Que vaina Fernando. Un pasquín venezolano te entrevista y te pone a decir pistoladas. Es penoso que un intelectual de tu estatura, profesor universitario de ética, filósofo y escritor de temas que hacen más amable la vida, venga a caer en la tentación de la opinión superficial y la complicidad con la mentira.
Generalmente no leo el pasquín que te entrevistó porque, como todo medio de propaganda partidista, es tendencioso y aburrido, pero al ver tu nombre y el anuncio de que pronto vendrías a Caracas, me picó la curiosidad por analizar la manera en que el periodista intentaría hacerte hablar mal de Chávez. No es que sea adivino, sino que hace años esa es la única orientación para todas sus entrevistas. Es así como me armé de paciencia, respiré profundo, y comencé a leer la sarta de opiniones manipuladoras de Roberto Giusti disfrazadas de preguntas.
Las sandeces del entrevistador eran predecibles e inevitables, pero te confieso que me sorprendieron algunas de tus respuestas. Tal vez por desinformado o por apresurado, te hizo quedar muy mal que te hayas puesto a opinar sobre las opiniones del periodista, antes de poner en duda su veracidad o exactitud. Supongo que si alguien te preguntara: ¿Qué opinas de la lucha que la sociedad civil española está librando junto con el presidente Aznar por convertirse en una nueva colonia de los Estados Unidos? de inmediato le responderías: ¿De dónde sacaste semejante tontería? Por eso es difícil comprender cómo no le diste esa misma respuesta al "periodista" cuando te habló de que algunos dirigentes de movimientos indígenas "plantean una suerte de Revuelta continental autóctona" con el apoyo del presidente Chávez.
Esta pregunta es descaradamente incriminadora y falsificadora de la realidad. Sin embargo, caíste en la provocación de responder que "... Eso no es sino un disparate insostenible. De lo que se trata es de incorporar a todos los individuos de un país, indígenas o no, que durante mucho tiempo han sido marginados racista y xenófobamente..."
La verdad es que si de "incorporar" a excluídos y marginados se trata, el presidente Chávez y la revolución bolivariana, humildemente, pueden darle unas cuantas lecciones al resto del planeta. La nueva Constitución venezolana es la única en el mundo que contiene un capítulo completo sobre derechos de los pueblos indígenas y ocho artículos más que tratan asuntos de interés para estos pueblos, en perfecta sintonía con los más importante tratados internacionales sobre esa materia.
Te sugiero que, ahora que regresas a Venezuela, le hagas seguimiento a los recientes planes y misiones del gobierno venezolano orientados a la inclusión social, económica y educativa. (Micro créditos, promoción del cooperativismo, Plan Barrio Adentro, Escuelas Bolivarianas, Universidad Bolivariana de Venezuela, Misión Robinson I, Misión Robinson II, Misión Sucre, Misión Ribas, Misión Guaicaipuro, Misión Miranda, Mercal y otros.)
Más adelante, el entrevistador del panfleto de todos los días te disparó otra pregunta–matriz de opinión: "¿No cree que en este momento la sociedad civil venezolana lucha contra un intento de matarla? ¿Estamos a las puertas de nuestro aniquilamiento como sociedad? A la que respondiste, alineado y sin titubeos, que "…Quizás haga falta consolidar un compromiso político… imparable, a pesar de la fuerza y la demagogia que se le puedan oponer. A un movimiento cívico, pacífico y con anhelos de transformación y reconciliación no se le puede parar fácilmente".
Sólo me resta aclararte que tus buenos deseos se verán frustrados por un pequeño error de percepción: La oposición venezolana, a la que le encanta autodenominarse sociedad civil para creerse más grande, ha demostrado, en reiteradas oportunidades y en sus conversaciones diarias públicas y privadas, que no es cívica, ni pacífica, ni posee anhelos de transformación. Mucho menos de reconciliación. Si tienes alguna duda al respecto, léete el mismo suplemento político que te entrevistó o, aprovechando que vienes, escucha por quince minutos cualquier noticiero u otro programa de opinión de la radio y televisión privada nacional.
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