He escrito la historia de los malandros que trajo Colón sin querer apuntar únicamente a los españoles, con este escrito quiero dar a entender que en 1492 vino la primera oleada de malandros y desde entonces no ha cesado, hemos tenido choros de otras nacionalidades, y también choros venezolanos como Lusinchi y CAP, solo por citar a dos de los mas famosos, sin poner en duda que hoy también algunos del gobierno roban, esto no puede en el peor de los ejemplos servir para que algunos sujetos que se dicen revolucionarios, acepten normas que exaltan la igualdad y que permitan y realicen practicas de acción social que mantienen la desigualdad.
El reconocer la historia de conquista y colonización no tiene un interés revanchista, solo espero que sirva para precisar nuestro origen que es muy importante, porque los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla hasta que la superen o hasta que su cultura desaparece.
Otro ejemplo de la historia no contada, es como los capitanes de conquista debían leer a los indígenas, ante escribano público, un extenso y retórico requerimiento que los exhortaba a convertirse a la santa fe católica: «Si no lo hiciereis, o en ello dilación maliciosamente pusiereis, certifícoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y de Su Majestad y tomaré vuestras mujeres y hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé, y dispondré de ellos como Su Majestad mandare, y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males y daños que pudiere...».
América era considerada el vasto imperio del diablo, de redención imposible o dudosa, pero al infortunio de los indígenas aniquilados y al terrible destino de los negros arrebatados a las aldeas africanas para realizar trabajos inhumanos, todo hecho en el nombre de la Iglesia católica, nos queda analizar que el indígena, el negro y el español se juntaron para darle un gusto a Dios, y aquí estamos nosotros.
Para no estar condenados a repetir la historia, aquí juega un papel importante el cambio curricular del actual sistema educativo venezolano, que entre otras cosas propone que se cuente la verdadera historia, para reforzar esta idea, ya Simón Rodríguez en el siglo XIX expresó su famosa frase: “La América española es original i originales han de ser sus instituciones i su gobierno i originales sus medios de fundar uno i otro. O inventamos o erramos”, donde claramente propone la construcción de propios modelos para gestionar los sistemas educativos y de gobierno en Venezuela y Latinoamérica, contextualizados a nuestras condiciones.
Leamos la historia pasada y podremos entender el presente, Marx describió en su obra El Capital como: “El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria”. Por aquella acumulación originaria se han dado las condiciones para la actual estructura de relaciones socioeconómicas y culturales asimétricas entre nuestros países (países industrializados, y países exportadores de materia prima).
Es una realidad que los países Latinoamericanos hemos sido usados para responder a la demanda mundial de materia prima, como sucedía en la heroica Cuba antes de su revolución, que exportaba azúcar para importar caramelos, o en muchos otros países en donde se impuso cualquier monocultivo obligando a nuestros campesinos y campesinas a comprar frijoles en el exterior.
A Latinoamérica la asaltaron otros malandros después de las luchas independentistas, nuestros vecinos de los Estados Unidos del norte, han conquistado una posición dominante defraudando el espíritu de las leyes internacionales, primero robándole millones de hectáreas a México, luego tumbando gobiernos e implantando dictaduras en Centroamérica y las Antillas, siendo artífices y ejecutores de matanzas en el mundo y usando su poder político a favor de las transnacionales petroleras y las transnacionales agrícolas, estas ultimas convierten los frutos de la tierra en vulgar mercancía y en maldición para los pueblos donde ponen sus garras.
Esta usurpación nos golpea en la dignidad porque quien nos esta jodiendo es un poderío cercano y vecino, Bolívar lo advirtió, representado en multinacionales que andan en su perenne búsqueda de tierras, brazos y mercados, y los consigue con la colaboración de las burguesías que hace siglos se crearon en estas tierras, que luego pasaron a ser aquellos oligarcas criollos que han servido como simples instrumentos del capitalismo internacional, y que acapararon el poder político durando años en el gobierno, sin llevar a cabo acciones para impulsar el desarrollo de la nación, en fin una clase social que sirvió y sirve de soporte a los intereses internacionales, prosperas piezas del engranaje mundial de esos intereses.
Entrando en un tema que actualmente nos afecta, y que es producto de que hemos tenido gobiernos que han cumplido sus mandatos sin llevar a cabo acciones para impulsar la soberanía alimentaria de la nación, observamos la forma en que la agricultura convencional con paquetes de la revolución verde, el impulso hacia un incremento del comercio donde los intermediarios ganan a dos puntas, la modernización y liberalización de la agricultura impuestas mediante acuerdos de libre comercio, conducen a una aguda crisis agrícola para las familias campesinas, mayor degradación del ambiente, mayor empobrecimiento del campo, así como a la consolidación y concentración de las corporaciones agroempresariales. Esta es la razón para que campesinos, pequeños productores y comunidades rurales enteras desaparezcan en tanto el cultivo de alimentos deja de ser medio de vida viable y para que algunos países no podamos autoabastecernos, tomando en cuenta los ajenos patrones de consumo que empeoran la situación, la muestra es el alto consumo de trigo de los venezolanos cuando aquí no se produce trigo. (El 28/03/2008 escribí “hay males que duran mas de 500 años y también hay cuerpos que los resisten”, donde refiero el origen estructural de nuestro sistema agrícola).
La agricultura debe ser promovida por las bases de consumidores y agricultores y apoyada por el ministerio encargado, en este caso el MPPAT, debe basarse en la producción campesina, no es posible que en las escuelas de pueblos de zonas agrícolas se eduque para que los jóvenes quieran irse a la ciudad, los muchachos y muchachas que hace poco se graduaron en la especialidad de agroecología de la misión Sucre son un modelo ejemplar de aprovechamiento y potenciamiento de los recursos locales, el objetivo primordial es construir modelos agroecológicos de producción, fomentar la equidad de género, la biodiversidad y los recursos genéticos nativos, los derechos humanos y los derechos de los campesinos, la agricultura sustentable basada en la familia, porque a diferencia de los funcionarios gubernamentales y burócratas cuyos bolsillos permanecen comparativamente ilesos frente a los cambios en la política del comercio agrícola, en el caso de los campesinos y campesinas están en juego su medio de vida, su supervivencia, su vida y la nuestra.
Por ultimo estoy convencido que la soberanía alimentaria es seguridad de Estado, estamos comprando comida a transnacionales esto significa que fortalecemos al imperio que nos empobrece, debemos tomar conciencia del asunto y trabajar para ya no ser dependientes, la lucha es por la interdependencia de los países latinoamericanos.
ingagronomo2006@yahoo.es