meter la coba de manera creativa), volvimos a escuchar "seré tu amante bandido...", "corazón partío", "me enamora", "bésame" y otras letras babiecas... yo me imagino que gracias a ese evento hasta la guerra-invasión a Irak debe haberse debilitado porque la energía emanada allí solo era comparable con la energía de grandes guías espirituales como Ghandi, la Madre Teresa, etc.
No se moleste en enrabiarse compañero Antonio, usted tiene razón, pero ellos no merecen su indignación porque los superficiales jamás tendrán oídos para un discurso consistente e ideológico, de todas maneras le agradezco su análisis, muy nutritivo y claro.
Por otra parte, y refiriéndome al compañero Daniel, debo decir que aunque comprendo algunos de sus planteamientos (que más bien son una invitación a no pararle mucho al asunto), considero que la crítica nace de la autocrítica, y si de verdad estamos luchando por una patria justa, digna, bolivariana y socialista se vuelven necesarios los comentarios contundentes que nazcan de nuestras filas ideológicas, porque, evidentemente, de las filas de la oposición no creo que vayan a surgir... Antes de darle mi opinión, si la quiere recibir, yo le diría a usted: si Antonio Nuñez quiere hacer su análisis, déjelo que lo haga, si a nadie más se le ocurrió, él está en el mismo derecho que tuvo Juanes de tomar iniciativas brillantes, ¿no cree usted?.
Y ya basándome en sus palabras me gustaría compartirle algunos pareceres; yo no creo que el asunto esté en inculpar a los "artistas" nuestros por no tomar la iniciativa, primero los que usted menciona allí en su artículo no lo son, y segundo ¿a quién que se sienta patriota y bolivariano le interesa que Venezuela sea representada y publicitada en el mundo por uno de esos productos comerciales que usted ha mencionado para realizar un concierto por la paz?, sinceramente a mí no compañero... si esa competencia comunicacional que usted plantea por haber llevado la delantera es lo que, según usted, nos hace quedar como unos pendejos, allí si difiero totalmente de su planteamiento. Además artistas venezolanos comprometidos y que no pelan el culo y las tetas sobran, pero jamás tendrían una iniciativa tan desabrida, mediática y ridícula como la que vimos...
Lugares comunes como: "no queremos la guerra", "hoy no existen fronteras", "todos queremos la paz", y otros hermosos y cursis saludos a la bandera no nos pueden hacer olvidar el trasfondo real del conflicto que quieren sepultar mediáticamente, le recuerdo que en Ecuador cayó muerto un miembro de las FARC (el segundo líder para ser más exacta) en una invasión ilegal a dicho territorio, eso no se borra, no se suaviza, ni se olvida con conciertos "de servidores de pasado en copa nueva" como dice mi amado Silvio... ahora bien ¿quiénes fueron los medios que cubrieron el show?, ¿quiénes fueron los "artistas" (Bosé y Sanz han tenido discursos bien claros y peyorativos para con el proceso bolivariano y para con el Comandante, y ellos casi que fueron las estrellas de la noche junto con Mahadma Juanes)?, ¿usted leyó la cobertuta del concierto en los medios?, si ese acto no hubiese estado inclinado hacia un lado de la balanza yo tampoco me preocuparía, porque, a pesar de los intentos de "equlibrio" del mánager de Juanes, (Fernán Martínez) de evitar la asistencia de los presidentes para evitar "tintes políticos", no hay que ser muy superdotado para darse cuenta que dos de las figuras invitadas (los españoles -que ni siquiera pertenecen a un país de nuestra región-) son bien elocuentes políticamente sólo con su presencia y con sus posturas pseudoideológicas ventiladas públicamente, ¿por qué no se callan?...
Yo pienso que no hay nada que haga más daño que la neutralidad en el discurso, Alí nos lo enseñó "no me pidan poemas de amor, cuando quiero cantar la verdad, es la vida la que hay que enfrentar, yo no quiero esconderla en la flor", compañero Daniel "no nos gusta el papel de estar perfumando mierda", Alí nos lo enseñó, no pretenda jamás que de este lado comprometido y radical (de raíz) surja una iniciativa tan pobre y mediocre como el conciertico del día de ayer, ni tampoco que creamos en abrazos y besos de Judas como los de Uribe, ni que aplaudamos a artistuchos con discursos inconsistentes, no compañero, así no hacemos revolución, la revolución se hace trabajando desde dentro para que las nuevas generaciones tengan ojo de halcón, olfato y piel para saber lo que es y lo que no es...
A nadie le interesa un Concierto por la Paz hipócrita y sin ningún tipo de profundidad... las ambiguedades son escuálidas, y la no frontalidad es cobarde...
María Dolores Delgado Rosales.
lunezca@yahoo.com